Reflexiones de Pascuas

Caribe Hoy

altHoy es día de Pascuas. Para los cristianos este día representa la esperanza por la resurrección de Jesucristo al tercer día de haber sido crucificado. La Pascua pues simboliza una nueva forma de vida, un nuevo comienzo. Ello me lleva a reflexionar sobre sucesos recientes y lo que ellos pudiesen representar para un nuevo pensamiento humanista.

El pasado 15 de abril de 2019, ante la mirada globalizada del mundo, ardió en fuego el techo de la Catedral de Notre Dame en Paris. Ciertamente, la Catedral de Notre Dame localizada en Île de la Cité, es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo. Las catedrales son monumentos que marcan la conquista de la iglesia católica dentro de la civilización occidental. Su forma gótica es también parte del pensamiento católico: “Dios ordenó todas las cosas por su medida, su número y su peso”(Sabiduría, 11, 212 del Antiguo Testamento). Los eruditos de Chartres entendían que “la geometría era un modo de establecer un vínculo entre los seres humanos y Dios, y las matemáticas era un vehículo para revelar a la humanidad los más íntimos secretos del cielo”.

Notre Dame ha sido el escenario de acontecimientos importantes tal como la coronación de Napoleón Bonaparte, la beatificación de Juana de Arco y la coronación de Enrique VI de Inglaterra, entre muchos. También Notre Dame es custodia de invaluables reliquias, objetos místicos y arte religioso, entre ellos la corona de espinas que se cree usó Jesús en su crucificción y la túnica de San Luis. Por todo lo que esta estructura representa para la humanidad, en menos de veinticuatro horas del fuego ya varias familias y empresarios adinerados del mundo comprometieron con donar 660 millones de euros para reconstruir esta catedral.

Por otra parte, el Papa Francisco, en su discurso ante los participantes del Encuentro Mundial de Movimientos Populares, declaró que la doctrina social de la iglesia es: “Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que le da el trabajo”. El amor a los pobres está al centro del Evangelio. “Jesús les diría hipócritas" a los que abordan "el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos", expresó el Papa Francisco.

Precisamente la figura de Jesús es venerada por sus trabajos con los pobres, los desamparados; con los necesitados. El pensamiento cristiano señala que Jesús sacrificó su vida con el propósito de crear una comunidad de fe viva en mutualidad con la divinidad y entre ellos mismos. Su crucificción fue un sacrificio personal mayor para enviar un mensaje de total desprendimiento de lo material y concienciación sobre lo que significa vivir lo que se cree y se predica.

La Iglesia Católica está consciente de la desigualdad y exclusión que ocasiona el sistema capitalista, particularmente hacia los pueblos y personas pobres. La iglesia reconoce que el sistema capitalista pone el lucro por encima del ser humano, y es la raíz de los males sociales y ambientales. Y también reconoce el enorme poder de las empresas trasnacionales que privatizan mercancías, servicios, pensamientos.

Esto me lleva a preguntar es posible que en un abrir y cerrar de ojos, empresas y empresarios amigos de la Iglesia prometan miles de millones de euros para la reconstrucción de la Catedral de Notre Dame, porqué la Iglesia no puede tener la misma convocatoria hacia estos amigos empresarios, para que donen sumas iguales con el propósito de cerrar o acortar la brecha entre la pobreza, la hambruna y la necesidades de otros seres humanos. ¿Es un monumento más importante que la vida y la humanidad misma? Realmente, en todos estos siglos ¿que se ha aprendido del sacrificio que hizo Jesús al morir por nosotros? Si la Pascua simboliza un nuevo comienzo de vida, acaso ese nuevo comienzo sigue acrecentando las brechas sociales y económicas entre la humanidad. Acaso se fomenta más el materialismo, o habrá esperanza de que sea lo contrario. En este día de Pascua me gustaría pensar que hay esperanza para crear mayor humanidad en un mundo globalizado y capitalizado.