Raquel Martínez -Gómez (Albacete, España, 1973) es escritora (poeta, ensayista, narradora de novelas y cuentos) e investigadora. Estudió su Maestría en Literatura Moderna Contemporánea, Cultura y Pensamiento (2010-2011) en la Universidad de Sussex, Reino Unido. En España, completó su Doctorado en Ciencias de la Información (1997-2001) en la Universidad Complutense de Madrid, donde se especializó en Relaciones Internacionales. En México realizó también estudios doctorales en la Cátedra Latinoamericana de Relaciones Internacionales y Exteriores (1998-1999) de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una vasta experiencia docente e investigadora en derechos humanos, igualdad de género, desarrollo sostenible y cooperación internacional, tanto en Europa como en América Latina. Es autora de unas cinco novelas: La máscara del rey maya (2023), Los huecos de la memoria (2018, Premio de Novela Histórica Antonio García Cubas del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México en 2018), Ceniza de ombú (2016), Sombras de unicornio (2007, galardonada con el European Union Prize for Literature en 2010 y el Premio Joven del Ateneo de Sevilla en 2007), y Del color de la cava (2002, Premio Ciudad de Móstoles en 2002). Mantiene su blog Ceniza de ombú desde el 2015. Parte de su trabajo creativo ha sido traducido al albanés, búlgaro, croata, esloveno, francés, griego, húngaro, inglés, letón, macedonio, portugués, serbio y turco. Raquel ha contestado todas nuestras respuestas. Todas son para ser compartidas con todos vosotros.
1.1 Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Hace poco publicasteis La máscara del rey maya (2023). ¿De qué trata o tratas en esta novela y cómo recorres entre la literatura y la realidad o no ficción? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?
1.2 Raquel Martínez-Gómez (ARJ, en adelante) – La máscara del rey maya (Planeta, 2023) cuenta la vida del arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, artífice de uno de los mayores hallazgos de la arqueología maya: el descubrimiento de la tumba del rey Pakal el Grande en el fondo de la pirámide del Templo de las Inscripciones de Palenque en 1952. Su vida arranca en el París de la Primera Guerra Mundial, tiene una primera parada en la Cuba donde Alberto Ruz combatió al régimen de Machado y llega por fin al México que lo acogió como exiliado. Posteriormente vivió en los territorios mayas, quedando fascinado por un conocimiento que ayudó a develar.
La obra también está compuesta por un territorio de autoficción que parte de un encuentro en Lisboa de Claudio Ruz, hijo de Alberto, y la propia narradora. Entablan una amistad un tanto ambigua que tiene como motivo la construcción de la novela. Se adentran así en los misterios de esta vida extraordinaria, mientras deambulan por las ruinas de una civilización milenaria, lo que los llevará a recorrer un pasadizo difícil de transitar: el de su propia orfandad. La novela se convierte así en una auténtica arqueología del adiós.
Por último, la obra tiene parte de metaliteratura, que deja ver los andamios de su narración: sus planos, sus decisiones, su alzado, sus vanos, sus vacíos y posibilidades de derrumbe.
2.1 WRS –¿Qué relación tiene La máscara del rey maya con vuestro trabajo creativo-investigativoanterior y hoy?
2.2 ARJ – La novela se divide en cuatro partes (Kin, Chaak, K’Awiil y Akbal) que se ven recorridas por dos tiempos: el que narra la vida de Alberto Ruz y el que se centra en el encuentro de la narradora con el hijo del arqueólogo. Las dos partes se entrecruzan, provocando que el presente vaya transcurriendo en paralelo a la vida del arqueólogo para revalorizar desde el hoy el significado de la diversidad cultural. Como en todas mis obras, se adentra en una reflexión de contenido cultural, social y ambiental, de pasado y presente, de migraciones y exilios, de dinámicas mundiales que afectan a territorios concretos.
3.1 WRS – Si compara su crecimiento y madurez como persona, investigadora y escritora, ¿qué diferencias observa en su trabajo creativo-investigativoo no inicial con el de hoy?
3.2 ARJ – Creo que todo forma parte de un mismo ciclo. Si una está atenta a lo que sucede a su alrededor no puede quedarse quieta en un mismo punto. Lo normal es que el pensamiento avance y de la mano de esas transiciones va la creadora. Con el paso del tiempo, el ejercicio de la escritura, por otro lado, se empieza a convertir en algo más apegado a la piel. La voz que sale de dentro va madurando y eso se refleja inevitablemente en la obra literaria.
4.1 WRS – Raquel, ¿cómo visualiza su trabajo creativo-investigativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en España y fuera?
4.2 ARJ – El trabajo creativo, como ha sido a lo largo de los siglos, es fundamental en el entendimiento del ser humano. Mi percepción tiene, sobre cualquier otra consideración, la certeza de que seguirá estando con la especie en uno u otro formato porque necesitamos de historias para entender lo que somos en nuestra individualidad y en nuestra universalidad.
En la actualidad, junto con las obras menores más propias de un entretenimiento ligero, hay mucha riqueza y pluralidad. Hay muchas escritoras con mucho que aportar y buena cantidad de obras que, con buena calidad literaria, no son ajenas al momento histórico que atravesamos de crisis ecosocial.
5.1 WRS - ¿Cómo concibes la recepción a su trabajo creativo-investigativo dentro y fuera de España, y la de sus pares, bien sean escritores de novela u otro género?
5.2 ARJ – Soy una escritora que empezó publicando en España, pero cuyas tres últimas novelas han sido publicadas en América Latina: Los huecos de la memoria y La máscara del rey maya fueron publicadas en México; Ceniza de ombú en Uruguay. Siento que la recepción es mejor acogida en distintos lugares de América Latina, especialmente en México, país que sigue inspirando mi obra.
Por otro lado, mis obras han sido traducidas a una docena de lenguas, entre las que se incluyen lenguas como el inglés, francés, portugués, griego, albanés, serbio, turco, búlgaro, húngaro o croata. Sobre los géneros, la dificultad es mayor cuando se trata de publicar poesía o cuento. Escribo poesía desde los seis años pero ninguno de mis poemarios ha sido publicado.
6.1 WRS – Sé que vos es de Castilla-La Mancha,España. ¿Se considera una autora española o no? O, más bien, una autora de literatura, sea esta española o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?
6.2 ARJ – Me considero escritora, por supuesto, autora de literatura en castellano. Pero mi sentimiento general es de persona, habitante de un mundo que comparte con otras personas y cuyas afinidades nunca tienen que ver con la pertenencia nacional. Por eso abomino un poco las selecciones de fútbol nacionales y esos sentimientos fronterizos que inspiran. Después, conservo una relación especial con el territorio de la Mancha, en parte real y en parte quijotesco, y con mis sures vividos, donde tanto aprendí.
7.1 WRS – ¿Cómo integra su identidad étnica y de género y su ideología política con o en su trabajo creativo-investigativo?
7.2 ARJ –Como mujer creadora en un contexto patriarcal me pasó eso que Adrienne Rich llamó “el despertar de la conciencia”, también muy ligado a un uso del lenguaje que “tenía la llave de larepresentación”. En “La máscara del rey maya”, por ejemplo, además de adentrarme en la vida de un hombre comprometido con las luchas políticas de su tiempo y con el mundo maya, se reflexiona sobre un lenguaje que en mi cabeza necesita que encaje mejor en mi condición. Por eso aprovecho las dos voces narradoras para marcar esta diferencia: cuando se cuenta la historia de un hombre que nació al principio del siglo XX mi escritura es “tradicional” y cuando uso la primera persona mi lenguaje busca distintas fórmulas para salirse de él.
El feminismo explícito de Ceniza de ombú queda manifestado en distintos episodios que se enlazan con la consecución en la garantía de los derechos sexuales y reproductivos en América Latina, de la sororidad que lleva a tejer luchas compartidas. La novela comienza con la historia de dos mujeres con una fuerte personalidad. Nabila, tunecina y formada en distintas universidades del extranjero, pasa una estancia en Centroamérica para aprender español y acaba involucrada en el descubrimiento de un gran caso de corrupción de la jerarquía eclesiástica. Cuando regresa a Túnez trabaja vinculada a los derechos de las mujeres hasta que va a Siria para hacer frente al olvido del conflicto. Nabila, desde su propia experiencia, parece enfrentar todo tipo de fundamentalismo cultural: “Nabila se sentía árabe y judía al mismo tiempo. Y era mujer y hombre. Y día y noche. Y sueño y vigilia. Era blanca y negra. De África y ahora también de América…”. La otra protagonista, Helena, trabaja en sostenibilidad medioambiental y observa cómo su propio país se debate por un modelo de desarrollo que acaba imitando al paradigma del libre mercado y de explotación de la naturaleza.
8.1 WRS – ¿Cómo se integra su trabajo creativo-investigativo a su experiencia de vida? ¿Cómo integra esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora hoy?
8.2 ARJ – La experiencia de vida va de la mano de mi obra literaria, tanto en mi trabajo como novelista, como en la escritura de cuentos y, sobre todo, en la poesía. Mi obra literaria ha seguido mis pasos por el mundo, mis experiencias, mi trabajo en el ámbito de los derechos humanos y de búsqueda por modelos de vivir que nos hagan más felices y que no excluyan a otras personas.