La receta neoliberal de Fortuño, ¿el futuro del PNP?

Economia Solidaria

El exgobernador Luis Fortuño, quien fuera derrotado por Alejandro García Padilla en noviembre de 2014, opinó que el IVA es malo para la economía de Puerto Rico. Las declaraciones fueron realizadas en una conferencia de prensa luego de haber participado en un foro empresarial en la UMET (Universidad Metropolitana), donde compareció junto a Rafael Hernández Colón. Fortuño, rodeado de empresarios, alegó que el IVA es malo porque en primer lugar le añade un costo transaccional al hacer negocios en Puerto Rico.

Los fundamentos ideológicos de la opinión de Fortuño, quien hizo referencia a la necesidad de generar actividad económica, se asomó cuando dijo que lo que había que hacer es bajar las contribuciones, no aumentarlas. Estas expresiones son significativas por la experiencia del cuatrienio pasado donde para generar esa actividad económica se le impuso una cuota a los estudiantes de la Universidad, los cuales fueron agredidos y a quienes se les violaron sus derechos civiles cuando se manifestaron frente al Capitolio en el verano de 2010. Esa misma administración, para generar actividad económica, redujo el tamaño del Gobierno, despidiendo a miles de empleados públicos y generando una gran incertidumbre social y laboral que ha provocado la gran migración que estamos experimentando. Esa misma administración agotó el margen prestatario de COFINA, dejando al Gobierno sin crédito para operar en el futuro.

Las casas de crédito son los expertos a nivel global, según Fortuño, y ellos evaluaron positivamente su desempeño como gobernador, según sus declaraciones. Esto es importante no perderlo de vista porque los intereses de Fortuño no están alineados con los intereses del pueblo trabajador de la Isla. Las casas de crédito no están pensando en los trabajadores cuando hacen sus recomendaciones; están pensando en los bonistas. Esas casas, los expertos según Fortuño, sirven a los intereses del capital, del Gran Capital, el mismo que destruyó nuestro desarrollo económico a principios del siglo XX, imponiendo el monocultivo, con la ayuda de los gobernadores impuestos por los presidentes de Estados Unidos. Esas casas de crédito no consideran el impacto de las medidas económicas impuestas siempre y cuando promuevan el bienestar de sus clientes que son los bonistas. Esas casas de crédito son las mismas que causaron la gran depresión de 2008, debacle por la cual aún nadie ha pagado la responsabilidad.

“Puerto Rico necesita crecer y el Gobierno necesita achicarse, así de sencillo”, dijo Fortuño. Esas declaraciones, que cuentan con el apoyo de sectores empresariales, los mismos que compraron los servicios de Carmen Jovet, la mujer noticia, y de otros supuestos artistas de la Isla el domingo pasado, indican la misma dirección que ya tomó el Partido Nuevo Progresista bajo Fortuño, privatización, despidos y represión. ¿Es ese el futuro que anuncia el PNP ante la situación actual? “La salud fiscal que hay que proteger es la del sector privado, no la del Gobierno”, según Fortuño. Así se anuncia la campaña del nuevo PNP, que los ricos sean más ricos y los demás que se vayan a Orlando. Esto es así porque el resultado de las políticas de Fortuño no es otro que empujar a la población a abandonar la Isla para que el sector privado, lleno de contratos y de contactos en el Gobierno, se siga enriqueciendo. Lo interesante es que ese mismo sector privado que tiene que crecer, según Fortuño, no puede sobrevivir un solo día sin los contratos que el PNP les da en cada una de sus administraciones. Esa es la receta neoliberal. El IVA es malo porque el sector privado tiene que crecer. El sector privado solo crece si no se imponen más impuestos, pero para ello lo que hay que hacer es achicar al Gobierno. Achicar al Gobierno implica despidos y reducción de servicios. Si no puedes pagar la escuela privada, claro el amigo de Marista de Fortuño sí va a poder porque le van a dar un contrato de diez millones por hacer nada, pero usted, sí, el de clase media, si no puede pagar el colegio, mande al nene a una escuela pública, si no váyase a Orlando. Reducir servicios y achicar al Gobierno es una receta de austeridad, es ideología a la máxima expresión y representa un viraje radical a la derecha. La pregunta que habría que hacer es si esa es la receta de Ricardo Rosselló. ¡Dios nos coja confesaos!

Crédito foto: Office of United States Congressman Luis Fortuño (R- Puerto Rico), Wikimedia Commons, bajo licencia de dominio público