El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), abrió una investigación en el día de ayer contra el gobierno de Israel y su ejército, por aparentes violaciones a las garantías individuales de la población palestina y a posibles crímenes de guerra cometidos contra dicha población. Al día de ayer, 695 palestinos, de los cuales el 75 por ciento son cíviles, el 20% son niños y niñas, han sido asesinados por parte del ejército israelí.
No se trata de la primera vez que Israel es investigado por alegadas violaciones al ordenamiento constitucional global, por vía de la ONU. No obstante, si es la primera vez que habiendo entrado en conflicto Israelí contra el pueblo Palestino, se da en un contexto donde las redes sociales tienen un valor distinto en el acceso y difusión del daño y dolor que se cause. En esta medida, reconociendo la gravedad de los sucesos que iniciaron hace menos de un mes, también es importante reconocer que a nivel de la difusión internacional, la inmediatez con que se reportan las explosiones, las víctimas, y sobre todo la pérdida de vida humana, desde el lado de los Palestinos, ha cambiado el curso de la opinión pública global. La respuesta de la ONU, por vía del Consejo de Derechos Humanos, es también representativa que las redes sociales tienen la capacidad de influenciar cuerpos cuya forma de proceder, más pausada, lenta y muchas veces en forma burocrática.
Lo que es curioso es que no vemos el dolor, más allá de las madres llorando a sus hijos, del pueblo israelita. Mediáticamente, y sobre todo a través de las redes sociales, de individuos o corporaciones, hemos visto cómo el pueblo palestino es víctima, y como las madres israelitas lloran a sus hijos fallecidos en combate.
Nos parece que la importancia de este orden mundial, en parte dirigido por las redes sociales y una nueva ética del bien común global, es promover un entendido similar para todos y todas en la humanidad, donde se respete la vida humana. En esta medida, hay que deplorar la forma vulgar e inhumana como el ejército israelí destruye la vida de personas indefensas en Gaza. La muerte es un dolor común que los vivos sufren, y donde el muerto simplemente deja de existir. Visto esto, hay que condenar también, como hoy lo plantea la ONU, el uso de los misiles por parte de Hamas, contra población indiscriminada. Reconociendo que la proporción de la vidas perdidas, es 200 veces más en el pueblo palestino que en el israelí, el peso de la crítica y respuestas debe concentrarse allí donde el daño es más agudo: en el ejército israelí y sus líderes.
Acá en el Caribe, en particular en Puerto Rico, ya ha habido varias respuestas a las cuales hay que prestarle atención. En particular la del grupo de Poetas en Marcha, junte creativo-civil-sindical, que ha creado una nueva mirada en el sentir colectivo de nuestros problemas sociales. El próximo 6 de agosto a las 6:30 p.m. en la plaza pública de Caguas, los poetas tendrán micrófono abierto en solidaridad con el pueblo palestino.
No al genocidio en Gaza. Hay que detener la violencia venga de donde venga en el mediano oriente. En particular, la violencia que ha generado el ejército israelí.
Crédito foto: Takver, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.es)