Cerca de 30 niños y niñas puertorriqueños disfrutaron del Programa de Familia y su actividad cumbre de Domingos de había una vez en la tarde de ayer. En la actividad participó la escritora guatemalteca Itala Vettorazzi. La escritora visitante, quien conoce muy bien a Puerto Rico, lugar que ha visitado frecuentemente en los pasados 25 años, vino a presentar su tercer libro de cuentos llamado Rudi, corazón valiente.
La escritora Vettorazzi nos comentó que “siendo maestra y psicóloga de profesión, el desear escribir cuentos infantiles, fue algo normal”. A pesar de tener tanto interés por ayudar a los niños y las niñas, Vettorazzi nos compartió que le dedicó a la industria de turismo y que una vez retirada de dicha industria, volvió a su pasión: los niños y las niñas y el arte de escribir cuentos que a esta población le causarán interés.
En la lectura del cuento Rudi, corazón valiente, la autora nos relata cómo el pequeño dinosaurio era de color azul y aprendió que ser diferente no era un problema. Lo importante es ser humano, tierno y más que nada generoso. La forma de expresar dicho sentimiento, según Vettorazzi, le compartió a los niños allí presentes, se expresa dando las gracias y pidiendo todo siempre utilizando las palabras por favor.
Para Odalis Gómez, coordinadora del Programa de Familia en el Museo de Arte de Puerto Rico, las actividades de Domingos de había una vez, las cuales se llevan a cabo una vez al mes, son “todo un éxito. Entre 20 hasta 90 niños participan en estas actividades, las cuales van dirigidas a los infantes para que vengan acompañados de sus padres, madres y abuelos”. Se trata, sin lugar a dudas, de una actividad de familia, aunque dirigida a la población de los pequeñines.
La escritora Vettorazzi cerró su lectura del cuento de Rudi cantando con los niños y las niñas un cántico en versión de rap (música urbana) “tengo un dinosaurio, tengo un dinosaurio, tengo un dinosaurio, el cual es muy alegre y también muy amable, siempre pide gracias y por favor”.
Auspiciemos este tipo de actividad familiar. Las familias y toda persona de cinco años o más paga el valor de acceso al museo. Una vez dentro, participar en las actividades, como Domingos de había una vez, son gratis. Adelante con esta iniciativa que promueve la creatividad en la población de los pequeñines.
Crédito foto: Tawheed Manzoor, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/deed.es)