Eugenio María de Hostos: Maestro de geografía (parte I)

Historia

Cuando comencé mis estudios graduados sobre Los Estudios Puertorriqueños y del Caribe, me interesé en la figura de Eugenio María de Hostos. Transcurría el año de 1989, fecha en que se cumplió el sesquicentenario del nacimiento del Maestro. Como parte de mis cursos tomé uno denominado: Pensamiento Político del Caribe, siglo XIX: Eugenio María de Hostos. Enseñaba esta materia el fenecido y distinguido catedrático puertorriqueño, doctor Manuel Maldonado Denis, a su vez presidente del Comité Pro Celebración del Sesquicentenario de Eugenio María de Hostos. Como la mayor parte de los puertorriqueños y los antillanos, desconocía a fondo la inmensa obra del patriota puertorriqueño y dominicano por adopción, Eugenio María de Hostos. Quedé muy impresionado con el doctor Manuel Maldonado Dennis, por su extraordinario conocimiento sobre el Maestro. De hecho, fue Maldonado Dennis quien me sugirió el tema para esta investigación, la cual culminó mis estudios graduados de maestría, al presentarla como tesis de grado en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.


La Real Academia de la Lengua Española define el término maestro con variadas acepciones. He seleccionado entre ellas, la siguiente definición: “Persona que enseña una ciencia, arte u oficio o tiene título para hacerlo". Nuestro gran Maestro del siglo XIX, Eugenio María de Hostos, reunió estos requisitos. No sabemos a ciencia cierta si estudió cursos de pedagogía o didáctica, pues su expediente académico está desaparecido.

Como sabemos la enseñanza fue una de las grandes pasiones de Hostos. Lo mismo enseñaba a estudiantes de liceos que a estudiantes universitarios. Como maestro se distinguió por la enseñanza de las ciencias sociales. Fue precursor de muchas disciplinas en América Latina. Entre las disciplinas que fue precursor, están la sociología, en Santo Domingo, República Dominicana; la economía política en República Dominicana y Venezuela; la geografía científica, en República Dominicana y Chile. En la República Dominicana enseñó desde las cátedras de liceo y universitarias, con los textos que escribió y desde el periodismo.

Sus ideas pedagógicas estaban basadas en el desarrollo de la razón y los procesos mentales del educando. Con sus amplios conocimientos de la pedagogía, desarrolló e implantó una nueva filosofía educativa. Su concepto de la educación era de carácter liberador. Rechazaba la enseñanza religiosa basada en la filosofía escolástica y el poder de la Iglesia sobre las escuelas y otras instituciones.

Desarrolló un método de enseñanza laico, basado en el positivismo crítico, a todos los niveles educativos. En Santo Domingo, Hostos realizó un extraordinario trabajo educativo: fundó la Escuela Normal para la preparación de maestros normalistas. También la Normal de Santiago de los Caballeros. Inspiró la creación del Instituto para Señoritas, que dirigió la gran poeta Salomé Ureña de Henríquez. Creó escuelas vocacionales, industriales, agrícolas, comerciales y de otra índole profesional. Entre ellas estaba la Escuela nocturna para la clase obrera. Fue nombrado Inspector General de Enseñanza Pública.

La obra educativa de Hostos se reconoció en América Latina. El Presidente de Chile le llamó para que ayudara en la reforma educativa que pronto comenzaría. Allí fue rector y profesor de los liceos de Chillán y del Miguel Luis Amunátigui, el cual fue construido en Santiago, para que Hostos ayudara en la reforma educativa desde la capital. La educación en Chile recibió mucha influencia alemana. Se importaron numerosos profesores alemanes para que contribuyeran en la reforma educativa.

Una de las tareas que Hostos realizó es una revisión curricular, con especial énfasis en varias materias ente ellas la de historia religiosa y la de geografía.

En la enseñanza de la geografía utilizó un nuevo método pedagógico al que denominó concéntrico. Este método de enseñanza estaba basado en el desarrollo de la razón y el rechazo a los procesos mnemotécnicos o de memorización.

El método concéntrico estaba basado en el desarrollo mental de los educandos. “Lo que alimenta a un adulto, mata a un niño”, solía decir. Este método estaba dividido en pasos: el intuitivo, el inductivo, el deductivo, y la sistematización.

En la segunda parte de este artículo examinaré las distintas aportaciones de Eugenio María de Hostos, en su segunda estancia en Chile y su aportación a la disciplina de la geografía y otras materias. Su rol en los liceos que dirigió tanto en la ciudad de Chillán, como en la ciudad capital, Santiago de Chile. También analizaré el fenómeno de la“germanización” de la enseñanza en Chile durante la década de los años noventa del siglo XIX.

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