¿Son los Jueces del Tribunal Supremo, los Dioses del Olimpo?

Derechos humanos

altEn el 2007 el cirujano Richard c. Thirlby en un discurso ante una agrupación de cirujanos indicó entre otras cosas, “el adiestramiento en cirugía no termina al finalizar la residencia en esa disciplina. La educación continua será de por vida. Sin embardo, el sistema legal no ha cambiado significativamente desde el 1776”.

De igual manera el Sistema de Justicia de Puerto Rico es primitivo, obsoleto y arcaico. Los abogados expresan que los jueces tienen inmunidad absoluta, no responden a nadie. Los jueces del Tribunal Apelativo ni los del Tribunal Supremo son evaluados. Se interpreta como que en esos tribunales no hay margen para mejorar. En otras palabras, tienen inmunidad y son infalibles, no se equivocan y son expertos en todas las materias del saber. Es por eso que en muy, pero muy, raras veces conducen vistas orales.

El Sistema Judicial de Puerto Rico además es ineficiente y no está a la altura del Siglo XXI. Los casos por demandas médico legales tardan en promedio siete años. Los tribunales nunca tienen prisa. Los tribunales en general son muy rígidos en sus deliberaciones, no se permite corregir planteamientos que en ocasiones están en contra de otros principios previamente establecidos por la sociedad en otras disciplinas que no dominan los jueces de Puerto Rico ni de cualquier otro lugar.

En la conferencia pronunciada el 9 de octubre de 2015 ante la Facultad de Derecho de la Universidad de Puerto Rico por el escritor Eduardo Lalo, titulada “La herencia de Tersites”, se queja de la imposición de las siempre convenientemente renovadas Reglas de Procedimiento. Lalo indica, “Pero las complejidades de la vida no caben en los tribunales ni en las deposiciones ni en las declaraciones juradas. Pensar significa enfrentar la ley”. Esta conferencia debe ser lectura obligada para los abogados y aspirantes a la abogacía que no tienen idea sobre quién fue Tersites. Este personaje era un plebeyo en La Ilíada de Homero, el primero en retar la autoridad, por lo que fue castigado por Odiseo. En nuestro país existen muchos Tersites que frecuentemente son castigados injustamente por los tribunales.

El DNA fue utilizado en los tribunales de justicia por primera vez en un caso criminal en Inglaterra en el 1986 y en Estados Unidos se introdujo esa prueba por primera vez en un caso en el estado de Florida. No fue hasta el 2014-15 que el DNA fue utilizado en los tribunales de Puerto Rico para liberar a los tres convictos en Aguadilla por un crimen que no habían cometido. Al principio hubo resistencia para hacer las pruebas, una excusa era que eran muy costosas. Esas pruebas eventualmente exoneraron a los tres inocentes.

Cuando se pierde un caso en el Tribunal de Primera Instancia y se va en alzada al Tribunal Apelativo no se puede incluir evidencia adicional por no haber sido sometida anteriormente. A mi entender esas pruebas adicionales pueden ser exculpatoria tanto en casos civiles como criminales.

El imponer multas al perdedor a razón de 4.5% es un anacronismo del Siglo Pasado y es un atropello para el que pierde un caso en el Tribunal de Primera Instancia. El Comisionado de Instituciones Financieras no está al día en sus labores. Desde el 2006 no existe en Puerto Rico ningún instrumento económico de inversión que produzca el 4.5% de ganancia. Al presente ante la reducción de fondos en los tribunales, ese 4.5% en efecto se convierte en una contribución adicional del ciudadano que pierde un caso civil en el tribunal. Si ante la ignorancia de los jueces la decisión es injusta, mayor será el sufrimiento del perdedor, tanto económico como emocional.

Si los jueces del Tribunal Supremo tienen inmunidad absoluta y son infalibles hemos creado en nuestro país un culto a los jueces similar al de los dioses del Olimpo griego. El hecho de que todos somos iguales ante la ley, según nuestra Constitución es realmente una mentira. No se aplica a los jueces del Tribunal Supremo. El sistema democrático de tres poderes impide que el ejecutivo se convierta en dictador, pero en un país pequeño el Tribunal Supremo dominado por jueces de los dos partidos principales, sí se puede crear una Dictadura Judicial que es igual de terrible que la dictadura ejecutiva.