La ONU, la reconciliación y el abuso de poder de la policía

Justicia Social

En el encuentro de expertos sobre el tema de reconciliación y manejo de conflictos, por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el tema de la reconciliación de las víctimas y los victimarios adscritos a la policía, fue un tema obligado el cual fue discutido. En la jornada que sesiona en Johannesburgo, del 2 al 4 de septiembre de 2014, el injusto asesinato del joven afro-americano Michael Brown, el pasado 9 de agosto a manos de un policía blanco, Darren Wilson, en el poblado de Ferguson, Misuri, fue un asunto discutido por los expertos.

Ahora bien, ¿será posible reconciliarnos, en Ferguson o en San Juan, con un cuerpo policiaco que ha abusado de los derechos del pueblo? Es curioso, pero la conversación versa sobre la posibilidad de que el victimario, o violador de derechos, tenga la posibilidad de encontrarse con su víctima, y le pueda pedir disculpas o perdón. La reconciliación, por extraña que parezca, constituye la posibilidad de que dos personas en conflicto, encontradas por el abuso cometido por una parte contra la otra, tengan la oportunidad superar las diferencias y poder convivir nuevamente en pacífica armonía.

El problema con lugares como Ferguson, Misuri, por ejemplo, es que la trayectoria de abuso de autoridad por parte de la policía, no se limita a lo acaecido el pasado 9 de agosto. Se trata de un patrón de conducta de abuso de poder, el cual ha creado una historia (hechos fácticos) y una memoria colectiva (los recuerdos de la población) que trascienden el evento particular. Es decir, para sanar y superar los desafectos y heridas en la población negra de Ferguson, se necesita de un proceso que combine, la verdad, la justicia, y un proceso bien pensado de reconciliación entre las partes encontradas.

Lo discutido en esta jornada de expertos, nos trae a los difíciles años del 2010 y 2011, cuando la Policía de Puerto Rico se excedió en el uso de la fuerza contra los estudiantes del sistema de la Universidad de Puerto Rico. Lo acaecido en dichos años, produjo una investigación por parte del gobierno federal, y de facto poner en sindicatura a la polaca del país.

Luego de iniciarse la llamada reforma, durante el año 2014, la policía ha sido llevada a un proceso de restructuración interna, que debe dejar resultados positivos en unos años a dicho cuerpo. Ahora bien, ¿qué hacemos con la historia y la memoria colectiva de los abusos cometidos? ¿Cómo ayudamos a las víctimas a sanar por el dolor causado por dicha jornada de violencia institucional?

Nos parece que la ONU por vía del PNUD y el encuentro de expertos en Johannesburgo, nos sugiere que más allá de las reformas, hay que trabajar el dolor de las víctimas. Este es el gran reto para Ferguson, Misuri y Puerto Rico. La hoja de ruta está definida. Ahora, el pueblo pide acción.