Camino a Cuba 2

CAMINO A CUBA1

altVivía en Caguas, un día del año 1999, cuando decir mierda en un poema te costaba el primer premio en un certamen de poesía, pero te ganabas el respeto de un maestro.

Después de los encuentros con Gustavo Adolfo Bécquer y José Ángel Buesa, hubo más urgencia de poesía en mi vida. Visitaba la biblioteca de la escuela con bastante regularidad y me llevaba libros prestados para ir conociendo otros escritores, en mi caso poetas. Fue así que llegó Rubén Darío, Luis Palés Matos, José Gautier Benítez y otros.

Ya cuando me sentía un poco convencido de que lo que yo escribía era poesía comencé a intentar enamorar a las compañeras de la escuela, algo que no fue tan productivo en la parte del amor, pero si en la práctica de la poesía. De igual forma me atreví a participar de un certamen de poesía que se celebraba en Caguas.

Ese año me tocaba participar en la categoría de 15 a 17 años si mal no recuerdo. Era la hora de leer y en la categoría que me tocaba solo había un participante y era yo. Leí mi poema, uno convulso y depresivo. Tuvo bastantes aplausos (quizás por ser el único que participaba) al terminar la ronda de lecturas e ir a la premiación, cuando toca mi categoría decretan el primer lugar desierto y el segundo lugar fue para mí y el tercero me imagino que al silencio. Uno de los jueces se acerca y me dice “joven, por la mierda no te ganaste el primer lugar” quedé pasmado y frustrado.

Al salir del centro donde fue el certamen este hombre mayor se me acerca para felicitarme. Intercambiamos direcciones postales y desde esa noche fuimos muy cercanos, algo como padre e hijo. Ese señor, José Manuel Solá Gómez, es un reconocido poeta cagüeño y maestro.

Gracias siempre querido poeta. Sepa usted, que hoy voy Camino a Cuba, con mis poemas, y sin lugar a dudas, recitando en mis poemas la palabra mierda.