El aplomo escénico, la chispa del verso negrista y la cadencia del cuerpo por la fogosidad del ritmo cadencioso del tambor convierten la presentación del poeta y versador, Víctor Madera, en un evento mágico que nos transporta a un batey negro y nos suma al baile de bomba.
Verlo ensayar para su próxima presentación, que será el sábado 30 de agosto a las 7 pm en el teatro Municipal de Lajas, es tan solo un entremés de lo que será un homenaje a la aportación negra a la cultura puertorriqueña. El Ballet Teatro Guaitiao, dirigido por la profesora Aida Baez, interpretará bailes de bomba, mariyandá y plena para enriquecer el espectáculo, “Tambores Sagrados: Espíritu Africano en el Verso Negro”.
Madera, quien ha sido comparado con el Faraón del verso negro, Juan Boria, transforma cada verso en una actuación teatral, les imprime vida a los personajes y gesta catarsis con su público hasta integrarlo en lo sublime de la realidad poética.
“Me gusta la poesía negrista porque es una obra teatral en verso que te lleva a través de las emociones del ser humano y es a su vez una lección de vida”, dice Madera. “Te permite inyectarle energía al personaje, sacar lágrimas y risas del público, te invita a pensar y a meditar y al final, hay una enseñanza que si la aprendes bien te ayuda a mejorar tu existencia”.
Las presentaciones del versador son acompañadas por el repique de panderos y el toque de tambores. Madera explica durante sus presentaciones la historia del verso negrista y las aportaciones del negro a la cultura puertorriqueña y caribeña.
“Se desconoce la historia negra. En las escuelas pasamos desapercibidos, ni si quiera se enfatiza la negritud de próceres como el maestro Rafael Cordero, de Albizu, del Dr. Barbosa. Tal vez, sin querer queriendo, le roban la autoestima a muchos jóvenes negros y jóvenes mezclados puertorriqueños”.
El poeta incluye en sus espectáculos poemas antillanos, cubanos, dominicanos, venezolanos, panameños y puertorriqueños.
“El verso negro es el espíritu del Caribe. Encuentras expresiones del mismo en toda la cuenca, sin importar el idioma. El verso es la historia del negro, del esclavo, del liberto, del patriota, del ciudadano común… Lo importante del verso es que recolecta las vivencias históricas y la chispa jocosa negra”, afirma el poeta y declamador.
“El ensayo es magistral”, afirma Elba Pérez. “Madera es genial. Domina todos los aspectos de la escena y te mantiene captivo”.
El joven universitario, Kevin Sánchez, se mostró sorprendido ante la multiplicidad de aportaciones que han hecho los negros a la cultura puertorriqueña.
“Aprendí mucho durante este ensayo”, dijo Kevin Sánchez. “Desconocía la historia del verso negro y su amplitud caribeña”.
Madera, natural de San Germán, ha hecho presentaciones a través de toda la Isla, dejando a su paso una fanaticada que valora su creatividad y talento.
“Madera enfatiza cada verso con contoneos de su cuerpo, te integra al poema y te hace vivir la experiencia. Te eleva en la catarsis de la poesía; es todo un gran acto teatral”, asegura Nancy Vargas, quien ha visto al declamador en varias ocasiones.
Madera vive orgulloso de su acervo negro, pero también de las aportaciones que otros grupos nacionales han hecho a la cultura puertorriqueña.
“La cultura está integrada por microculturas que enriquecen el acervo nacional. Soy negro, escribo poesía negrista y criolla, donde ensalzo la grandiosa diversidad de nuestra Patria”.
El folklorista e historiador Edwin Albino Plugues, gran admirador de Madera, expresa que el artista es un “verso hecho actuación”.
“Madera vive la poesía. Se hace uno con el verso; es un verso hecho actuación”, enfatiza Albino. “Madera educa con su poesía. Sus presentaciones son talleres educativos que rescatan la aportación negra y estimulan el orgullo nacional”.
Albino Plugues, tal vez uno de los folkloristas más versados en la historia del negro puertorriqueño, nos llevó por un viaje histórico sobre la migración forzada del negro desde África hasta América. Nos hizo crear conciencia del dolor de un pueblo que fue humillado, pero jamás vencido.
Albino indicó que la historia de la negritud puertorriqueña siempre ha sido motivo de controversia, asegura el folklorista e historiador Edwin Albino Plugues, quien nació en un cuartel de negros en la antigua Central Igualdad.
“En la escuela, en la historia, en los coloquios, la figura del negro siempre ha sido ridiculizada. Se ha tratado de borrar la contribución del africano y se le ha tratado de presentar como un ente pasivo dentro de la formación nacional”, dice el historiador y folclorista. “Las rebeliones negras en la isla, la aportación del negro en los diferentes renglones de la nación, su aporte cultural ha sido minimizado por no decir que ignorado”.
Enfatiza Albino Plugues que “es en la educación donde nadie puede negar que el padre de nuestro sistema educativo es un negro, el maestro Rafael Cordero”. Asegura que la compasión y la sapiencia del maestro Cordero Molina para con los hijos de los blancos ricos que acudían donde él en busca del pan de la enseñanza y la lealtad de sus discípulos no pudo opacar su grandiosidad.
“El primer educador del país lo es el maestro Rafael Cordero Molina. Fue profesor de los más grandes pensadores del Puerto Rico decimonónico. Sin embargo, pocos saben que es considerado venerable por la Iglesia Católica y que existe un movimiento para convertirlo en santo”.
Enriqueció su presentación con música y cantos creados por los negros en Puerto Rico. Presento una colección de los diversos instrumentos musicales creados por los africanos y su uso en nuestra tradición musical. Demostró un gran dominio de la marimbula, instrumento de cuerdas creado por los negros para acompañar sus cantos.
Los diferentes toques de tambor y el magistral repique del pandero tocado por Albino hicieron mover el esqueleto a la mayoría de los presentes.
Foto: Suministrada