La fui a ver sin mucha motivación, pues como toda la promoción me llevaba a pensar de otra forma. Ahora bien, una vez me senté, me la disfruté. Poms (Dir. Zara Hayes , EE.UU., 2019) es una de las películas más tiernas de la cartelera del pre-verano que hemos recibido.
La película narra la vida de una mujer, quien ha sido desahuciada en vida. Es decir, el seguro médico la condenó a morir. Se trata de la maestra y liberal de la urbe, Martha (Diane Keaton), quien se muda a una urbanización de retirados, estilo un parque ecuestre (country park en inglés) en busca de pasar los últimos momentos de vida en paz. Un tanto neurótica, pero dispuesta a pasarlo bien, se mete en el mundo disciplinario/urbano de la vejez organizada por las casas de seguros médicos y los contratistas de hogares de cuido.
Entonces allí conoce a su vecina, Sheryl (Jacki Weaver) quien curiosamente es una mujer retirada, pero llena de entusiasmo por la vida. La relación no funciona entre ambas vecinas, hasta que Martha/Keaton decide organizar un club de aporismo para disfrutar la vida. El resto es una película sumamente entretenida, siempre en la lógica de Hollywood, que nos hace sentir a todos y todas, como diría el fenecido cantante de soul/afro americano, James Brown, “I feel good” (me siento bien).
En la historia de vida, volver a ver a Diane Keaton quien en su larga trayectoria de vida, ha tenido momentos y momentos. Esta película, me reitero a partir de Brown, te hace sentir bien. Sobre todo, que Keaton le da a uno motivos e inspiración para seguir haciendo en esta larga vida.
De otro lado la película tiene un valor interesante en seguir la trayectoria de la directora, Zara Hayes, quien nos provoca en esta su opera prima. Ella tiene una larga trayectoria de documentalista, pero esta es su primera película/largometraje, en el cual también es coguionista.
Adelante. Cine familiar, para reírse un poco, llorar algo, y sobre todo salir con mucha alegría luego de haberla visto. Adelante.