La independencia de la República Dominicana

Agenda Caribeña
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altEl día 27 de febrero se cumplieron 176 años de la proclamación de la Independencia de la República Dominicana y su separación de la República de Haití. Habían transcurrido en aquel momento 22 años desde que Haití se había anexado la porción oriental de la Isla de la Española, convertido en el Haití Español, tras la ocupación militar por parte de tropas haitianas del territorio.

El primer esfuerzo por la proclamación de la independencia de lo que hoy constituye la República Dominicana, sin embargo, se remonta a la proclamación del Estado independiente del Haití Español en 1821 y su anexión a República de Haití el 9 de febrero de 1822. Esta independencia se conoce en la historia dominicana como la independencia efímera, dado el hecho que duró por apenas dos meses y ocho días. Su gestor fue José Núñez Cáceres. En aquel momento, el movimiento libertario en la porción oriental de la Isla se dividía en dos tendencias principales: la primera, encabezada por un sector que procuraba la anexión con Haití, en momentos en que ocupaba la presidencia de este país Jean Pierre Boyer, la segunda, por Núñez Cáceres, que impulsaba la anexión con el proyecto de la Gran Colombia impulsada por el Libertador, Simón Bolívar. Se trataba de esfuerzos paralelos a la lucha emancipadora en el continente suramericano contra la presencia española en América.

Una década antes, España, desangrada y en caos producto de la invasión napoleónica de su territorio, había aflojado el control que ejercía sobre la porción oriental de La Española; mientras en la porción occidental, ya desde 1804, luego de la proclamación por parte de Toussaint Louverture de la abolición de la esclavitud en 1801, los haitianos habían proclamado su independencia. Tras vencer en el plano militar a las tropas francesas enviadas por Napoleón para contener la insurrección armada de los negros y mulatos haitianos, el 1 de enero de 1804 la independencia era proclamada.

En 1805, estando de presidente de Haití Jean Jacques Dessalines, se invade la porción oriental de la Isla. Sin embargo, el 7 de noviembre de 1808 los haitianos son derrotados por españoles en la batalla de Palo Hincado, rindiéndose finalmente el 9 de julio de 1809. Comienza entonces el período que pasa a la historia como la “España Boba”, ello en referencia a las dificultades que España tuvo en los años siguientes con el desarrollo de las guerras de independencia en el continente suramericano.

Durante los primeros días de la proclamación de la independencia, Núñez Cáceres procuró sin éxito que se diera un respaldo directo de parte de las tropas bolivarianas en lucha contra España en los territorios de la Gran Colombia. Entonces, se libraba la lucha por la independencia de Ecuador, negándose el vicepresidente José Antonio Páez, en ausencia de Simón Bolívar, a respaldar militarmente frente a Haití la independencia de la porción oriental de La Española. De hecho, no deja de estar presente en aquel momento en la ecuación que había sido precisamente Haití, tras su independencia, un punto de apoyo en el proyecto emancipador del Libertador, como también la carta cursada por el presidente haitiano a Núñez Cáceres de 11 de enero de 1822 invitándole a sumar esfuerzos en la construcción de un solo Estado político en la Isla de La Española. Finalmente, nueve semanas después de la declaración de independencia por Núñez Cáceres, el presidente Boyer cruzó la frontera con cerca de 12 mil tropas ocupando finalmente la porción oriental de la Isla, que prolongaría por los próximos 22 años.

El 27 de febrero de 1844, en la puerta de la Misericordia, así como en la denominada puerta El Conde en la ciudad amurallada de Santo Domingo, se despliega el pabellón tricolor dominicano. El grupo insurgente fue inspirado por el patriota dominicano Juan Pablo Duarte, quien en 1838 había fundado una sociedad secreta denominada La Trinitaria, que más adelante cambia de nombre por razones conspirativas al ser descubierta, pasando a llamarse La Filantrópica. Ya en enero de 1844, se había publicado el Acta Independiente de la República Dominicana donde se planteaba la separación de Haití. El 27 de febrero los insurgentes toman la Fortaleza Ozama, cercana al río del mismo nombre, localizada en la ciudad de Santo Domingo, izándose la bandera que hoy es el pabellón nacional de la República Dominicana. Sin embargo, al mes siguiente, Haití nuevamente invade la porción oriental de la Isla que había proclamado su independencia, aunque fueron repelidos a comienzos del mes de julio. A pesar de que se solicitó de Duarte que asumiera la presidencia del país, este la condicionó que fuera a través del proceso electoral, circunstancia que fue aprovechada por Pedro Santana y tropas leales a éste para asumir la presidencia, mientras se procedía a encarcelar los principales dirigentes de La Trinitaria: Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco Del Rosario Sánchez.

Una Convención Constituyente fue convocada para organizar el nuevo Estado político, lo que ocurrió a partir del 6 de noviembre de 1844, donde Santana se reserva poderes ilimitados mientras durara la conducción de la guerra con Haití, hasta que en elecciones efectuadas en 1848 pierde las elecciones. Entre finales de la década de 1840 y finales de la década de 1850, distintos enfrentamientos se darían entre República Dominicana y Haití, siendo derrotado finalmente Haití en esta contienda.

Entre 1863 y 1865 se produce una guerra entre los patriotas dominicanos y España, conocida como la Guerra de la Restauración de la Independencia, cuando esta última reestablece sus dominios sobre la porción oriental de la Isla llevándola a la condición de provincia española el 18 de marzo de 1861, ello a instancias de los sectores anexionistas dominicanos dirigidos por el general Pedro Santana. El “Grito de Capotillo” marca el inicio de esta nueva guerra por la restauración de la independencia nacional en la cual jugará un papel de gran importancia el general dominicano amigo de Eugenio María de Hostos, Gregorio Luperón. En 1865 finalmente España decide retirarse del país, restableciendo así la República Dominicana su independencia nacional.

Los primeros cuatro versos del himno nacional dominicano resumen esta gloriosa gesta patriótica de lucha por la independencia nacional al decir:

“Quisqueyanos valientes alcemos

Nuestro canto con viva emoción

Y del mundo a la faz ostentemos

Nuestro invicto glorioso pendón.

¡Salve! El pueblo que intrépido y fuerte

A la guerra a morir se lanzó

Cuando en bélico reto de muerte

Sus cadenas de esclavo rompió.

Ningún pueblo ser libre merece

Si es esclavo indolente y servil

Si en su pecho la llama no crece

Que templó el heroísmo viril.

Más Quisqueya la indómita y brava

Siempre altiva su frente alzará

Que si fuera mil veces esclava

Otras tantas ser libre sabrá.”

En nuestra Patria, Puerto Rico, donde tantos hermanos y hermanas dominicanas comparten nuestros sueños, anhelos y deseos, nos honra hoy rememorar fechas de tanta importancia en la formación histórica de un pueblo hermano. Un pueblo que hoy acoge y honra los restos mortales del patriota mayagüezano Eugenio María de Hostos, un pueblo que nos une en la sangre antillana con el Padre de la Patria puertorriqueña, Ramón Emeterio Betances y otros tantos patriotas, que en la perspectiva histórica, nos permiten aún al presente, seguir añorando la idea de una Confederación de las Antillas en todo donde se solidifique en una sola patria, Cuba, Haití, Dominicana y Puerto Rico.