Los héroes hebreos en las telenovelas: mucho más que sexis

Crítica literaria
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altGracias al modelaje de los héroes hebreos de las superproducciones como La tierra prometida y José de Egipto, entre otras (de Casablanca/ Record Tv), el concepto de las masculinidades ha adquirido un matiz innovador en la televisión actual. Estos héroes exhiben atractivo por mostrarse mucho más que sexis. Algo significativo portan cuando han cautivado a gran parte de la audiencia latina e internacional ―y en “prime time” ―. Sin duda, conquistan y da gustazo verlos. Atrae particularmente el hecho de que estos protagonistas experimentan y expresan una fórmula de nueva sensibilidad de hombría televisiva. ¿Se han fijado en las tramas?

Las teleseries hebreas parecen combinar tres tipos de tramas para que sus héroes luzcan su verdadero carácter. Cada una de estas coloca al protagonista (José o Josué) en una pasión distinta. Considerémoslo: 1) pasión por la tarea heroica ―y política― de dirigir y salvar una nación, 2) pasión secreta y sostenida hacia la amada con la fuerza y la ternura del amor eros, y 3) pasión por lo divino mostrado con una espiritualidad experimental, avivada, pertinente y poderosa. Esta tercera aporta algo nuevo a la tradición de héroes de telenovelas y miniseries latinoamericanas. El guionista brasileño Renato Modesto y el director Alexandre Avancini les incorporan a sus personajes lo que se podría llamar un “atrevimiento por lo divino”. Como se habrán percatado, el valor de la interacción cotidiana con lo divino es acatado por los héroes hebreos y por el pueblo ―que opera a favor o en contra de dicho paradigma―. Este valor añadido: la base de fe, se alza como un rasgo de identidad de los héroes hebreos. Se les puede identificar como protagonistas de alta espiritualidad y ética en todo lo que hacen.

Consideremos a Josué. Galanazo clásico, interpretado por Sidney Sampaio, actor nacido en São Paulo (1980), su personaje es un viudo amado por dos mujeres al mismo tiempo. No juega con ninguna. Se va enamorando cuidadosamente de la que muestra auténtica calidad humana y fe valerosa. Guarda en secreto su enamoramiento durante capítulos hasta que lo confiesa. Aun siendo correspondido por Aruna, mantiene la discreción esperando el momento de dar a conocer el noviazgo. En cuanto a la acción como líder político del histórico Israel, Josué sufre la desconfianza de algunos subalternos. Varios personajes inducen controversias en torno a la firmeza de Josué, le acusan de carácter débil. En efecto, este Josué es dulce, introvertido y solemne. Sus formas afables distan mucho de un líder agresivo genérico. De hecho, desde el inicio de la serie un antagonista compatriota lacera el liderazgo de Josué aduciendo: “¡No se atreve a confiar en sí mismo!”. Irónicamente, esta frase remarca que las armas principales de este héroe no consisten en lo físico sino en lo espiritual. Su hombría no fanfarronea. Su coqueteo amoroso no admite macharranerías, más bien muestra su lado sensible e intelectual. Como jefe político, Josué levanta sus manos con temor reverente ante su Dios y le suplica instrucciones sabias para guiar al pueblo; como hombre de guerra, lo mismo: para la batalla. Su liderazgo denota estrategia. Josué insta a la mesura, antes que a apasionamientos corajudos y duelos banales: “Los hebreos deben luchar juntos, no entre sí”. En vez de lanzarse feroz y a lo loco, Josué evidencia una paciencia de santo: espera el visto bueno del Cielo aun cuando a los desesperados les parezca un retraso. Josué se atreve a “retrasarse” … su fe es el adelanto.

La serie José de Egipto, por su parte, nos presenta un héroe hebreo “de otro mundo”. Para entrar en contexto, hay que considerar que el personaje de José (igual, Josué) surge de las crónicas bíblicas, de los textos del arte literario hebreo. Es decir, el personaje es tomado de la vida real y mitificado a través de literatura heroica. Sin embargo, este hecho no le resta valor a lo “maravilloso” del personaje. Pues la literatura hebrea recrea con bastante realismo los personajes de la vida real. Además, se conoce por ser cruda: incluye las perversiones de sus reyes históricos. Así pues, como le vimos por tv, el héroe hebreo José exhibe una conducta intachable, modelo que, ciertamente, sorprende, pero al mismo tiempo lleva la fuerza de la experiencia real.

Es innegable que el actor brasileño  Ángelo Paes Leme nacido en Rio de Janeiro (1973) contribuye al atractivo de José gracias a su sobresaliente caracterización. Este artista guapo y sencillo se distingue por su elegancia singular. Musculoso sin exageración, su esbeltez ofrece el grado sexi apropiado para galán.  Ángelo Paes Leme proyecta mediante su cuerpo las prioridades del personaje. El brasileño se centra en interpretar con precisión el carácter profundo del joven esclavo sirviéndose de posturas físicas algo cerradas: hombros apretados, movimientos sutiles, relacionados con lo reverente; andar pausado; control de cuerpo hasta el punto de dar la sensación de timidez. Muestra atinadamente la condición de encarcelado, mientras, con el rostro melancólico sueña y nos llena de esperanza.

Más que deseos lujuriosos y de poder, el personaje de José se deleita en objetos de seducción bastante sofisticados. Sus ambiciones simplemente nos rompen los patrones de protagonistas de otras miniseries o telenovelas. Él desea extremar sus capacidades administrativas, ordenar lo desordenado; optimizar lo mejorable; aprender cada día desde donde se encuentra ―aunque sus “viviendas” varíen constantemente―; implantar la paz; armonizar con todo el que puede. Enfrenta su sexualidad extraordinariamente: cuando es invitado al placer inagotable pero adúltero, él prefiere la fidelidad y la lealtad. Busca servir a los demás. No se lamenta ni revienta de rencores, y aprovecha las oportunidades. Anda en clave optimista; altamente íntegro ante su Dios y su fe. Lo que también sorprende es que, de ninguna manera, piensa en pasarle por encima a nadie para lograr sus objetivos. Este José arrasa como héroe por su profunda humildad ―algo inusual―. En síntesis, su seducción por default es hacia el bien. ¡Parece caído del Cielo, aunque sin alas!

Y uno se cuestiona la relevancia de este fenómeno televisivo actual. Pues, muy relevante es porque los héroes hebreos añaden algo nuevo a la imagen prototípica de masculinidad ofrecida por los mass media. Los héroes hebreos quedarán diferenciados de los héroes de Hollywood, por lo menos, de los modelos predominantes. Pues tanto las películas épicas como las de acción ―que no, el drama― construyen héroes a partir de un mismo perfil: hombres que además de valientes y guapetones… son vanidosos, altaneros y prepotentes. Aunque, hacemos la salvedad: no siempre presentan todas y cada una de estas características. En cuanto a los super-héroes, no todos responden al perfil prepotente; hay excepciones, por ejemplo: Superman y el Spider-Man juvenil de 2017.

Claro, admitamos también que el cine comercial viene endulzando a sus héroes de épica y de acción hace tiempo, matizándoles con la capacidad de cometer errores, gozar de humor y un grado de dulzura sensible ―características de los héroes modernos, ya no, clásicos―. Y si nos fijamos en la trayectoria de las telenovelas de Brasil, podría decirse que por regla general muestran a sus protagonistas tal cual podría ser cualquiera en la vida real: con debilidades, defectos y virtudes, en sus altas y sus bajas… tal como corresponde a la convención del género drama. Pensemos en el protagonista de Totalmente Diva, más easy-going no podría ser. Por ello no es de extrañar que hayan sido productores brasileños, acostumbrados a la diversidad humana, quienes se han lanzado al mercado mundial con propuestas atrevidas de índole espiritual o góspel.

De ahí, concluyamos, que una aportación feliz de las nuevas series brasileñas ―históricas para algunos y míticas, para otros― consiste en los valores de estos héroes hebreos… Apuntamos que de ahora en adelante podría cambiar el gusto, la sensibilidad del público. Los televidentes se conducirán, posiblemente, hacia una actitud pro-activa, a favor de personajes que no oculten su espiritualidad fogosa. Ya no se extrañarán de “hombres dulces” como José, en el rol de héroes. Ahora, los “héroes dulces” forman parte, oficialmente, de la diferencia manifiesta en las telenovelas y series latinoamericanas. Agradecemos al hermano país, Brasil, por la producción y a los canales televisivos por sus reiteradas transmisiones de este distinguido producto cultural.