Me mira, me reconoce, me culpa y cierra sus labios;
no quiere comer conmigo.
Quiero ser otra u otro qué importa,
ser ventrilocuista
pintarme la cara de payaso
metamorfosearme en la madre que extraña
o en el padre que tanto la mimó.
Me vira su cara del otro lado
veo que le ha gustado la comida
puré de malanga suavecita con pollo a la limón
pero el espacio transcurre en su tiempo
invertido cono luminoso
y oigo sus pensamientos
pidiéndome lo mismo
que yo
no le puedo dar.