¿Para qué necesitamos una comisión electoral fuera del año electoral?

Justicia Social

Ahora que nuestros líderes están hablando de nuevo de reforma electoral, me pregunto para qué necesitamos mantener la Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico fuera de años electorales. Esa es la primera pregunta que debemos contestar si vamos a hablar de ningún tipo de reforma electoral, especialmente en malos tiempos económicos.

Cuesta casi $40 millones al año operar este aparato burocrático, que poco aporta en nuestras vidas día a día. ¿No sería mejor activarlo solo el año de elecciones generales? Se me ocurre sólo una razón para mantener esta comisión operando a tiempo completo en los años entre elecciones: el que el Gobernador proponga una reforma electoral.

La pasada administración del Partido Nuevo Progresista (PNP) liberalizó el proceso para que se inscribieran más partidos. Bajó de 100,000 endosos a 48,000 la cantidad necesaria para que un partido se inscribiese, y eliminó el requisito de que cada endoso tuviese que ser notarizado. El razonamiento detrás del plan es que mientras más partidos hubiese, más votos se restarían de la cantidad de votos del ahora oficialista Partido Popular Democrático (PPD).

En Puerto Rico los partidos políticos suelen dividirse por preferencias de estatus. El PNP es el partido que representa la estadidad. Las elecciones generales se dividen entre el PNP y el PPD, cuya línea oficial es favorecer el actual estatus territorial con los Estados Unidos. Muy por detrás está el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), que sin embargo es uno de los partidos tradicionales. El PIP se fundó en los años 1940 y aunque ha perdido su franquicia electoral en varias elecciones, siempre logra reinscribirse.

Dos partidos nuevos se presentaron en las elecciones de 2012, el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y el Movimiento Unión Soberanista (MUS). También se presentó el Partido de Puertorriqueños por Puerto Rico, otro partido minoritario que había participado en las elecciones previas. En este territorio norteamericano existe un grupo de votantes que simpatiza con la independencia (o por lo menos que favorece más soberanía), pero que vota por el PPD para evitar que el asimilista PNP gane las contiendas generales. Este es el fenómeno que se conoce como el “melanismo”, en alusión a los colores de la sandía, que es verde por fuera y rojo por dentro. Precisamente, el verde es el color del PIP y el rojo el del PPD.

Ahora que el PPD está en el poder, le conviene que los votantes más liberales tengan menos opciones. El gobernador Alejandro García Padilla ha presentado un plan de reforma que hace más difícil que partidos minoritarios no solamente se puedan inscribir sino aunar fondos para hacer sus campañas. El gobernador favorece un plan mediante el cual los partidos tienen que aportar cierta cantidad de dinero para poder clasificar para recibir fondos públicos. Es una idea astuta de parte de los populares si pensamos que aún bajo una economía en declive y un gobernador antipático (Luis Fortuño) el PPD ganó por un margen por debajo de los 11,000 votos de alrededor de dos millones contados.

Separadamente, el profesor Rafael Bernabe del PPT y María de Lourdes Guzmán del MUS se pronunciaron ayer en contra de la propuesta de García Padilla. Los dos líderes creen que el dinero para las elecciones generales debe proceder de un fondo público ya que mientras más se dependa de aportaciones privadas más se abre la puerta a la corrupción. Los únicos dos partidos que tienen la fuerza de valerse de vastas aportaciones privadas son el PNP y el PPD.

El problema con esta presunta reforma es que si gana el PNP las próximas elecciones, probablemente revertirán todos los cambios que traiga la nueva ley electoral. El PNP quiere más partidos para diluir los de la oposición principal, y el PPD quiere imposibilitar que hayan más partidos. Es un juego político que se repite. ¿Para estos juegos políticos es que queremos una Comisión Estatal de Elecciones a tarea completa y permanente?

 Crédito foto: ProtoplasmaKid, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)