El problema del narcotráfico sigue ahí. Hoy en Puerto Rico arrestaron a 46 personas, vinculadas a dos organizaciones que corrían la exportación de cocaína a través del principal aeropuerto de la isla. Mientras, en México, unos gatilleros entraron a un centro de rehabilitación de droga dependientes, y asesinaron a 11 clientes. La pregunta es ¿Cuánto más se debe tolerar la situación? Ojo, no estoy argumentando moralmente que la droga es mala o buena. Voy en otra dirección: ¿Qué hay que hacer para resolver el problema de la corrupción, los homicidios y la pérdida de calidad de vida a la cual todos y todas nos exponemos producto del narcotráfico?
En el caso de México, por ejemplo, el terror en la frontera norte de dicho país, socaba la calidad de vida de toda la población. Ni bueno ni malo, un soberano problema que afecta a medio país y que crea la imagen correcta o incorrecta que allí están en crisis permanente. Por otro lado en el caso de México, la guerra contra las drogas es literalmente hablando una guerra: tienen ya sobre 40 mil soldados movilizados desde hace más de 6 años, y aún no hay vicios de que la guerra se esté ganando – o perdiendo.
En fin, que como se pronunció en la reciente Cumbre de las Américas, será importante pensar si debemos comenzar a cruzar otro camino en el manejo y control de las drogas y el narcotráfico. Las cárceles y los cementerios ya están repletas de vidas tronchadas.