La Doctora y la gente del hospital

Justicia Social

"La Doctora tiene un problema de manejo de la ira”, dijo el doctor Ibarra, expresidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico. Una doctora le grita a los pacientes que esperan servicios en la sala del Hospital Regional de Bayamón. Entre las cosas que dice es que si oyen a Daddy Yankee son unos ignorantes. Y todo el mundo sabe lo que dijo, y muchos miraron al piso y dijeron, unjú. Y la sonrisa de Lloréns se asoma ante la crítica agria de la clase alta luchando contra la ignorancia y todo lo malo que hay en el mundo. La Doctora, que está preocupada por el bienestar del pueblo, dice que cojan un periódico, para que no sean ignorantes, que ella paga la reforma de salud, que ella se “escocotó” estudiando en el Recinto de Ciencias Médicas para venir a bregar con esa gente, y la gente la miró, se rió de ella y dijo, “esta no se tomó las pastillas hoy”.

La Doctora se “escocotó”, y la palabrita, ¿la aprendió tomando vinos caros en la escuela de Ciencias Médicas? La expresión más pueblerina no podría ser, ¡qué raro!, ¿No? En el contexto en que la que Doctora se expresa de ese modo coloca la lucha de clases en medio de la discusión. No importa que algunos sectores quieran creer que se trata de una anomalía del sistema, que todos los doctores son buenos, atienden a los pobres con amor y no odian a los que utilizan la reforma. “Y odio a esos vividores…” Me dijo una joven, hace unos años, con los ojos saltones y colorá. ¿Y tu papá a qué se dedica? “Es médico y yo veo a esa gente, vagos vividores, todo el tiempo por que mi papá tiene un ‘HMO’ con la reforma.” Entonces el papá de la nena, colorá y todo, vivía del Gobierno pues tenía un contratito con la reforma de salud. “Tu vives de esos pobres, vividores como dices, nena…” Se acabó la discusión.

La Doctora estudió en Ciencias Médicas, es decir que estudió en un sistema subsidiado por el Gobierno. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la Doctora que estudia con subsidios y la gente a la que atiende que tiene el plan de la reforma? La Doctora estudió ahí por opción, la mayoría de sus clientes de la reforma, si pudieran, tendrían otro plan. No son pobres por que les da la gana o por que son “vagos vividores”, aunque algunos bajen la mirada y digan “unjú”. La pobreza es fruto de su propia opulencia. La Doctora lo sabe, ellos son pobres por que tú eres rica, y eso es lo que le duele.

Ella trabaja para un “HMO”. Una organización de médicos que se caracteriza por restringir el acceso de sus clientes a servicios de calidad. Funciona así, un cartel, tienes un médico primario, tu “HMO”, él decide cuándo y a cuáles especialistas puedes ir. Como el médico recibe un pago mensual por tu cabeza, ¿será por eso que se llama “capitation”?, la inclinación del médico es enviarte lo menos posible a especialistas por que si te envía gana menos. El Lexus tiene que ser pagado. Y la Doctora, “escocotá”, trabajaba para un “HMO”, y no era feliz. Ese día no se tomó las pepas, como dijo la directora de la obra, y decidió decir lo que sus pares piensan, pero lo dijo en voz alta, frente a una cámara. Y se “escocotó”, literalmente. Aunque algunos siguen bajando la cabeza diciendo, unjú.

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