Carta Abierta y Pública a Julia Keleher

Para conocer nuestra frustración hay que conocer mejor la historia y la cultura del puertorriqueño, la política, la crisis social y económica de la isla. A través de los años los políticos se han dedicado a desmoralizar la educación pública de la isla y la imagen del maestro. Históricamente la educación fue utilizada aquí con la intención de americanizar al puertorriqueño devaluando y ridiculizando nuestra cultura, quizás por eso usted paga el precio de no ser bien vista ante los ojos de muchos puertorriqueños, que aunque somos ciudadanos americanos estamos claros que esa es nuestra condición legal internacional, pero nuestra cultura está forjada antes de la llegada norteamericana y valoramos lo que somos.

Respetamos nuestra dualidad ciudadana, la legal y cultural. Interpretamos la intervención de su figura como secretaria de educación con mucho temor y desconfianza, porque el desconocimiento de nuestra idiosincrasia cultural la puede llevar a tomar decisiones erradas, que pagaremos duramente el resto de nuestras vidas. Luego usted se dará media vuelta se irá lejos, pero no estará aquí para medir las consecuencias de las malas decisiones asumidas bajo su administración educativa y mucho menos para remediar lo que hizo mal.

Los políticos de este país llevan años desacreditando al sistema de educación para justificar la privatización de las escuelas, porque las leyes actuales como ley149, la constitución y otras leyes, no les permiten meter la mano en los fondos federales y estatales dirigidos a esta agencia. Le garantizo que tan pronto se apruebe el proyecto 825 o cualquier otro proyecto que pretenda privatizar la educación del país, estos tendrán acceso libre a través de intermediarios a poseer esos fondos para robar y saquear la educación, según han hecho con otras agencia gubernamentales que están quebradas como AEE, AAA, Fondo del Seguro del Estado, etc. Me queda el orgullo de decir que la mayoría de los políticos de esta isla no fue formado, en la escuela pública, por eso la menos precian, la devalúan y la vituperan. Nuestros estudiantes de escuela pública conocen el dolor de la pobreza y la desigualdad social, conocen el sacrificio de superarse y valoran el pan de la enseñanza recibida para salir adelante en sus vidas y por eso no juegan a la política sucia de seguir robando y despojando al que menos tiene, como hacen nuestros políticos.

Entiendo como educadora que el Departamento de Educación de Puerto Rico necesita una implosión de grandes cambios, sobre todo administrativos, curriculares y de liderazgo. Hay mucho espacio para mejorar. Los educadores comprometidos no rechazamos los cambios, pero el proyecto propuesto para ley no abona en nada a garantizar la calidad de la enseñanza y mejorar el aprovechamiento en la educación. Usted debe conocer mejor que nosotros que las escuelas charter no han demostrado eficacia.

Usted tiene una gran oportunidad en sus manos de transformar el sistema, pero no debe utilizar sólo como marco de referencia el sistema educativo de Estados Unidos, que no está entre las primeras naciones del mundo en educación, si no, de transformarlo como en Singapur, Hong Kong, Japón, Finlandia, Sur Corea, Canada y otros. Esa es la escuela que soñamos, tome esta oportunidad, trate de remediar lo que la historia nos negó, deje un legado positivo para la posteridad de Puerto Rico. Entiendo que usted tiene buenas intenciones, el compromiso y el reto de dejar una huella en nuestros estudiantes que son la razón de ser de nuestra sistema educativo.

Lamentablemente entendemos que el poder decisional no está en sus manos solamente, los mercaderes de la política de este país y del suyo, la preceden. Para transformar la educación de Puerto Rico se necesita una transformación social completa. Los que estamos dentro del sistema sabemos que la falta de empleo y las ayudas económicas gubernamentales de la federalización (el mantengo), no ayudan a que nuestros jóvenes comprendan la importancia de su educación, por lo cual, ni ellos, ni sus padres sienten compromiso con el aprendizaje. Estamos luchando contra gigantes que impiden alcanzar la meta.

Disculpe a la compañera, disculpe la desconfianza, pero no es fácil ser educador en una isla en la que no llegamos al sistema de educación por accidente, llegamos porque lo estudiamos, llegamos porque tenemos compromiso, estamos porque creemos en el sistema, estamos porque sabemos que aportamos y servimos a nuestra sociedad, nos quedamos porque vemos el fruto de nuestro esfuerzo, nos mantenemos firmes porque el fruto es bueno. El fruto no se mide en la pruebas estandarizadas, el fruto se mide con todos los estudiantes exitosos que salen producto de la escuela pública a universidades y que se convierten en profesionales que se insertan en el campo laboral y aportan a la sociedad, tanto aquí como en el mundo entero. Esos son los números que nos ocultan y que hablan más alto que la pruebas estandarizadas.

Lucharemos por la educación pública, porque los sistemas antes mencionados tienen una característica en común, todos son públicos. Seremos sus colaboradores siempre y cuando las alternativas para mejorar nuestro sistema estén diseñadas por los protagonistas de la educación, estudiantes, maestros y directores. No por mercaderes de la política que cabildean por sus propios beneficios y ven en la educación una empresa de lucro. Las políticas neoliberales son nefastas para la educación y abren la brecha de la desigualdad social. Implosionemos juntos la educación de Puerto Rico con una verdadera reforma que salga de adentro hacia afuera.

La invito a analizar y reevaluar el propósito por el cual se preparó como educadora y la visión altruista con la que llegó por primera vez a la sala de clase para tocar y transformar vidas, que quizás han sido trastocadas por las ideas neoliberales que no favorecen el mejor desempeño de la educación.

Le deseo sabiduría para dirigir y transformar nuestro sistema, siempre poniendo como norte los mejores intereses de nuestros estudiantes. Así la ayude Dios

Aileen Jusino Montero

Maestra Ponce High School