Fui a verla pues ya no sé cómo van los capítulos interminables de las sagas de Marvel Comics, DC Comics o Malibu Comics. En serio, me pierdo. Spiderman (Dir. John Watts, EE.UU., 2019), es una película de verano, dentro de la saga de Marvel y sus superhéroes, que está dirigida a una audiencia joven. Bueno o malo, pero son jóvenes, adolescentes, haciendo historia.
Siguiendo la historia, en esta ocasión el joven Peter Parker/Spider-Man (Tom Holland) va de excursión con su escuela a Italia. Allí los malos, que realmente ya no sé ni quienes son, comandados por Quentin-Beck/Mysterio (Jake Gyllenhaal) tienen unas diferencias severas, que ponen en riesgo a los estudiantes en gira, como al público en general que paseaba entre Venecia en Italia, y luego en Paris, Francia. En fin, que por la aparición de Nick Fury (Samuel L. Jackson) fui a ver esta película, la cual realmente hablando me aburrió.
La película tiene demasiada acción sin contenido, y luego cuando viene el contenido, lo subestiman. Tal vez lo mejor que pasó en la película es un diálogo entre el joven Peter Parker y su enamorada escolar Michelle Jones (Zendaya). Tienen un diálogo extraordinario de qué es un milenio. En conclusión, una persona que utiliza el sarcasmo como una forma de comunicación.
En fin, la ven por llevar a gente joven a ver películas. Pero no es la mejor oferta de verano. Simplemente, es una película. A su discreción.