En el plebiscito de junio, la oportunidad la pintan calva

Voces Emergentes

altLas consultas plebiscitarias coloniales, por su naturaleza, no podrán dar solución al problema político, económico y social de la colonia. Tratar de enderezar la condición de inferioridad política frente a EUA mediante la manipulación partidista es continuar en los trillados senderos que han fracasado.

¿Cómo podrá un pueblo tomar una decisión sobre su estatus político dentro de un sistema jurídico impuesto por el imperio del cual debe de liberarse? En Derecho Internacional, para que una consulta sobre libre determinación tenga validez el pueblo tiene que tener la capacidad de hacer valer su decisión. No hay libre determinación en la estadidad porque la admisión como estado de EE.UU. depende solo de ellos. En la libre asociación se puede negociar un tratado, siempre y cuando sea entre soberanos. Para que una libre asociación o integración de un país a otro sea aceptable en Derecho Internacional tiene que ser entre iguales. No es aceptable la integración de la colonia al país interventor, ni la libre asociación entre la colonia y el imperio. En fin, que el propuesto plebiscito es otro ejercicio en la futilidad.

No obstante, los puertorriqueños tenemos derecho a nuestra soberanía nacional, pero EE.UU. tiene que aceptar su responsabilidad y permitir nuestra libre determinación. Ya EE.UU. ha reconocido que ostentan el poder absoluto sobre Puerto Rico. Ahora se requiere que actúen consecuentemente e inicien su desocupación de nuestro país. Para lograr este proceso se requiere un cambio radical de actitud, metodología y metas, tanto en la colonia como en el Imperio, para que podamos alcanzar la libre determinación e independencia a que tenemos derecho como pueblo. Si estamos claros de que el mecanismo plebiscitario, como está planteado, no resolverá la condición colonial de Puerto Rico, entonces podemos analizar para que puede servir un referéndum en este momento histórico.

No hay duda que este plebiscito está diseñado para favorecer al Partido Nuevo Progresista. Ciertamente, le sirve al PNP para adelantar su propósito anexionista y de paso tratar de destruir al PPD. Sus ideólogos creen que una mayoría anexionista le ayudará a persuadir al Congreso a su favor. Sin embargo, aunque lograran ganar el plebiscito no hay garantía alguna de que el Congreso les haga caso, pero una mayoría contundente le daría mollero político tanto aquí como allá. Lo más probable es que el PPD saldrá trasquilado lo que producirá un nuevo alineamiento de fuerzas políticas.

¿Dónde nos deja esta situación a los que defendemos el derecho a la libre determinación e independencia de nuestro pueblo? Mi interpretación del momento histórico es que estamos ante una situación en la que necesitamos una nueva Necesitamos una estrategia para la liberación nacional. Para desarrollar esa nueva estrategia, tenemos que propulsar el movimiento social más amplio posible hacia la independencia. Necesitamos unidad de propósito con el pueblo en general, no es entre fragmentos ideológicos, disidentes de cualquier propuesta unitaria. El plebiscito propuesto nos da la oportunidad para iniciar ese proceso. Como un paso inicial hacia esa unidad necesaria debemos participar en un movimiento de masas que por lo menos tácticamente propugna la defensa de la soberanía nacional. Sugiero que colaboremos con la Alianza Soberanista propuesta para participar en la consulta en defensa de la opción Libre Asociación e Independencia.