Una nueva generación de pintores se ha estado formando en Puerto Rico a espaldas de un sistema educativo que se aleja cada día más de las bellas artes y de la humanística. Son jóvenes que nacen con el pincel en sus manos y se educan a través de la nueva tecnología o buscan, como lo hacían los aprendices en el renacimiento, mentores dispuestos a encaminarlos por el arcoíris de colores y formas que componen la magia de la creatividad y la expresión artística.
Mirla Marina Ortiz Mercado es uno de los nuevos talentos que ha surgido en el país. Su obra demuestra el dominio de las formas y un realismo intenso que le da vida a su obra en cada pincelada.
“Desde que tengo memoria, yo estoy pintando. A los 5 años gané el primer lugar a nivel Isla en el concurso "Los Derechos de los Niños" de el periódico El Nuevo Día", dice Mirla.
La joven pintora, quien viene de una familia de una gran tradición artística, tuvo como mentora a su madre, Nancy Mercado Borrero, quien es artista gráfico. Su padre, Enrique Ortiz Acosta, maestro bibliotecario ya retirado, es el espíritu que motiva a madre e hija a continuar gestando su creatividad.
“Aprendí a nivel informal con mi mamá, que también es artista. Ella me demostraba las técnicas en un papel y yo las trabajaba en mi obra. Así fui aprendiendo lo que es el balance, el claro y oscuro, las mezclas de colores, etc. Nunca había tenido una clase formal de dibujo y pintura hasta que llegué a la Universidad. Mis intereses como artista son la pintura, el dibujo, y realmente todo lo que tenga que ver con arte me gusta”.
Obtenido su primer galardón, la niña pintora continuó participando en diferentes certámenes de pintura en diversas organizaciones tales como: el Estuario de la Bahía de San Juan, el Club Rotario de San Juan y los Clubes de Leones de Puerto Rico, en donde representó a Puerto Rico por dos años consecutivos con el Cartel de La Paz de los Clubes de Leones Internacionales y dos años quedó finalista, habiendo sobre más de 375,000 participaciones.
“Los concursos de arte me ayudaron a mantenerme activa en el dibujo y la pintura, así como a aprender mejores técnicas”, asegura Ortiz Mercado.
Mirla estudia pintura en la Escuela de Artes Plásticas en el Viejo San Juan. La joven se define como pintora en oleo.
“Desde que descubrí el óleo, me enamoré de ese medio y me siento muy bien cuando lo uso”.
La joven de 19 años ha expuesto su obra en colectivas nacionales. La obra de Mirla ha engalanado las paredes del Museo de Arte de Santurce, en dos ocasiones; la sala de espera de Telemundo; la sala de la Cooperativa de Seguros Múltiples y de COSVI, entre otros lugares.
“Mi última exposición fue junto a otros artistas en la celebración del 131 Aniversario de la Fundación del pueblo de Lajas. Esta exposición fue muy importante para mí porque fue en mi pueblo y fue la primera vez que expuse varias de mis obras”.
Mirla ama pintar y en cada pincelada pone un toque especial que impregna con la magia de su creatividad haciendo de su obra una prolongación su cosmogonía personal.
“Para mí, todas mis obras son especiales porque tienen una historia detrás de ellas. Me inspira el tema y lo que puedo lograr con él. Me gusta realzar la cultura puertorriqueña y veo en mis obras como un reflejo de lo que somos”.
Ortiz Mercado está comprometida con el arte y con la educación artística. Entiende que las bellas artes les permiten a los jóvenes compenetrarse con su cultura y fortalecer su identidad nacional.
“El arte ayuda a los jóvenes a expresarse mejor, a valorar su cultura y de dónde vinimos. No todo el mundo aprende de igual manera. Por ejemplo, había veces que yo dibujaba sobre un tema para un proyecto y buscaba información sobre éste y así aprendía más que si tratara de aprendérmelo de memoria. Pienso que no se les debe cerrar las puertas a jóvenes que piensan diferente, no considero que sea lo mejor”.
La virtuosa estudiante opina que el sistema educativo debe estar comprometido con las artes.
“El sistema debe apoyar más a las bellas artes en las escuelas porque hay mucho talento que espera una oportunidad, quizás es lo único que tienen y pueden ayudarlos a ser mejores personas. Yo le aconsejo al sistema que siga trabajando en conjunto con las bellas artes y las una más a las diferentes materias de enseñanza”.
Para Mirla es importante la educación como vehículo de crecimiento y desarrollo; opina que los jóvenes deben aprender y exponer su creatividad.
“A los jóvenes de Puerto Rico les digo que estudien, que se preparen bien, que busquen más allá de la información que les ofrecen y que aprovechen cualquier oportunidad para exponer sus talentos”.
La artista asegura que no solo el sistema educativo debe estar comprometido con la educación sino que los padres son instrumentales en el desarrollo de los hijos, por eso la talentosa artista reconoce la gran aportación y el estimulo con que los suyos han impulsado su talento.
“Tengo el orgullo de decir que siempre he contado con todo el apoyo de mis padres, sin ellos, yo no hubiese podido llegar a donde estoy ahora”.
Mirla quiere servir de ejemplo motivador para otros jóvenes y cimentar un legado basado en la superación y la oportunidad.
“Mi legado para la posteridad es que se entienda y se respete el talento en los niños, y que se les ayude a formarse como buenos ciudadanos a través del mismo. Además, quiero ser un ejemplo de superación para otros jóvenes, porque no importa las limitaciones que tengan, siempre deben buscar las mejores oportunidades para superarse y lograr sus metas”.