Un verano caliente

Caribe Hoy

altNo hay que ser genio para saberlo porque es evidente y se siente: este verano va a estar bien caliente. No hace uno más que darse un duchaso y apenas se termina de secar, que ya las gotas vuelven a empaparnos de ese sudor pegajoso, típico de un país húmedo y caribeño. La ola de calor no es solo aquí en el Caribe, en Europa las temperaturas están altísimas e insoportables. Ese continente está pasando por el sexto día de una ola de calor que ha provocado temperaturas récord que han fluctuado entre 96.8 a 111.74 grados Fahrenheit, y ya ha cobrado la vida de 8 personas en diferentes países; además de ocasionar grandes incendios y aumento en la contaminación.

Mientras desde la visión de los políticos la discusión sobre el cambio climático a niveles mundiales se recrudece. En la última cumbre G-20, los miembros de los diversos países se fragmentaron en los temas de cómo combatir el cambio climático y frenar el proteccionismo. El G-20 solo logró acordar una declaración donde reconoce los "riesgos" que afronta la economía global. Con excepción de Estados Unidos, todos los países reafirmaron sus compromisos medioambientales dentro de los Acuerdos de París.

Bajo el gobierno de Trump, Estados Unidos se retiró de los Acuerdos de París, aduciendo que suponen una desventaja para los trabajadores y contribuyentes estadounidenses. Trump señaló no estar dispuesto a sacrificar el potencial de su país, e indicó tener los “mejores” datos sobre materia climática y medioambiental. Su posición contrasta con la asumida por el ex vicepresidente demócrata Al Gore, quien hizo campañas y presentaciones importantes para reducir el cambio climático y los gases de invernadero.

La arrogancia demostrada por Trump y su gobierno, es una cónsona con la posición y políticas neoliberales. Dónde los intereses económicos van sobre cualquiera otro, máxime si implica frenar el abuso, deforestación y contaminación de cuerpos de aguas, y bosques, de donde se obtiene la materia prima para continuar la producción desenfrenada de objetos de consumo que no son de primera necesidad, sino más bien de lujo.

En Puerto Rico, por su parte, el verano es caliente no solo por la ola de calor que nos afecta y los polvos del Sahara que nos arropan, sino que también se añade a la ecuación el calentón político del gobernador Ricardo Rosselló, su gabinete y su gobierno. Es evidente que del fogón que esa caldera política está generando van a salir achicharrados unos cuántos. ¿Y saben qué? ¡Bueno que pase! Es hora de dejarnos de chiqueteadas y manos tibias. Es hora de responsabilizar a todos los políticos chanchulleros y a los oportunistas politiqueros. Es hora de que esos que han abusado y abusan del pueblo paguen, no solo con su libertad, pero también con sus propios bienes.

Así que como dice la canción de Andrés Calamaro “hace calor, hace calor, estaba esperando que cantes mi canción y que abras esa botella y brindemos por ella y hagamos el amor en el balcón, mi corazón, mi corazón es un músculo sano pero necesita acción”. Menos mal que en Puerto Rico, después de todo, tenemos la brisa del mar que nos acaricia y las playas alrededor de la Isla donde podemos darnos un buen chapuzón y refrescarnos un poco en este verano caliente.