Es maravillosa la capacidad de sorprenderse ante la vida y que aun cuando estemos constantemente recibiendo información visual, auditiva, podamos generar la sensación de que siempre habrá algo que nos cause fascinación y admiración.
Así me sucedió al conocer la gestión sociocultural de Michelle y Lydela, conocidas como Las nietas de Nonó, que transcurre en la antigua casa de sus abuelos en el barrio San Antón en Carolina. Ahí, desde que en el 2011 comenzaron a habilitar la residencia, se reúne la comunidad para crear y producir intercambio cultural y artístico en el patio-taller.
Gracias a lo que podría ser una consigna: “¿qué quiero aprender? ¿qué puedo enseñar?", se produce una dinámica de manera orgánica, como la describió Michelle. Luego de un primer taller de teatro que reunió a jóvenes de la comunidad, la programación de actividades ha ido ampliándose.
Recientemente, finalizó el taller de verano que ofreció actividades de interés para niños y jóvenes, de forma gratuita en colaboración con distintos recursos conocedores del arte y la siembra, por ejemplo. Una de las particularidades de este ofrecimiento es que los asistentes escogen qué aprender cada día.
“Patio Taller siempre se está transformando”, expresó Michelle para agregar que se desarrolla de acuerdo a las necesidades de la comunidad y diálogos constantes con otros artistas. Siempre inclusivo y receptivo a la visita y la participación de otras comunidades, Patio Taller pretende la creación de propuestas pertinentes y relevantes también a la realidad de la Isla.
Por su parte, El residencial (residencia artística), que iniciará el próximo 8 de septiembre con una duración de dos semanas y que surge como una iniciativa de la artista Awilda Rodríguez Lora, brinda un espacio/hospedaje para llevar a cabo investigación y elaboración de propuestas artísticas, dispuesto tanto para creativos nacionales como internacionales.
“Somos fiel creyentes del proceso”, sostuvo Michelle, quien además indicó que “queremos que la comunidad pueda acceder a la gestación o al estudio que se ha hecho en el espacio”.
En cuanto a los eventos realizados en Patio Taller, la artista confirmó que el calendario se mantiene flexible para que constantemente puedan acontecer actividades.
Acerca de la reciente presentación del Manual del Bestiario Doméstico por Las nietas de Nonó, Michelle sostuvo que “es un trabajo que está vivo”, ya que con cada función ha ido evolucionando, aunque ha mantenido su estructura. La pieza, que podría ir desde el teatro al performance, relata el tema de la violencia y cómo a veces esta puede pasar desapercibida. “Abrir la nevera y que no haya comida es un acto de violencia”, afirmó la entrevistada. Es por ello, contó Michelle, que luego de cada función a los asistentes se les ofrecen alimentos, gracias también al apoyo del Departamento de la Comida.
La casa de Don Nonó y Doña Manuela, los abuelos de Michelle y Lydela, se ha convertido en un lugar de encuentro para promover la vida en comunidad. A ellas, a Las nietas de Nonó, queda agradecerles su entrega artística y creativa en el desarrollo sociocultural de la Isla.
Crédito fotos de Michelle y Lydela: Zuleira Soto-Román
Imagen 1- Michelle Nonó
Imagen 2- Lydela Leonor
Imagen 3- sala habilitada para el trabajo creativo