Cuban Food Stories tiene un título que podría hacer pensar que se trata de un programa estilo Food Network y no es así. Si bien la comida es un tema central del documental, en realidad Cuban Food Stories es una carta de amor sobre cómo viven y sobreviven cubanos de sitios costeros, lugares montañosos y poblaciones cuyas tradiciones son diversas, al igual que sus comidas.
El documental nos lleva a recorrer sitios recónditos de Cuba para mostrarnos lo que la gente come según el lugar en que viven. En un sitio marino como Jagua, cerca de la central nuclear de Juraguá abandonada tras la desintegración de la Unión Soviética, muchos viven de la pesca. En Baracoa en la desembocadura del río Toa, otros se alimentan con peces y mariscos de ríos. En la Sierra Maestra el cultivo del café es fundamental para los que viven en esa zona montañosa. En el Valle de Viñales en Pinar del Río la ocupación principal es cultivar el famoso tabaco de Vueltabajo. Y así sucesivamente los segmentos dedicados a la hermosa población colonial de Trinidad junto a la Sierra del Escambray, a las pintoresca parrandas anuales de Remedios para las que los locales se preparan con gran anticipación y otros sitios que en su mayoría no figuran en los catálogos turísticos.
Cuban Food Stories está dividida en nueve segmentos incluyendo el de La Habana, que finaliza el documental y los protagonistas son cubanos humildes cuyas vidas son captadas por los realizadores, jóvenes cubanos residentes en Estados Unidos que evidencian el amor profundo que le tienen a la isla que los vio nacer.
El documental se exhibió en el Festival Internacional de Cine en Fine Arts de Miramar.