AEE enfrenta a los bonistas y defiende los intereses del pueblo boricua

Economia Solidaria

Lo obvio no se cuestiona: pero Lisa Donahue, la oficial de reestructuración que se instaló hace menos de un año en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico, ha asumido la posición pública de que lo que es bueno para los bonistas no es necesariamente bueno para los intereses del pueblo de Puerto Rico. Esto se dice continuamente por ella y nadie le presta atención. Más atención se le presta al hecho de que su salario empresarial ronda los $9.1 millones de dólares mensualmente, por un contrato que en principio finaliza este próximo 15 de abril.

Lo interesante es pensar cómo los sistemas de información de prensa y mediáticos, todos controlados por el capital transnacional o corporativo nacional, siguen enfatizando que los bonistas tienen la razón mientras la AEE, por conducto de Donahue, no la tienen. Recientemente, Donahue se opuso a la postura de los bonistas de privatizar la producción eléctrica en Salinas, trayendo a la multinacional General Electric. Es curioso, pero fue Donahue la que se opuso. Se opuso a la privatización. Mientras esta abogó que su plan de trabajo que no contempla aumento en el servicio eléctrico, que no contempla despido de empleados, que no contempla privatización de instancias del servicio hoy público, fue defendido por ella ante el silencio casi absoluto de los sectores de izquierdas, nacionalistas e independentistas de Puerto Rico. Mientras, Lisa Donahue sigue siendo apoyada públicamente por la Junta de Gobierno de la AEE y el Gobierno de Puerto Rico.

La profesora Martha Quiñones (UPR, recinto de Arecibo), como destacada economista en Puerto Rico, se expresó en días recientes a favor de un plan de producción eléctrica a partir de los techos de aquellos grupos, entidades o beneficiarios que hoy gozan de beneficios de subsidio eléctrico. La idea de la profesora Quiñones es poner placas solares y que la producción eléctrica a partir de las mismas supla el servicio en dichas entidades y reduzca el déficit de la corporación pública AEE. Sin conocer la viabilidad financiera de la idea, lo cierto es que ante un país que ha perdido su capacidad de consumo, transformar la producción eléctrica a formas no centralizadas, puede ser bueno para los sectores que creen en la privatización, pero no necesariamente para la corporación pública.

En resumen, que nuevamente nos reiteramos, el Gobierno de Puerto Rico, por vía de funcionarios como Lisa Donahue, se han convertido en los defensores del bien público. Esto es lo más curioso, en un país lleno de contradicciones, el Gobierno se ha radicalizado.

Crédito foto: Puerto Rico Electric Power Authority, Wikimedia Commons, bajo licencia de dominio público