En mi infancia, mi padre Emiliano, quien se asumió siempre como cubano por nacimiento y no por crianza, repetía durante el ocio matutino de los domingos algunos discos LP o en formato CD, con los cuales crecí bajo la repetición continua. Uno de esos discos siempre lo llevé en mi memoria, al punto que en los actos funebres a la muerte de mi padre, su deseo fue que se le despidiera escuchando música de ese trovador del son y la guaracha cubana que mis domingos infantiles inmortalizaron: Benny Moré.
Anoche ante un cielo despejado en uno de los nuevos centros de encuentro para el deleite de la música y el entretenimiento, llamado Bahía Urbana, en San Juan, tuvimos una noche de encuentros musicales del Caribe. El concierto Cuba y Puerto Rico: de son a salsa, mano a mano, fue presentado en la noche de ayer viernes, donde participó la orquesta cubana-puertorriqueña Juan José y su San Juan Habana, de Puerto Rico Andy Montañez y su orquesta, y Adalberto Alvarez y su son.
En una noche inusual de música caribeña, convocada por Eliradical Productions, poco más de mil parroquianos, de distintas edades e ideologías músicales, nos convocamos a escuchar este deleite de dos ritmos músicales que se agrupan bajo la gran familia de la música caribeña, pero que representan dos corrientes muy diferenciadas de la guaracha, la cual en la versión boricua se asumió en los pasados 50 años como la salsa, y en la versión cubana se ha asumido como el son. La diferencia para el oido no educado, puede ser insignificante. Pero para aquellos que se han dedicado a estudiar los ritmos, a bailarlos, y sobre todo a ver las influencias, reconocen que a pesar de los bloqueos e imposibilidades culturales el son cubano ha penetrado continuamente a la salsa boricua desde la década de 1950 (Benny Moré) y más recientemente, y en particular desde la década de 1970 en adelante, con la música, entre otros interpretes, de Adalberto Alvarez.
Para lque se dieron cita en Bahía Urbana en la noche de ayer, escuchar a Juan José y su San Juan Habana, fue exponerse a un entrecruce musical único. Juan José Hernández es nacido en Camaguey, Cuba, y criado músicalmente hablando en la Habana. De 1996 a 1999, fue uno de los cantentes de línea de la orquesta de Adalberto Alvarez. Hace 15 años que vive en Puerto Rico, donde se ha destacado como un gran compositor musical, arreglista y líder de orquesta. Su participación con 10 temas en la noche de ayer, fue de buena a exquisita. Dejó a los allí presentes con un entusiasmo particular,
Luego se presentó Andy Montañez y su orquesta. Para los que hemos conocido a Andy en los pasados 50 años, su trayectoria política y social ha sido muy consistente. Amigo incondicional de Cuba, la patriotica y nacional de la isla caribeña, como a su vez hombre solidario de las luchas justas de nuestro pueblo boricua: desde la lucha por la independencia de Puerto Rico, pasando por la lucha de Vieques, la huelga de la UPR, y las diversas luchas ambientales. El aún llamado “niño de trastalleres”, ha sabido fusionar multiples ritmos caribeños, incluyendo el son y el songo cubano, como a su vez el regeatton boricua. Los 10 temas que interpretó, destacaron la diversidad de registros musicales que Andy Montañez nos ha ofrecido a lo largo de su carrera musical.
Finalmente la noche cerró con el plato fuerte: Adalberto Alvarez y su Son. Adalberto Alvarez no es cualquier músico. Es el músico cubano de ritmos bailables caribeños más destacado en los pasados 30 años. Desde una de sus primeras agrupaciones, Son 14, hasta la presente orquesta, Adalberto ha sido reconocido no solo como pianista, arreglista, y lider de orquesta; más que nada se ha destacado como uno de los grandes compositores de ritmos guarecheros, salsa y son. Ha sido interpretado en Puerto Rico, por la orquesta de Willie Rosario, la Sonora Ponceña, Roberto Rohena y su orquesta, y llegando a la generación de Gilberto Santa Rosa.
Adalberto Alvarez demostró su grandeza ritmica en la noche de ayer, y sobre todo su liderato como jefe de su orquesta. Con una linea de cantantes envidiables, la orquesta se dedicó a interpretar canciones conocidas por muchos de nosotros, pero sobre todo inmortalizadas en Puerto Rico por interpretes como Andy Montañez , Gilberto Santa Rosa y la Sonora Ponceña. Fue algo exquisito poder escuchar a Gilbertito Santa Rosa interpretar, como solo él lo logra hacer como uno de los soneros más destacados en la actualidad en Puerto Rico, la canción “Lluvia”.
La noche cerró con el tema “ Los Caminos de Ifa”. Se trató de un extraordinaro homenaje, desde la cultura yoruba, a los mayores. Respèto a los mayores, nombre de una de las más recientes producciones de Adalberto Alvarez, fue lo que motivó interpretar lesta canción de corte más espiritual. Por Puerto Rico se le rindió homenaje a Ismael Rivera, Tite Curet, Yario Hernández, Bobby Capó, Rafael Hernández, Héctor Lavoe Pérez, Frankie Ruiz, Rafael Cortijo y Cheo Feliciano. Por Cuba se le rindió homenaje a: Beny Moré, Miguelito Cuní, Asernio Rodríguez, la Orquesta Aragón, Juan Formell y los Van Van, y al mismo Caballero del Son, Adaberto Alvarez.
A sus 74 años, Adalberto Alvarez canta, entona, compone, dirige, y practica la fe de sus ancestros, como pocos en el Caribe lo hacen. El deleite musical que nos ofreció anoche en la otra ala del pajaro, Puerto Rico, pasará en nuestra memoria colectiva, como uno de los grandes eventos del 2014, y posiblemente de los pasados 15 años -tiempo que le tomó a Adalberto Alvarez volver a Puerto Rico. Para él y los miembros de su orquesta, ¡mucho Aché! Larga vida caribeña.