ENTRE LUCES FUTURISTAS Y DISTÓPICAS CON JOSÉ RABELO

Crítica literaria
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Rabelo es cuento amplio. Su temprano deseo de crear historias se remonta a la edad de los ocho años, nos cuenta, y desde entonces ha pasado de leer muchos libros a escribir narrativa para todas las edades. Ha sido premiado en numerosas ocasiones por su obra. Tiene en su haber novelas como: Cartas a Datovia (2010, Premio del PEN Club de PR), Los sueños ajenos (2011) y Azábara (2016). En el 2013 gana el premio El Barco de Vapor por su novela juvenil Club de calamidades.

El libro que está estrenando en este momento se llama 2063 y otras distopías (Isla Negra Editores, 2018), una colección de cuentos y microrrelatos que siguen la vertiente de la literatura futurista. Si bien, cercano a la ciencia ficción, no es la tecnología lo verdaderamente importante, sino el comportamiento que a raíz de ella se produce.

Surge en el título la palabra distopía, definida como un término opuesto a utopía en el cual se presenta un mundo imaginario, en un futuro cercano, pero considerado como indeseable. La distopía explora la realidad actual para presentar a un estado benefactor que en el fondo utiliza métodos de control social que resultan crueles. Algunos ejemplos son: El cuento "Harrison Bergeron" de Kurt Vonnegut; Novelas como 1984, de George Orwell; Farenheit 451, de Ray Bradbury; Un mundo feliz, de Aldous Huxley. Una distopía es la metáfora de la preocupación humana en torno al futuro, aunque se mire al pasado o al presente como un antropólogo.

2063 y otras distopías es la evidencia de un escritor con mente de científico cuyo ideario se ha plasmado en 31 relatos de exquisita hechura matemática. Nada, nada sobra. Nos atrapa en su devenir de mundos alucinantes coloridos (microorganismos) y personajes maravillosos (Lobo, Malacoda, Un gigante) o como en el cuento "Virago", una ciborg justiciera con una prosa ágil, entretenida y profunda en la observación de los valores humanos.

IM - Me place tener esta oportunidad de haber leído sus historias y poder felicitarlo por este balance interesante de ciencia, política y humanidad. Debo, pues preguntar. ¿Cómo fue el proceso de creación de 2063 y otras distopías, y por qué ese año y no otro, por qué el enlace con el año del asesinato del presidente Kennedy?

JR - En el 2010 comencé a brindar talleres de creación literaria en la Maestría de la Universidad del Sagrado Corazón y pensé que sería interesante escribir cuentos futuristas. Ya había escrito algunos antes, pero al estudiar la teoría de los cuentos especulativos me entusiasmó la idea de experimentar con cuentos apocalípticos, distopías, ucronías y cuentos sobre seres extraños. Así surge 2063, porque este era el título original debido a que ese año cumplo 100 años. Por eso, “Heptateuco” inicia con esa referencia al magnicidio del presidente acaecido en 1963 y cómo la noticia de la resolución del crimen no se compara al descubrimiento de los misterios encerrados en un códice ancestral.

En estos cuentos, en general, quise recalcar el aspecto humano de los personajes al enfrentarse a los cambios sociales y desastres que enfrentan.

IM - ¿Ha habido una ecuación en cuanto a la estructura y ordenamiento de los textos largos y cortos que considero parte de la magia de esta lectura?

JR - Los cuentos no se escribieron en el orden en el cual aparecen en el libro, pero según surgían los fui guardando en un archivo llamado 2063. Más adelante en el proceso, mi editor Carlos Roberto Gómez Beras sugirió el titulo actual. Mi intención fue publicarlos en el 2013, así serían 50 años antes del 2063. Debido a otros proyectos la publicación se retrasó y dentro de mí sentía que me faltaba algo, un no sé qué, un detalle que me hiciera sentir que la obra literaria estaba completa. Llegó María, lo cual significó un bloqueo mental en donde las ideas se detuvieron por la crisis y la falta de electricidad. Al mismo tiempo la experiencia apocalíptica y postapocalíptica me hicieron ver otras posibilidades para el libro y surgieron nuevos cuentos. Este libro esperaba un cambio notable en mi vida, en nuestras vidas, para poder evolucionar. En ese periodo surgió "Levitantes", "In albis" y "María". Al completar los 31 cuentos decidí alternar cuentos y microrrelatos. Como este tipo de historias puede causar cierta fatiga mental, por el uso de la imaginación, coloqué los cuentos más cortos intercalados para dar un receso mientras se realizaba ese viaje literario. También cada cuento tiene una ilustración para darle a la vista un paisaje variado entre las palabras. Tan pronto terminé de ordenar los relatos hice una lista y en dos semanas pinté las imágenes que me evocaba la historia. Siempre he pensado en poner a conversar las artes, en este caso literatura y pintura.

IM - Se pude interpretar que la tecnología se presenta como algo negativo como en el cuento Panorama, aunque también hay cuentos que son ecodistópicos y muestran el tema apocalíptico con mucha seriedad. Esto sucede en realidad, en muchos cuentos, menos en "Virago", uno de mis favoritos. ¿Cómo pasa de la tecnología globalizada que hace sucumbir a la humanidad a este cuento con el que no paro de ver en un comic algún día ("Virago")? ¿Qué lo ha inspirado para darnos semejante heroína a lo DC?

JR - Yo no diría que la tecnología que propongo es negativa, pienso que muchas veces el ser humano le da el uso equivocado. El microrrelato "Panorama" presenta la unión de la humanidad con la máquina de una manera erótica. "Perihelio" es una aventura espacial en la cual la hibernación parasimpática sustituye el lugar común de la tecnología criogénica para facilitar los viajes interestelares. "Arretranco" es un ejemplo en donde la tecnología fue mal utilizada para posibilitar la gran masacre médica y legar a los robots la responsabilidad del cuidado médico en Puerto Rico. En esta metáfora de nuestros tiempos se refleja la crisis médica de nuestro país, vivida de manera personal.

En el caso de las nanoprótesis de "Virago" se utilizan para crear una raza de mujeres poderosas. Este cuento se origina en mis observaciones acerca de los abusos hacia las mujeres durante todos los tiempos. En la trama, la mujer se apodera de la fuerza y actúa con justicia, para probar que el poder y un ser justo pueden ser compatibles.

IM - Hay varios cuentos que tienen tema religioso incluyendo el mismo "2063", "Heptateuco", "Cábala" y "Vida". Son, a mi entender, reinvenciones de la creación o reinterpretaciones filosóficas en un contexto de futuro muy interesante, ¿qué nos podría abundar al respecto?

JR - La religión y otras creencias de la humanidad me han llamado la atención por años. "2063" es el cuento de inicio y puede que haya una pizca de mí en el protagonista. De muchacho me gustaba cuestionar a las autoridades y esas dudas les causaban incomodidad. El primer libro que leí completo fue la Biblia y en "Heptateuco" me propuse crear una precuela a la creación del universo presentado en el libro del Génesis. "Cábala" es un juego también con el fin y la creación del universo. Surge luego de la lectura de las conferencia tituladas Siete noches de Jorge Luis Borges. La pena de muerte es el artilugio detrás de "Vida", pero no puedo contarles mucho porque es un microcuento.

IM - El abanico de temas que toca es abarcador, actual e importante. Nos habla de la vejez, de la locura que va retrocediendo al espíritu humano en sus recuerdos en "Cuerda"; de cómo un sentenciado de la mafia vence a sus verdugos a través de un singular suicidio en "Aokigahara"; y nos presenta el tema apocalíptico en varios cuentos y de varias maneras que junto a la aparición de monstruos artistas y lobos adentra el libro en la atmósfera de lo oscuro. ¿Cuáles han sido sus mayores influencias en este tipo de quehacer literario oscuro?

JR - Crecí cerca de dos cines en Cayey (El Angélica y el San Rafael). No fue hasta los siete años que fui a ver una película y desde entonces quedé secuestrado por el encanto del cine. Me crie en la era de la televisión por donde transmitían películas de suspenso y terror. Las veía solo porque durante los fines de semana mi abuela se iba de noche a jugar bingo o lotería hasta las 10:00. De esa manera me inoculé para defenderme del miedo. Más adelante me encontré con libros como El extraño caso de doctor Jekyll y el señor Hyde, Frankenstein, La metamorfosis, el infierno de La divina comedia, El apocalipsis bíblico. "El almohadón de plumas" de Horacio Quiroga me marcó. Otras noches entre amigos nos contábamos leyendas urbanas y cuentos tradicionales de terror que avivaron mi imaginario. De cierta manera, todas las imágenes evocadas por las películas, lecturas y los cuentos orales me cautivaron para convertirse en mis influencias para este y otros de mis trabajos literarios.

IM - No obstante, hay microrrelatos que son muy refrescantes como el de "Arenas" y el de la Penélope futurista, "9:43 am", y un par de cuentos del mundo al revés que tratan los temas del prejuicio de los “vacíos” y de los enlaces interraciales de manera muy interesante. ¿A quiénes van dirigidos estos cuentos?

JR - Estos cuatro cuentos (diría que todos) van dirigidos para los lectores que desean viajar en el tiempo y en el espacio. "Arenas" es un microcuento que se inserta en lo fantástico. "9:43 am", surgió durante una visita a Roma en donde vi a la protagonista vestida con un abrigo rojo a la espera de alguien. Esa imagen viajó conmigo a Puerto Rico y poco después surgió el cuento. Los "vacíos" y los enlaces interraciales son parte de sendas distopías, la del mundo en donde los tatuajes son la norma y la de nuestro planeta en donde se ha desatado la guerra del agua, respectivamente. Estos dos cuentos han sido muy atractivos para el público en general. Algunos han llegado a decir que son perturbadores.

IM - Y por casi último, una pregunta retórica: ¿Aspira el escritor, José Rabelo, influir de alguna manera en la idiosincrasia de sus lectores?

JR - No creo. El escritor presenta los problemas y es la sociedad lectora a quien le toca resolverlos. En estos relatos he disfrazado nuestra realidad presente con otra realidad futurista. Al leerlos con detenimiento se podrá encontrar el subtexto reflejo de la actualidad. No pierdo la esperanza de que algunas mentes brillantes hagan realidad todas o varias de mis sugerencias de los adelantos presentados en las tramas.

IM - ¿Cuáles son sus planes para el futuro cercano en términos literarios?

JR - Deseo terminar un libro, sin título aún, para el lector juvenil. Inicié la escritura en el 2004 y ya llevo varias versiones del mismo. Al menos, espero finalizarlo antes del 2063.

También tengo otras novelas juveniles pendientes de publicación. Por lo menos, en octubre, saldrá publicado Los cuatro del oro (Editorial Raíces, 2018). Es un cuento basado en una aventura de mi niñez cuando solía buscar oro con mis amigos en las montañas de Cayey.

IM - Muchas gracias y mucho éxito.