Almacenamiento de suministros y corrupción gubernamental

Caribe Hoy

altEn lo personal, el Presidente Donald Trump me parece una persona totalmente despreciable. Sin embargo, pienso que como él está tan acostumbrado al traqueteo, la mentira, malversación y manipulación le es fácil reconocer ese tipo de conducta cuando la ve. Por eso es que se jacta diciendo que en Puerto Rico hay un gobierno corrupto y que la corrupción dentro del país está rampante. En eso, para vergüenza de nuestro pueblo, le tengo que dar la razón a ese desalmado.

En mi columna anterior indiqué: “La isla se encuentra en momentos de mucha vulnerabilidad humana, pero el pueblo observa y no va a permitir que el gobierno, del partido que sea, continúe con los atropellos hacia sus ciudadanos.” Dicho y hecho.

En el área sur hay un ciudadano conocido como el León Fiscalizador que precisamente se puso en vigilancia ante una confidencia recibida de la existencia de unos almacenes de suministros en la Guancha, Ponce; y que el Director del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), Carlos Acevedo, alegadamente había dado la orden de que se movieran y decomisaran los suministros.

Luego de dos días de vigilancia, llegaron 4 a 5 camiones cerrados con personal del área norte de la isla. Varios camiones eran de NMEAD, otros del Departamento de Corrección y otros del Departamento de Bomberos. No habían acabado de abrir las puertas del almacén cuando el León Fiscalizador junto con Ricardo Torres Eladio, entraron y comenzaron a grabar y transmitir en vivo lo que encontraron dentro del almacén. Atónitos vieron ante sus ojos cientos de paletas con cajas de agua y comida expirada, toldos, estufas de gas, botellas de gas, formula de leche para infantes, pañales, baterías y muchos otros suministros de primera necesidad.

Al lugar llegó Francisco Bruno, Director de Ceiba del NMEAD. Este señor lo único que repetía era que bajo instrucciones de Carlos Acevedo había ido a buscar “pampers y otras cosas” para entregar en el área sur, y que el procedimiento es que cada municipio presentara una solicitud de los artículos que necesitaban para que la agencia se los proveyera. Esa respuesta es cuestionable. Si en realidad se hubiese tratado de un genuino esfuerzo para llevar provisiones a los pueblos afectados, este señor, o alguno de los funcionarios directamente encargados de ese operativo, debió haber mostrado el listado especifico de requisición donde se indicara el número de artículos necesarios para repartir por pueblo. Eso nunca se hizo.

De haber sido este un operativo bonafide del gobierno central para repartir y distribuir artículos de primera necesidad, se hubiese continuado con el proceso de cargar los camiones y repartir los artículos. Se hubieran hacho públicas las instrucciones de a qué pueblo o comunidades, y a qué alcalde o personas especificas se le iban a distribuir los materiales. Eso tampoco se hizo. Actuando como el ladrón que lo atrapan con las manos en la masa, cerraron los almacenes con candado, se montaron en los camiones y pusieron pie en polvorosa.

Lo que sucedió ayer en este almacén de la Guancha no solo es bochornoso, sino que es irresponsable y hasta criminal. ¿Porqué digo esto? Lo digo porque se me hace difícil justificar que el gobierno prefiera dejar expirar cientos de productos perecederos como agua potable y comida, en vez de repartirlos antes de su fecha de expiración. Productos que evidentemente fueron almacenados desde el 2017 y 2018, cuando vivimos la crisis dejada por el Huracán María. ¿Porqué el gobierno central, el mismo día 6 de enero de 2020, no hizo un anuncio público para indicarle al pueblo la existencia de estos almacenes y que se estarán repartiendo los acopios a los damnificados de inmediato a través de sus municipios? Ante la necesidad evidente de personas afectadas, ¿porqué la mentira y el engaño de los gobernantes?

Se supone que el NMEAD sepa donde están todos y cada uno de los almacenes donde guardan estos acopios para una emergencia, que tengan un inventario del tipo de material que hay en cada almacén, que haya un inventario de los artículos perecederos y los no perecederos; y que el gobierno tenga unos planes para disponer o distribuir de aquellos artículos perecederos cuya fecha de expiración está próxima a caducar. Emplazamos al gobierno central a informar al pueblo y a los municipios cuántos almacenes de este tipo hay, en qué región ubican, y el tipo y cantidad de artículos que se tiene almacenado por el gobierno.

La gobernadora no puede hacerse de la vista larga ni decir que ella lleva poco tiempo en esa posición. Ella ha sido parte de la maquinaria y el equipo de este mismo gobierno desde hacen muchos años. Ella sabe de la pata que el perro cojea. Ella se hizo de la vista larga cuando el escándalo de las miles de botellas de agua encontradas en Ceiba en septiembre del 2018. Que la Gobernadora no crea que solo con despedir a Carlos Acevedo, arregla el nido de ratas que tiene a su alrededor. Por este tipo de incidentes es que el Pueblo ha clamado que se entreguen directamente las ayudas a los ciudadanos. El Pueblo desconfía de la honradez y buena voluntad de los gobernantes. Y peor aún, luego un Rivera Schatz se llena la boca insultando y diciéndoles brutos a los ciudadanos que dicen que no entreguen nada al gobierno. Seguro que él como tiburón que es, una vez más se lavará las manos y se cantará ignorante de lo sucedido.

“Despierta borincano que han dado la señal...” en noviembre, ante las urnas, el Pueblo debe darle una lección a todos estos gobernantes. El balance del trampolín está peligroso para los politiqueros. Vamos a desnucarlos en las urnas.