Zombieland: double tap o la gracia de la vida post-apocalíptica

Cine caribe

altEn serio que la fui a ver, pues era la única película cuya tanda se ajustaba a mis necesidades. Ya había escuchado que era cómica, y que te reías. Lo que no había pensado es que me habría de gustar.

Zombieland: double tap (Dir. Rubén Fleischer, EE.UU., 2019), es un acierto cinematográfico, pues el balance adecuado está en el amor. Es una película de amor, de un tema tan trillado como lo es la cultura de los zombies, desde que George Romero los inmortalizara en la década de 1950. Pero esta película explora bien poco a los zombies y sus necesidades. Explora las necesidades afectivas de los humanos en un mundo post-Apocalipsis.

De los zombies podríamos hablar en otra crítica de cine. En esta ocasión se trata de la ganga que había participado parcialmente en el primer estreno e esta secuela, Zombieland (Dir. Rubén Fleischer, EE.UU., 2009). Ahora con un elenco similar en parte y otras figuras que se incorporaron, Fleischer nos presenta los problemas que los casa zombies, tienen cuando van llegando a nuevas edades en sus respectivos desarrollos e vida

Tallahassee (Woody Harrelson), es el viejo vaquero que opera como el jefe de la cuadrilla. Luego de la primera parte, Columbus (Jesse Eisenberg), Wichita (Emma Stone), y Little Rock (Abigail Breslin). De los nuevos personajes se destaca Nevada (Rosario Dawson) y Madison (Zoey Deutch). Ambos personajes femeninos que estrenan en esta secuela, Nevada y Madison, le imparten una gracia particular al filme.

El resto, es el amor, entre los personajes de la película, que no sienten miedo por los Zombies. Al contrario, lo ven como una plaga normal con la cual hay que convivir, mientras las balas y otras municiones no falten, así como la gasolina de los vehículos que todo indica siempre hay u abundante.

La película es una comedia ligera. No pretende nada que no sea entretener, y que usted lo pase bien. Si no tiene nada que hacer, es una buena opción. A verla sin condiciones para regirse y liberarse del estrés del país.