La Parada Dominicana en Puerto Rico, a ritmo de merengue y sin boricuas

Cultura

Anoche concluyó la undécima edición del Festival Internacional de la Hispanidad y Parada Dominicana en Puerto Rico. Evento cultural que organiza el productor Luis Aguasvivas, y que intenta vincular a la comunidad local, compuesta fundamentalmente de boricuas, y a la comunidad migrante de la República Dominicana, que reside en la isla de Borinquen. El evento se llevó a cabo durante los días 24 y 25 de mayo, en la avenida Ponce de León, a la altura de la intersección con la calle del Parque. En otras palabras, se trató del punto donde históricamente hubo mayor concentración en dicha avenida de restaurantes y negocios de origen dominicano, lo cual hoy ante la crisis económica ya no es necesariamente cierto.

En la noche de ayer, el evento contó con la participación de Ivelisse Santos, cantante de merengue al ritmo picante de su verbo y su baile; y luego con la orquesta los Chicos del Swing, los cuales interpretaron canciones no originales. Ante los poco más de 300 parroquianos que aún quedaban en la actividad, la música se manifestó para el deleite de todos y todas.

Se trataba de personas de la comunidad dominicana, los sectores más humildes del pueblo trabajador de dicha población migrante. Fundamentalmente se trataba de gente, mujeres y hombres negros, de escasos recursos, que salieron a pasarlo bien en una fiesta tipo verbena, la cual no contaba con los grandes recursos que otros eventos santurcinos, como los eventos culinarios del barrio de las clases medias altas de Miramar (Miramar Culinary Fest) han contado. No por mencionar, los eventos de arte urbano (Los Muros Hablan y Santurce es Ley), los cuales gozan de un amplio apoyo de la comunidad mediática y empresarial de la Isla. En la Parada Dominicana, más allá de algunos anuncios pagados por las empresas y los negocios de la propia comunidad dominicana, como el Restaurante de Rubén Gómez, o Cerveza Presidente, había pocos quioscos y publicidad, aunque mucha bulla y alegría.

A preguntas que se le hicieron al organizador, en torno al apoyo de la alcaldesa, Carmen Yulín Cruz, el señor Aguasvivas contestó que la “misma no asistió al evento”. Destacando que en la décima edición en el año 2013, el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló, fue el que inauguró el evento, Aguasvivas también indicó “que este año no vino”. Explorando la situación, Aguasvivas, comentó “que en año preelectoral como el 2015, vendrán todos los políticos; pero en esta ocasión solo vinieron los políticos del Partido Nuevo Progresista, pues están en campaña por la alcaldía”.

Caminando por la avenida Ponce de León, se notaba cómo los negocios abiertos y participando del evento eran fundamentalmente los de origen y control dominicano. En esta medida, negocios como el Restaurante la Escalera, o Santurce Discount, no sin hablar de los múltiples negocios dominicanos a lo largo de la calle del Parque, se encontraban ofreciendo servicios a los parroquianos. No obstante, lugares emblemáticos del “nuevo” Santurce, como el restaurante Abracadabra, permanecían cerrados. Sorprendió que la Librería AC, parte también del “nuevo” Santurce, y que en tiempos recientes ha brindado tanto apoyo a los niños de la comunidad dominicana circundante, permanecía cerrada en la noche de ayer.

La cultura de Puerto Rico es sin lugar a dudas puertorriqueña. No obstante, la misma se nutre de la influencia que otros grupos migrantes ejercen en ella. El principal grupo migrante en Puerto Rico, por encima de la población nacida en los EE. UU. de padres y madres nacidos en dicho país, es la dominicana. Con sobre 60 mil residentes en Puerto Rico, su influencia, más allá de la música y la comida, debería estar presente en todo momento.

Pensarnos como caribeños, siguiendo el pensamiento de Ramón Emeterio Betances y de Eugenio María de Hostos, es sin lugar a duda un hecho de construcción diaria. Es una pena que la comunidad dominicana se esmera para integrarse culturalmente hablando con la comunidad boricua, y estos últimos brillan por su ausencia. Más allá de los políticos de turno, el resto de los boricuas no deseó vincularse. ¡Qué pena!

Crédito foto: Lars Christopher N�ttaasen, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/deed.en)