Norma Salazar, folklorista, teatrera, declamadora, pintora, investigadora, escritora, profesora, activista y creyente de la religión Yoruba, falleció el día de hoy dejando una gran aportación, legado en la cultura y sociedad puertorriqueña.
Nacida un 4 de marzo, en Ponce, Puerto Rico, se dejó seducir, en su juventud, por el ritmo del tambor y los sonidos folklóricos en una visita que realizó al Hotel Meliá en la Ciudad Señorial.
La pasión que desarrolló por el ritmo en los años próximos la llevó a estudiar en profundidad la bomba y la plena, las poesías de Luis Palés Matos y Fortunato Vizcarrondo. También, investigó los orígenes de expresiones musicales de este baile.
Fue fundadora del grupo de baile, canto y declamación, conocido como Kaffir; como parte del acto se incluía la poesía contemporánea.
Un día caminando por el Viejo San Juan se topó con el compositor de más de 2000 canciones de salsa, Tite Curet, a quien le pidió algunos de sus poemas para incluirlo en Kaffir, a lo cual Tite no dudó en brindarle.
Además de la cultura Salazar estuvo mano a mano con las comunidades de escasos recursos, como por ejemplo siendo organizadora de programas de periodismo infantil, entre otros en diferentes zonas del área metropolitana.
Como artista expuso "Enjundia nativa", "Máscaras", "San Antón: 500 años de barrio y tradición" y en la "Bienal multicultural" que se presentó en P.R. y EE.UU.
Nuestro más sincero pesame desde El Post Antillano, que descanse en paz Norma Salazar y su legado continúe eternamente.