El pasado viernes, luego de haber creado un ambiente de misterio y expectativa a lo tipo Hollywood, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, finalmente reveló su intención de querer correr como gobernadora de Puerto Rico en las próximas elecciones. Lo importante del anuncio fue que distinto a lo esperado por muchos lo hizo permaneciendo bajo el Partido Popular Democrático, por lo que ese partido tendría que hacer primarias de haber otros candidatos interesados.
Lo interesante del juego político de Yulín, es que antes de su anuncio se había recién creado el nuevo partido Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). Ese nuevo partido juntaba diversas figuras conocidas afiliadas a distintas ideologías con el fin poner el interés por el bienestar de Puerto Rico por delante de cualquier ideología política. Este partido se perfilaba como un junte refrescante para la política puertorriqueña y un aire de esperanza para detener la debacle económica que arropa el país.
Se esperaba por lo bajo que Yulín, quien ha sido muy crítica del Partido Nuevo Progresista, del Presidente Donald Trump y de su Partido Republicano particularmente después del huracán María, se les uniera en la papeleta. Sin embargo, no fue así. Yulín en su anuncio adoptó muchos de los temas del MVC que son los temas que los ciudadanos quieren que mejoren: auditar la deuda, declarar la UPR y la educación como servicio esencial, así como las pensiones de los retirados. Esos son temas que apelan al pueblo porque con la estocada que le ha dado el gobierno actual y la Junta de Control Fiscal a la Universidad de Puerto Rico, a la educación y a los pensionados, entre otros, han desangrado al pueblo.
La pregunta es si la candidatura de Yulín, mas allá de la retórica y la demagogia, puede ser una verdadera fuente de esperanza y cambios para el bien de Puerto Rico. En eso tengo dudas. Siendo Sanjuanera puedo decir que el trabajo que ha hecho Yulín en el Municipio del cual es alcaldesa se queda corto. Un recorrido por muchas áreas de San Juan es más que suficiente para darse cuenta. El recogido de basura, los hoyos en carreteras municipales, el mantenimiento y ornato de parques y áreas públicas, y la limpieza en general de San Juan, han sido deficientes.
Si al hecho de que Yulín no ha sido la mejor administradora municipal, le sumamos que ella creo una expectativa con los fundadores del MVC para luego darles una estocada por la espalda, tenemos en Yulín una política demagógica más, que solo habla lo que el pueblo quiere escuchar con el propósito de obtener poder político. Sin embargo, frente a un Ricardo Roselló González, que como Salomé, entregó las joyas más valiosas del país en bandeja de plata a la Junta de Control Fiscal; Yulín se quiere presentar como una salvadora. Pues no sé. Esto me huele a más de lo mismo.
El reto que tenemos es conseguir lideres honestos y realmente interesados en mejorar a Puerto Rico para que los puertorriqueños y puertorriqueñas podamos volver a tener una vida digna. No podemos continuar con políticos que solo piensen en enriquecerse y vender el país a precio de pescao’ abombao’ a los extranjeros. Mi pueblo duerme, pero ya amaneció y es hora de despertarnos. Canta gallo, canta alto y duro. Despierta boricua.