Albizu, Muñoz y Julia de Burgos: Ser o no ser es la divisa

Voces Emergentes

alt[Nota editorial: presentación del autor ante la Gran Logia Nacional Independencia #3, el pasado 9 de septiembre de 2018]

Julia de Burgos en el pasado, y todavía en el presente, ha sido criticada por una tendencia colonial que, ante la imposibilidad de ignorarla por su grandeza poética, le creó una imagen de poeta maldita y ocultó su militancia nacionalista y socialista. Otras tendencias, incluso rechazando las pretensiones anteriores, concentraron sus estudios en lo poético formal, en sus posturas feministas, en sus cantos al amor, en el erotismo de su poesía y en la amante sufrida. Entre esas tendencias algunos y algunas críticas literarias llamaron la atención sobre su poesía de mayor contenido nacionalista y social. También, aunque menos, han destacado su amor patrio, su militancia nacionalista, su identificación con el socialismo y el comunismo, y su abrazo solidario a las causas revolucionarias y de lucha social de varios pueblos del mundo.

Recientemente en un ensayo escrito por Juan Carlos Quintero Herencia (2016), se siembra la duda sobre varias posiciones emblemáticas de Julia de Burgos. Una de ellas, aunque no la única, pero es la que trataremos hoy, es su clara identificación con el nacionalismo, la lucha por la independencia de Puerto Rico y el rechazo al ELA. En un plano especulativo, sin argumentos, sin evidencias, Quintero Herencia, sacando de contexto una frase, no tomando en cuenta otras referencias al mismo tema en el mismo libro, Cartas a Consuelo (Julia de Burgos, 2014), e ignorando su obra poética y su vida política, lanza la duda sobre la posibilidad de que Julia hubiera podido apoyar el Estado Libre Asociado y rechazado la Insurrección de Jayuya del 30 de octubre de 1950.

Dice Quintero-Herencia:

En carta fechada el 12 de noviembre de 1940 –donde Burgos menciona otra carta de “un joven de P.R.” que nunca conoció– la escritora expresa su alegría por el triunfo de Luis Muñoz Marín en las elecciones de ese año;

y después de citar la carta siembra la duda añadiendo el siguiente paréntesis,

(Dicho sea de paso. Es una pena alarmante no contar con cartas que coincidan con la creación y fundación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico [1952] o con la Revuelta Nacionalista de 1950. Hay un salto o hueco enorme en el epistolario entre el 9 de marzo de 1949 al 20 de noviembre 1952 [208-209]).

Veamos qué realmente dice Julia de Burgos, y si se quiere lo que podríamos especular, no por una expresión fuera de contexto, sino basándonos en el pensamiento expresado en sus cartas y poesía, además de su acción política.

En la carta del 12 de noviembre de 1940 (JB, 2014, 82-83) escribe a su hermana:

Imagínate, yo que quería saber en detalles el resultado de las elecciones. Suerte que salió un cable en un periódico donde anunciaban como casi cierta la victoria de Muñoz Marín. Y me lo acabó de confirmar una carta que recibí de un joven de P.R. […] donde me dice que M.M. ganó cuatro distritos y mayoría en el Senado. Me alegro mucho de ese triunfo, pues es lo mejor que tenemos. Seguramente Géigel P. habrá salido senador y Ramos Antonini, y algunos otros de nuestros amigos.

Y más adelante en la misma carta, sobre expresiones del Dr. Leovigildo Cuello y su esposa, Carolina (Conina) Mainardi, exilados dominicanos antitrujillistas escribe:

Con el triunfo de Muñoz Marín lo más probable es que a Cuello lo echen fuera, por desvergonzado al irse a contribuir con su cinismo a la desgracia de una tierra que no es la suya. Sin ser rencorosos en el alma, hay momentos en que el corazón se alegra de un desquite justo del propio destino. Aquella mujer no merece ni el perdón de limosna.

Estas expresiones de la luchadora nacionalista se hacen cuando todavía se veía a Muñoz, y varios de los otros líderes políticos que le acompañaban, como independentistas identificados con las luchas sociales del pueblo, provenientes de las filas de la Federación Libre de los Trabajadores y del Partido Socialista. Recordemos que el PPD surge en 1938 de una división del Partido Liberal que en 1936 surge bajo el nombre de Acción Social Independentista. Incluso comunistas y sindicalistas como Juan Sáez Corales y la Confederación General de Trabajadores apoyaron en esas elecciones del 40 a Muñoz. Géigel Polanco había formado parte de las tertulias poéticas a las que asistía Julia, y Muñoz, hasta ese momento, se le consideraba independentista y se desconocía la traición al independentismo y su entrega a los intereses del imperialismo. El mismo personaje en el que encuentra terreno fértil el ofrecimiento de la gobernación hecho por el Departamento de Estado de los EE. UU. a Albizu cuando estaba preso en Atlanta y que este con gran dignidad rechaza (Corretjer, 2005; Rosado,1962). El mismo Muñoz que, en entrevista con Ángeles Mendoza de El Mundo en 1931, había declarado que votaría por Albizu para Senador por Acumulación (Cancel 2010).

Pero si es cierto que Julia de Burgos se confunde con Muñoz y lo que podía significar su triunfo en las elecciones del 40, y que incluso se expresa positivamente sobre Tugwell en la carta del 22 de septiembre de 1941 (JB, 2014, 135), como también lo hizo parte de la izquierda en Puerto Rico y EE. UU. sobre Tugwell, el Nuevo Trato y Roosevelt, no es menos cierto que existe otra expresión de la poeta sobre Muñoz que Quintero-Herencia no menciona. ¿Por qué? Expresión en el mismo contexto literario, por lo que la cita anterior que él presenta estuvo sacada de contexto.

No había transcurrido un año del triunfo de Muñoz y de la expresión de esperanzas sobre él de Julia, cuando en la carta del 1 de septiembre de 1941 (131) escribe a su hermana: “Dile a Lanauze que nos envíe más material relacionado con Muñoz Marín, Tugwell, y los demás asuntos del Partido Popular. Parece que don Luis está desilusionando”.

La postura independentista y antiimperialista que Julia nunca varió; la que encontramos desde sus primeros versos y que algunos han pretendido subestimar como inocentes, juveniles, no maduros; la del discurso “La mujer ante el dolor de la patria” (JB, 1995), esa postura independentista y antiimperialista, repito, se refleja en la cita sobre el matrimonio dominicano que se encuentra en la misma carta. Para esa época el exilio antitrujillista abrigó la esperanza de que EE. UU. los apoyara en su lucha contra el dictador Trujillo. Por eso hubo acciones y posturas que se pudieron entender como pronorteamericanas. Sin embargo, esas posiciones tácticas fueron totalmente abandonadas cuando el gobierno norteamericano traicionó los acuerdos de apoyo a una acción militar e hizo fracasar los intentos de invasión de Cayo Confites. Para Julia, luchadora antitrujillista y antiimperialista, le pareció, que la posición del Dr. Cuello y Conina Mainardi, era un cinismo contrario también a la lucha de su pueblo por la independencia.

Sin remontarnos a los escritos y acciones de Julia antes del 40, veamos cómo el silencio de las cartas desde marzo de 1949 al 20 de noviembre de 1952 no significa abandono de sus posiciones políticas.

Empecemos por las cartas.

Además de las ya citadas del 40 y el 41, el 28 de septiembre de 1941 (136) en referencia a un programa de radio en el que participará escribe: “Es un acto revolucionario y representaré a P.R. y su independencia. Recitaré la de los presos políticos”.

Sobre su actividad en la Habana en la de noviembre de 1941 (139) relata:

“Además laboro en seminarios públicos, por la Ind. de P.R., la redención socialista del mundo y todas nuestras causas. Tengo un poema a Rusia. Te lo mando mañana para Lanauze. Rusia triunfará. Te aplaudo tu ingreso al partido” [se refiere al Partido Comunista de Puerto Rico].

El 22 de enero de 1945 (184) escribe: “Yo me quiero ir a Puerto Rico lo antes posible a poner mi esfuerzo a la liberación total de nuestra patria […] Te envío ese poema para el periódico de ustedes” [que según los editores sería el periódico Brazos del PCP].

En la carta del 19 de abril de 1945 (189) hace referencia a la división de la CGT el 24 de marzo de 1945 entre la facción dirigida por Ramos Antonini, que significa el control por el PPD, y la dirigida por Francisco Colón Gordiany, de la cual forma parte Sáez Corales y que se constituye en la CGT Auténtica.

“Lo que se ha iniciado de Wash. al mundo en los últimos días nos ha dejado casi sin respiración. Por tremenda casualidad a la muerte de Roosevelt se estaba conspirando en Puerto Rico en los mismos momentos en que él expiraba, contra el mundo, representado en la CGT, que no es de Ramos Antonini ni de J.S.C. [Juan Sáez Corales], sino del pueblo de Puerto Rico, en su derecho de vivir decentemente en este planeta. Parece que una facción se otorgó deliberadamente el derecho de propiedad de esa organización, y parte de la obra hecha ha estado expuesta al mismo indecente coloniaje que hemos padecido durante tanto tiempo. No hay que desesperar sin embargo. Ningún golpe por más duro que sea podrá imponerse sobre la verdad. Juanito debe sentirse orgulloso de su obra: ha salvado la limpieza del obrero puertorriqueño de los demagogos de siempre. ¡Cómo quisiera estar en Puerto Rico en estos momentos!”. (189)

El 4 de mayo de 1945 escribe: “Me alegran las noticias sobre la CGT…” Entre los asuntos de la pugna estaba el mantener la independencia de la CGT del control partidista por parte del PPD y Muñoz Marín, además de que Sáez Corales había manifestado en 1944 que la CGT abogaba por la solución del status político, separándose de la frase del PPD de que “el status no está en issue” (López Rojas 2007; Villaronga Sweet 2009-2010).

Para finales del 45, el 15 de octubre, Julia le envía a Consuelo copia del editorial que escribió para el Semanario Hispano de Nueva York, “Ser o no ser es la divisa”. En él, que según la propia autora señala el 5 de abril de 1946 (203) “es absolutamente combativo, en un plano universal”, nos dice:

En Puerto Rico hay solo dos caminos. O exigir el reconocimiento incondicional de nuestra independencia, o ser traidores de la libertad, en cualquiera otra forma de solución a nuestro problema que se nos ofrezca.

Oscar Montero (2008), en un ensayo que merece ser leído, estudia la prosa newyorkina de Julia y su participación en el semanario Pueblos Hispanos (1943-1944); al citar unos versos del poema “Marumba” de Juan Antonio Corretjer, editor del semanario, nos dice: “Me detengo en la cita porque muestra el tono militante del activismo independentista puertorriqueño durante la Segunda Guerra Mundial y del ambiente político e intelectual en que se movía Burgos en New York”.

No conocemos de toda la obra de Julia de Burgos disponible expresión alguna sobre la constitución del ELA. Pero ante la pregunta especulativa que insinúa la posibilidad de que hubiese apoyado a este embeleco colonial de Muñoz y los norteamericanos, para mí queda claro que la única alternativa política de la poeta de ser o no ser de nuestro pueblo, es el ser independiente.

La ausencia de cartas en el período de 1949 al 1952 no parece tener nada que ver con la situación política de Puerto Rico y sí con su crítico estado de salud y sus varias hospitalizaciones. Durante ese período no se conoce si envió alguna carta a alguien o si escribió en prosa o poesía tratando temas de sucesos políticos como la Insurrección Nacionalista del 30 de octubre de 1950, el ataque a Casa Blair el 1 de noviembre de 1950, la Ley 600 y el referéndum para la Constitución, la constitución del ELA en el 25 de julio de 1952 o la reelección de Muñoz Marín ese año. Si el material existe, en estos momentos es inédito. Lo que sí se conoce es que inicia el período crónico de su enfermedad, su ruta hacia la muerte.

En su diario, escrito durante la hospitalización de 1948 en el Hospital Mount Sinaí de Nueva York dice: “Escribí algunas cartas y me quedé dormida hasta que llegaron los doctores…” (Masdeu, 2014b, 60). Sin embargo, en Cartas a Consuelo aparece un vacío desde el 31 de mayo de 1947 al 9 de marzo de 1949. ¿Envió las cartas? ¿A quiénes les escribió? ¿Cuál fue el contenido? Hasta hoy se desconoce la respuesta a esas preguntas. Incluso en la línea de tiempo incluida por Martínez Masdeu (2014a, 102-109) en Carta de presentación: Julia de Burgos las entradas a los años 47, 48, 49 y 50 no recogen actividad artística, política o poesía de Julia de Burgos; son sobre su hospitalización y aspectos relacionados a ella.

Aun durante ese período de enfermedad, y a dos meses y 6 días de su muerte, entre los temas familiares y los de su enfermedad, la poeta, en carta del 17 de abril de 1953 (216), reafirma su amor patrio desde lo más profundo de su ser, y expresa: “Tengo hambre de libertad. Si me muero no quiero que este trágico país se trague mis huesos. Necesito el calor de Borinquen, por lo menos para fortalecer los gusanos de allá y no los de acá”.

Hasta aquí hemos tratado solo las cartas, pero su poesía de 1941 en adelante es sumamente elocuente y desmiente toda especulación sobre la posibilidad de que la poeta hubiese cambiado su posición política en defensa de la lucha por la independencia de Puerto Rico y apoyado el ELA, como la que se plantea en la pregunta citada al inicio de este trabajo.

Entre otros poemas de esa época, escribe: “A José Martí”; “Una canción a Albizu Campos”; “23 de septiembre”; “Canción a los pueblos hispanos de américa y del mundo”; “Canto a Martí” y “Puerto Rico está en ti”, dedicada a Gilberto Concepción de Gracia. Líder político independentista, abogado de Albizu, quien dirige el Segundo Congreso Pro Independencia y será el fundador del Partido Independentista Puertorriqueño, que ante la represión sufrida por el Partido Nacionalista y su liderato, se convierte en el principal partido opositor a Muñoz y el ELA por el independentismo.

En todos esos poemas las referencias de afirmación, defensa y apoyo a la independencia, a los presos y las luchas nacionalistas es clara y no admiten interpretaciones diferentes. Pero, para que no quede duda alguna, Julia de Burgos, sobre el ELA, reafirmando su ser patriótico de luchadora por la independencia, y rechazando el “no ser”, escribe en “Puerto Rico está en ti”:

La voz de Independencia que contigo seguimos

los que vivos de honor limosna rechazan

de un Puerto Rico "estado asociado y ridículo"

retumbará en los aires con la Patria estrellada,

estrellada de amor, de sonrisa y cariños

con una sola estrella feliz, no acompañada.

Hoy todavía somos una colonia constantemente amenazada como pueblo. Es nuestro deber afirmar en todo momento nuestra identidad nacional, y resaltar la obra de nuestros grandes hombres y mujeres que han contribuido a nuestra formación de pueblo. Reconocer que fueron seres humanos complejos, con errores y aciertos, y es válido y necesario, pero con la verdad que nos ofrece la evidencia, sin especulaciones que tergiversan la historia, como se ha pretendido con Julia de Burgos y nuestra identidad nacionalidad.

Referencias

Burgos, Julia de. Ser o no ser es la divisa. Semanario Hispano. 1945.

— La mujer ante el dolor de la patria. Revista del Ateneo Puertorriqueño. 1995.

—Obra poética. San Juan, P.R.: Editorial Instituto de Cultura Puertorriqueña. 2005.

—Obra poética II. Madrid: Ediciones de la Discreta.2009.

—Cartas a Consuelo. San Juan, P.R.: FOLIUM. 2014

Cancel, Mario R. El Partido Nacionalista y las elecciones de 1932. Blog Puerto Rico entre siglos: Historiografía y cultura: mayo 1, 2010: https://puertoricoentresiglos.wordpress.com/2010/05/01/partido-nacionalista-elecciones-1932/).

Corretjer, Juan Antonio. La Lucha por la independencia de Puerto Rico, Octava Edición. Ciales, P.R.: Casa Corretjer (PDF). 2005. En línea en, https://www.keepandshare.com/doc/6462438/01lucha-por-la-independ-pdf-517k?da=y

López Rojas, Luis Alfredo. Luis Muñoz Marín y las estrategias del poder: 1936-1946. San Juan, P.R.: Isla Negra. (2da. Ed. 2007)

Martínez Masdeu, Edgar. Carta de presentación: Julia de Burgos. San Juan, P.R.: Los Libros de la Iguana. 2014a.

—(Editor). Julia de Burgos: Diario. San Juan, P.R.: Los Libros de la Iguana. 2014b.

Montero, Oscar. La prosa neoyorquina de Julia de Burgos: “la cosa latina” en “mi segunda casa”. CyberLetras V20. Lehman College, The Graduate Center, C.U.N.Y. ISSN: 1523-1720 December 2008.

Quintero-Herencia, Juan Carlos. Aquí se puede hacer eso: nido prohibido, casa familiar y banquete de julia de burgos. Lectura de cartas a consuelo. Revista Iberoamericana, Vol. LXXXII, Núm. 257, octubre-diciembre 2016, 873-890.

Rosado, Marisa. Las llamas de la aurora, acercamiento a una biografía de Pedro Albizu Campos. Santo Domingo: Editora Corripio. 1992.

Villaronga Sweet, Gabriel. ¿Las dos caras de la misma moneda?: Obrerismo y Muñocismo en la década del 40. Milenio vol. 13-14. 2009-2010 : ISSN 1532-8562: http://milenio.uprb.edu/Milenio%202011/Milenio%2013-14/8%20-%20Villaronga%20Milenio%2013-14.pdf