San Vicente y las Granadinas celebran su independencia

Justicia Social

El 27 de octubre de 1979 San Vicente y las Granadinas, una colonia británica en el Caribe, se independizó. Luego de haber adquirido la autonomía bajo el sistema británico en el 1969, diez años después la isla logró la independencia de un imperio en decadencia. Una de las lecciones que nos dan las islas británicas y sus procesos de independencia es que se trata de procesos promovidos por el imperio ante la debacle de su poder. Interesante, Estados Unidos, tanto en el caso de San Vicente como de Belice en 1981, miraba con recelo dichos procesos. El acuerdo entre ambos imperios, el decadente imperio británico y el de los Estados Unidos, era que este se encargaría de asegurar la estabilidad de la región, como lo haría posteriormente con la invasión de Granada en 1983.

Luego de que se comprende que la independencia del Caribe Británico está relacionada con la decadencia del imperio podemos dar el próximo paso. ¿Cómo se configura el proceso de independencia? En el caso de Belice, y otros, no se celebraron referendos ni plebiscitos. Las elecciones formales sirvieron de fundamento para alegar que existía un apoyo popular a favor de la independencia. Realmente, estos territorios nunca tuvieron la alternativa de convertirse en estados, provincias o dependencias, en el caso británico. La única opción que tenían era ser colonias perpetuamente o convertirse en naciones independientes a la larga.

En el 1969 San Vicente adquirió el estatus de Estado Asociado de Gran Bretaña. Esta estructura se estableció en función de la ley conocida como El West Indies Act de 1967. Dicho estatuto estableció una estructura gubernamental que le daba autonomía interna a las islas del Caribe, pero que dejaba en manos británicas el control de las relaciones internacionales y la economía, algo no muy distinto a las propuestas del ELA mejorado. Luego de varios intentos de lograr algún acuerdo federativo entre las islas del Caribe Británico, y la independencia de Barbados y Trinidad y Tobago, los británicos se vieron forzados a establecer un sistema de autonomía diseñado para empujar a los territorios a la independencia. Algunos de los territorios decidieron no adoptar este estatuto y se convirtieron en “Crown Colonies”, como en el caso de Bermuda hoy en día, otros adquirieron dicho estatus, pero se independizaron en un período de unos diez años.

San Vicente, hoy un país independiente, con una población de 103,000 habitantes y una economía que produce un ingreso per cápita de unos 11,000 dólares se dirige al desarrollo de un sistema republicano de Gobierno. Luego de la independencia San Vicente se convirtió en parte de la Mancomunidad de Naciones Británicas. Esto le convierte en vasallo de la Reina de Inglaterra, junto a Australia y Canadá. El 25 de noviembre de 2009 se llevó a cabo un referendo para tratar de reemplazar la Constitución vigente por una forma republicana de Gobierno, sustituyendo a la Reina Elizabeth por un presidente electo. Dicha propuesta obtuvo el 43 por ciento de los votos y no prosperó. San Vicente y las Granadinas, ante su independencia, se dirigen hacia el reconocimiento de su futuro como parte de una comunidad de naciones, ahora en el Caribe, que cada día adquiere una mayor conciencia de su importancia y de la necesidad de construir una comunidad caribeña de estados republicanos más fuerte y estable. Ese es el futuro que marca San Vicente y el Caribe en general.

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