Muchas son las impresiones que se tiene alrededor de la espiritualidad Yoruba, mejor conocida como Santería. Múltiples interpretaciones y aseveraciones padecen de una especie de miopía histórica. Quien define, suele tener el poder discursivo de crear al otro a su padecer. Un excelente ejemplo de dicho proceso discursivo, se puede apreciar en el trabajo crítico de Orientalismo de Edward Said. No es interés del autor entrar en la construcción discursiva de una manifestación de lo “Afro-Caribeño, si no más bien compartir una mirada distinta: Los Ojos Ancestrales.
Los Ojos Ancestrales parten de un entendimiento fundamental de tradiciones milenarias que han preservado sus conocimientos, tradiciones, sabiduría y metodologías de cómo se relaciona el ser humano con la naturaleza. Aunque no es nada nuevo, y mucho menos una apuesta romántica del pasado, existen numerosas tradiciones que aún preservan una relación de respeto, armonía y sacrificio con la naturaleza y todo lo que la compone. Una de las áreas más reconocida es la botánica. Por ejemplo 70% de todas las drogas desarrolladas en los últimos 25 años tienen su origen en conocimiento de botánica en múltiples partes del mundo. Existen numerosas ceremonias ancestrales con plantas medicinales que han curado diversas enfermedades crónicas. Las mismas parten de un entendimiento básico que la raíz de toda enfermedad reside en el espíritu o la psyque para los más incrédulos. Según el U.S. National Cancer Institute, 2/3 partes de todas las drogas para combatir el cáncer tienen su orígen en conocimiento indígena de botánica endémica de bosques tropicales.
La botánica como medicina, se remonta a un conocimiento de que todo en la naturaleza está viva y contiene una espiritualidad. Los Ojos Ancestrales, permiten una mirada diferente a explorar la multiplicidad de conocimiento milenario preservado en todas partes del mundo por sociedades indígenas descartadas y subestimadas como salvajes y no-civilizadas. Paradójicamente, son estas mismas culturas ancestrales las que están redefiniendo numerosas áreas de las ciencias. Su enfoque, entendimiento y sabiduría, están erosionando el paradigma clásico de la ciencia desconectada de la naturaleza. Más aún, está fomentando nuevas generaciones de científicos reconociendo la relación entre el espíritu/psyque, el cuerpo y la enfermdad. Ejemplo de ello, se ve reflejado en el volumen robusto de publicaciones e investigaciones de la naturaleza psicosomática de las enfermedades y su sanación.
Hasta una próxima, paz y ashé siempre...