¿A quiénes beneficia la reforma contributiva?

Economia Solidaria

Todo el mundo está de fiesta. Van a eliminar las planillas; casi nadie va a tener que pagar contribuciones sobre el ingreso personal, al menos aquellos que ganen menos de 35 mil dólares al año o los matrimonios que ganen menos de 70 mil. Y en medio de la algarabía alguien pregunta lo que es lógico, ¿y cómo se va a pagar el Gobierno? El silencio se apodera de todos y en medio de la fiesta se olvidan del hecho de que hay que pagarlo de todas maneras, así que los millones que no se van a colectar de su trabajo de algún otro lado va a salir. La propuesta es sencilla: el IVA (Impuesto al Valor Añadido). Como nadie comprende qué es eso, miramos al otro lado y nadie nos acaba de responder. ¿Cómo se va a pagar el Gobierno? La propuesta general es pasar de un sistema contributivo basado en el trabajo a uno basado en el consumo. El IVA se va a colectar como se hacía con el arbitrio general del 6.6 por ciento, o algo así.

Según el Departamento de Hacienda, el IVA se fiscaliza a sí mismo, pues se cobra desde arriba, eso literalmente dice el documento del Departamento, “en todos los niveles de la cadena de producción”. ¿Significa esto que los comerciantes van a dejar de ser agentes de Hacienda colectando el IVU? ¿Ya no vamos a imponerle a los pequeños y los medianos comerciantes la carga de la recaudación del IVA? Si la reforma implica que los comerciantes, que ya bastante mal que les va, no van a tener que estar trabajando para Hacienda entonces es un avance. Claro que la pregunta sobre cómo es que se va a cobrar el IVA y de cuánto va a ser, todavía está en el aire. Lo que sabemos que no es posible es eliminar todos los impuestos, pues los servicios gubernamentales hay que pagarlos.

Puerto Rico está experimentando un declive poblacional significativo. Estamos envejeciendo a una velocidad nunca imaginada y perdiendo población de forma tal que llegaremos a los 3 millones dentro de unos diez años. Las características demográficas de Puerto Rico son semejantes a las de los fenómenos europeos conocidos como un invierno poblacional, menos nacimientos, menos muertes, más viejos y menos jóvenes. Esta realidad poblacional fue siempre añorada por el imperio, desde el gobernador Arthur Yager, quien lo propuso en 1915 -la solución al problema de la pobreza era reducir la población- hasta Rafael Hernández Colón, quien en la Nueva Tesis propuso que el control de la población y de la inmigración era parte integral del desarrollo nacional. Esta fue la política oficial del Estado Libre Asociado y de Estados Unidos desde que nos invadieron: reducir la población. Ahora se dan cuenta de que el proyecto era una locura y se arrepienten.

La nueva realidad poblacional implica que hay menos gente trabajando, por eso es que hay que imponer menos contribuciones al trabajo y más al consumo. ¿A quién beneficia la reforma contributiva? La respuesta a la pregunta no es sencilla; lo que sí sabemos con certeza es que no beneficia a los viejos que viven de su seguro social, ya que su consumo será aumentado en un 3 o 4 por ciento. Esto se debe a que si el IVU deja de existir, pero se impone el IVA a un 10 por ciento, el costo de vida de los viejos aumenta en un 4 por ciento, para un sector de la población que vive en situaciones casi de miseria, en un país pobre donde nunca se les incentivó a ahorrar, ni se incentivó las pensiones de retiro, y donde los patronos simplemente los dejan ir sin más. Tendremos a una población cada vez más pobre que a su vez requerirá mejores y mayores servicios públicos. Esta es la paradoja, no podemos reducir el tamaño del Gobierno porque las poblaciones envejecientes requieren más servicios públicos, de salud, de transportación, de vivienda, pero tendrán menos ingresos, incluso dichos ingresos serán menores por la imposición del IVA. Así que en la próxima fiesta por la eliminación de la planilla a la que asista piense en el efecto de dicha reforma en la vida de sus padres.

Crédito foto: U.S. Navy photo by Mass Communication Specialist 3rd Class Marcus Surorez, Wikimedia Commons, bajo licencia de dominio público