Empoderamiento mediante la alfabetización

Justicia Social

Muchas veces damos las cosas por sentado. La habitualidad puede hacernos perder la perspectiva de la realidad. Y lo cierto es que en materia de justicia social, aun lo que puede parecernos más cotidiano, no necesariamente ha estado al alcance de todos. 

Citando al pedagogo brasileño Paulo Freire y su idea de la educación para transformar, y al psicólogo Lev Vigotsky que afirmó cómo el lenguaje impacta al pensamiento y lo organiza, la coordinadora del proyecto psicoeducativo de alfabetización de adultos en el Centro de Acción Urbana, Comunitaria y Empresarial de Río Piedras (CAUCE), Ana Luisa Baca Lobera, sostuvo la importancia de la lectura y la escritura como política (actividad humana no partidista) personal de cada ser humano.

“Lo que te da la escritura y la lectura son herramientas cognitivas y, por lo tanto, mejores formas para pensar”, sostuvo la entrevistada, quien había sostenido que las personas deben tener la capacidad de comprender lo que leen y poder formar un juicio al respecto. Asimismo, Baca Lobera apuntó al mejoramiento de la realidad individual que permite saber leer y escribir y cómo esto impacta positivamente al ámbito familiar, laboral y comunitario. 

Sin embargo, en Puerto Rico, hay adultos que requieren alfabetización, esto por diversos factores, entre ellos porque no fueron a la escuela o desertaron. Según la Coordinadora, en el mundo hay aproximadamente dos mujeres por cada hombre que no saben leer ni escribir. Para el período 2007-2008 había unas 700 millones de adultos en el mundo sin alfabetización y se preveía que aumentaran a causa de las guerras, la inmigración y la injusticia social, de acuerdo a lo que indicó Baca Lobera. Por su parte, en Latinoamérica y el Caribe se estimaba unas 60 millones de personas que no sabían leer ni escribir.

No obstante, hay personas como la entrevistada, conocedora en psicología académica, que mediante su labor en CAUCE y el proyecto de alfabetización, que ya tiene nueve años de establecido, logran ayudar al empoderamiento de las personas que anhelan aprender a leer y escribir. Aquí es necesario señalar que CAUCE se estableció con el propósito de rehabilitar a Río Piedras en las áreas comercial, urbana, educativa y comunitaria.

“En ese momento no sabía nada sobre qué hacer para que una persona aprendiera a leer y escribir. Así que me puse a investigar qué se hace y qué no debe hacerse, qué cosas han resultado bien y qué no. Desde entonces lo que yo hago es conformar una investigación acción en la que soy sujeto de la investigación (acerca de cómo llegar a formarse como alfabetizadora de adultos)”, expresó Baca Lobera, que en el 2012 recibió el Premio Sor Isolina Ferré por parte de la Cámara de Representantes gracias al modelo psicoeducativo del proyecto.

De este modo, Baca Lobera, quien no se considera una maestra tradicional, explicó que lo realmente eficaz es lo que se denomina como lenguaje global. “No le tienes que enseñar el alfabeto para que aprenda a leer. Tienes que enseñar a leer leyendo y a escribir escribiendo”, dijo para agregar que a cada participante se le realiza primero una entrevista para conocer qué sabe, su grado de escolaridad y sus intereses que serán integrados en clase.

“Una persona que llega aquí por primera vez siempre tiene un trabajo de coordinación motora fina”, sostuvo, ya que a través de su experiencia ha notado la dificultad que se presenta en los adultos que nunca han escrito para realizar movimientos pequeños con el lápiz y hacer la grafía. Este proceso que Baca Lobera llamó "prealfabetización" pudiera durar dos meses aproximadamente y esto además incluye leerles en voz alta cuentos, poesías, fragmentos de novelas y artículos del periódico, por ejemplo, para que reconozcan a su vez las posibilidades de recursos que brinda la literatura.

La Profesora, que cuenta con un grupo de voluntarios que son adiestrados constantemente, mencionó que aun cuando la clase es colectiva, se emplea el tiempo para trabajar desde la individualización. Inspirada en el método Montessori y en objetos como el alfabeto móvil que ella ha adaptado, Baca Lobera procura integrar diversas materias como biología, geografía, matemáticas y ciencias sociales para lograr una relación entre el conocimiento, que además incorpora asuntos y temas cotidianos.

En relación a las particularidades demográficas de los asistentes, mencionó que en un principio solamente asistían mujeres dominicanas desde los 60 años de edad en adelante. No obstante, la edad se fue reduciendo y comenzaron a participar también varones. Actualmente, Baca Lobero confirmó que asisten cada vez más puertorriqueños, especialmente hombres.

Acerca de las clases que siguen un modelo curricular diseñado por la entrevistada, estas se ofrecen en horario nocturno tres días a la semana por dos horas diarias y está previsto, considerando aquí las necesidades individuales, que pueda desarrollarse el proceso de alfabetización en nueve meses.

“Después de esos nueve meses yo tengo toda la confianza de que esa persona puede ir al Departamento de Educación y hacer un examen de ubicación para quinto (grado), sexto, séptimo”, manifestó y agregó que “siempre estoy muy impactada (al preguntársele sobre alguna experiencia notable), por eso siempre estoy trabajando aquí con mucho entusiasmo. Les cambia (a los participantes) la forma de hablar, empiezan a integrar un montón de palabras a su vocabulario mucho más sofisticado y empiezan a vestir diferente, eso es bien interesante”.

Recordando que alguno de los participantes le dijo que “aprender a leer y escribir era como despertar de un sueño”, Baca Lobera aseguró que “el aprendizaje de la lectura y la escritura empodera de una forma impresionante”.

Si desea asistir al proyecto de alfabetización o quiere convertirse en voluntario, llame al 787-282-7775.

Crédito foto: Brandi Redd/Hometown Beauty, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/deed.es)