En Puerto Rico hay empresas catalanas y españolas. Pero prácticamente todas son grandes. De catalanas, serían claros ejemplos Abertis y Gas Natural Fenosa. De españolas, Acciona, Mapfre o el Santander. Pero la isla caribeña, que tiene un estatus único de estado libre asociado a los Estados Unidos, quiere captar más inversión, entre otras cosas para enderezar su economía.
El País quiere captar empresas que quieran una puerta de entrada a los Estados Unidos.
Ahora Puerto Rico quiere atraer pequeñas y medianas empresas. Por eso los responsables económicos del Gobierno de ese país han hecho una gira por Catalunya. Se han reunido en Barcelona con posibles inversores, por ejemplo en un encuentro organizado por el despacho Quatrecasas, u otra con empresarios de diversos sectores en el Hotel Grand Marina.
El objetivo es captar inversiones. El anzuelo es el atractivo impositivo de Puerto Rico, prácticamente un paraíso fiscal, pero que se convierte en la puerta de entrada, quizás la de atrás, a un gran mercado como el de Estados Unidos. Los impuestos a las empresas se limitan a un 4 por ciento de los ingresos netos, mientras que las personas físicas (individuos o profesionales) que se hagan residentes pueden tributar a un 0 por ciento hasta el 2035. Las ventajas eran hasta hace dos años solo para las empresas manufactureras, pero ahora también se pueden beneficiar las empresas de servicios. Una modificación que ya ha llevado a alguna empresa de aquí (Catalunya) a instalarse en Puerto Rico, como Seeliger y Conde, que el verano pasado abrió allí oficina.
Otra ventaja importante es que la importación de materias primas no está gravada si se utiliza para la elaboración de producto acabado en la Isla. Esto, en algunos casos, abarata mucho los costos. El secretario de Fomento Económico de Puerto Rico -equivalente local a ministro de Economía-, Alberto Bacó , ha encabezado la misión que ha venido a Barcelona a captar inversiones. Bacó resume, en una entrevista con este diario, las ventajas que ofrece la Isla, además de los incentivos fiscales: personal preparado y barato, y buenas infraestructuras.
El Secretario se esfuerza por explicar que Puerto Rico "es más competitivo que Miami para las empresas españolas", porque tiene autonomía fiscal, personal tan preparado o más que el de Florida y "un 60 por ciento más barato" y, sobre todo, porque los puertorriqueños, dice, "son biculturales". "Nacen hispanos, el español es la primera lengua, pero todos tienen el inglés como segunda lengua y han crecido en un sistema legal absolutamente norteamericano".
Un buen encaje
Alberto Bacó reconoce que hasta ahora habían intentado captar inversores solo en Madrid y de la mano de grandes compañías como Mapfre o el Banco Santander. Pero ahora quieren empresas pequeñas y medianas y por eso han hecho la primera incursión en Barcelona, donde abundan.
Cualquier sector puede ser bien recibido en Puerto Rico, dice, pero argumenta que la Isla es muy competitiva en algunos campos muy presentes en Catalunya, como el farmacéutico, ya que las diez primeras compañías del mundo están instaladas allí (en Puerto Rico), los servicios de valor añadido, las empresas de material médico y científico, el sector agroalimentario -Puerto Rico ya es la puerta de entrada de muchos vinos españoles- y el sector hotelero, ya que aunque está en el Caribe el turismo solo supone un 6 por ciento del PIB. Según el Secretario, farmacéuticas y alimentación tienen la ventaja que las autorizaciones puertorriqueñas son válidas en los Estados Unidos.
Traducción de Bruno Ferrer.
Diario Ara, Barcelona 15 de marzo, p. 33
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