Hace unos años estuve en Uganda, en un congreso sobre las ciencias sociales. En una noche de alegría y disfrute, nos llevaron a un lugar típico a bailar la música local y sobre todo a comer la comida de allí. Lo que me sorprendió fue un plato hecho con plátanos, en este caso maduros, envueltos en hoja de plátanos, y con carne adentro. Si me preguntan se trataba de un mofongo puertorriqueño, pero con plátanos maduros.
Parece una tontería, pero esto es lo más cercano que he visto en África a la comida caribeña que comemos en el Caribe, en particular en Puerto Rico. El mofongo, primo hermano del fufú cubano o el mangú dominicano, es para mi un plato de origen africano. Es, a fin de cuentas, comida masificada hecha para los pobres. Los ingredientes no pueden ser de más fácil acceso: plátanos verdes, chicharrón de cerdo, un poco de ajo y aceite. ¿Qué más puede pedir un pobre? ¡Comida!
Así que para los que gusten tomen:
2 a 3 plátanos – los cortan en pedacitos y lo ponen a la sartén para freírlo.
Un poco de chicharrón de cerdo – al gusto la cantidad.
Un poco de ajo – al gusto la cantidad.
Se fríen los plátanos, y luego lo ponen en un mortero (llamado pilón en Puerto Rico). Allí lo mezclan con el chicharrón, el ajo, y si desean un poco de aceite de olivo. Luego, pone un poco de música de Salif Keita (Senegal) o si desea a Celia Cruz o Ruth Fernández cantando música yoruba. Después de este plato básico – se lo prometo, comience a hacer ejercicios. Le va a encantar el mofongo, pero el peso va a cambiar.
Buen provecho.