Dimes y diretes por las Fiestas de las Calle San Sebastián

Economia Solidaria

La semana que viene entramos en otra edición de la Fiestas de la Calle San Sebastián en el área antigua de San Juan, pero esta vez hay un detalle: ese año hay un pleito en los tribunales que servirá de preámbulo a las Fiestas. 

Un ente que se denomina Comité de la Calle San Sebastián alega tener poder casi absoluto sobre la organización y (el dinero recibido) en las llamadas Fiestas, que comenzaron hace décadas como un tipo de festival cultural en honor al santo. En las cuatro décadas que lleva la celebración, el evento se ha convertido en una fiesta de cuatro días repleta de alcohol. 

Es cierto que hay artesanos y grupos musicales en las Fiestas, pero vamos, durante el evento una muchedumbre inimaginable acude al Viejo San Juan a beber y quizás a bailar y comer. Claro, las Fiestas tienen sus detalles como la parada de los “cabezudos”, que presenta un desfile de personas disfrazadas con unas máscaras enormes. El área de la ciudad, que data del siglo XVI, sencillamente se convierte en una zona de actividad desenfrenada. 

Un grupo llamado “Comité Fiestas de la Calle San Sebastián” ha acudido al Tribunal de Estados Unidos en Puerto Rico para proteger una interferencia del Gobierno de la capital de San Juan, que ha adoptado un reglamento para el evento. El grupo alega que la alcaldesa Carmen Yulín Cruz, al intentar reglamentar el evento, les cohíbe de celebrar lo que alegan es una fiesta religiosa. En juego están los permisos otorgados para el expendio de mercancía (esto incluye bebida) y los espectáculos musicales. Parece que a los supuestos organizadores les molesta que el Municipio intervenga, a pesar de que tiene que encargarse de limpiar el desastre de basura que queda en las calles cada mañana y proveer la seguridad para el evento.

Resulta que el reglamento aprobado para las Fiestas y cualquier intento del Municipio de devengar ningún ingreso del evento atenta contra la libertad religiosa de los organizadores. No se rían muy duro. La pregunta que se cae de la mata es: ¿que tiene que ver vender bebidas alcohólicas y comer fritangas con el susodicho santo o con cualquier santo que se les ocurra? Da risa de veras. Pero lo que pasa es que hay mucho dinero involucrado y las Fiestas se han convertido en una industria.

La demanda que alega trangresiones constitucionales de parte del Municipio también busca proteger los nombres “Fiestas de la Calle San Sebastián”, “Fiestas de la Calle” o “San Se” como marcas protegidas. Las violaciones al derecho a emborracharse, perdón, de observar el motivo religioso llega hasta la contratación de las bandas que amenizarán el evento, así como decidir el horario de las Fiestas.

Todo esto es cuestión de lucro. Pero, ¿quién autorizó a este comité a apropiarse de toda una zona al punto de controlar la reglamentación del evento? Parece que con acudir al Departamento de Estado e inscribir el nombre de una calle como una marca se determina el uso que se le de a esa calle. Pienso inscribir mi nombre en el Departamento para que cada vez que se mencione me tengan que pagar una regalía o por lo menos pedir permiso antes de pronunciarlo. Estos son los extremos absurdos del capitalismo.

Hoy comienza el proceso judicial. La demanda a la vez pide un interdicto al Tribunal como un juicio por jurado para dirimir los asuntos en controversia. Salud a los residentes del Viejo San Juan que tienen que soportar este alboroto por cuatro días y a la vez al susodicho comité. Espero que del Tribunal salga una decisión sobria.

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