Wanda y la puñalada trasera: una tragicomedia en tres actos

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altPrimer Acto:

La Gobernadora Wanda Vázquez Garced tiene ante sí una toma de decisión de las más importantes en su carrera política: aprobar o no el propuesto Código Civil.

En este momento sus ayudantes deben estar haciendo cuentas sobre qué sector tiene el mayor número de votos: ¿la Comunidad Religiosa o la Comunidad LGBTQIA+? ¿Qué sector tiene mayor simpatía entre los electores? Dentro del panorama actual de confrontación social en USA, ella tiene que asumir una posición que denote su aplomo y juicio como nuestra Gobernadora.

Segundo Acto:

Nuestra Gobernadora se presenta ante las videocámaras para ofrecer la conferencia de prensa sobre la firma del propuesto Código Civil. En una escena cuidadosamente orquestada, una majestuosa Gobernadora, exquisitamente maquillada y vestida en un tono oscuro pero neutral, con un joven negro de interprete para sordomudos, por aquello de “Black libes matar”, se dirige a un grupo de periodistas. Su tono pausado y seguro, denota conocimiento de causa y un profundo sentido de solidaridad durante su ponencia. Cuando llega el turno de las preguntas de los periodistas, esa fachada comienza a quebrarse y poco a poco sale la abogada cáustica y a la defensiva. Como quien no quiere la cosa, se acerca a una mesa, firma el documento histórico y mira hacia la cámara con ojos levemente iracundo y llenos de la gracia divina.

Tercer Acto:

La voces en unísono de los detractores se dejan escuchar. El Lcdo. Osvaldo Pérez Burgos toma la delantera: “En términos procesales, mucho se ha hablado de la falta de transparencia y discusión del Código Civil propuesto y es que el proceso ha sido atropellado y antidemocrático, lo cual constituye un nefasto precedente sobre la correcta gestión legislativa. El proyecto que hoy tiene posibilidades de convertirse en ley es un proyecto sustitutivo que nunca tuvo vistas públicas ni en la Cámara de Representantes ni en el Senado de Puerto Rico. Incluso, el proyecto original –sobre el cual sí hubo vistas públicas—no fue ampliamente discutido como reclaman sus defensores.

Por otro lado, no existe un memorial explicativo que permita servir de guía al momento de interpretar cada uno de los artículos, lo cual unido a la falta de un amplio debate en ambos cuerpos legislativos va a repercutir en serias dificultades al momento que surjan controversias con su aplicación a circunstancias particulares.

En términos de contenido, este nuevo Código Civil, aparte de contener disposiciones sumamente contradictorias en materia tales como la personalidad jurídica del no nacido o el cambio del indicador de sexo en el certificado de nacimiento, entre otras, deja sin atender realidades de nuestra sociedad actual y que desde hace mucho tiempo debieron haber sido atendidas.

Entre otras deficiencias, el proyecto actual deja sin regular las uniones de hecho manteniendo una situación de injusticia a miles de personas en relaciones de pareja no casadas en materias tales como la administración y división de bienes, alimentos entre parientes y sucesiones; tampoco atiende temas actuales como la filiación voluntaria de los hijos nacidos dentro relaciones del mismo sexo no casadas, por mencionar solo algunas. En ese sentido, tenemos un Código Civil que nace viejo ante un sistema social que reclama atención a temas que ameritan la atención de nuestra legislatura en protección de la ciudadanía.

La prisa en la aprobación de este Código Civil en lugar de colocar a sus autores en un sitial de la historia como promoventes de una gran aportación al mundo jurídico, les colocará en el recuerdo de aquella administración que le dejó un nefasto producto a las generaciones que le sucedieron.”

Le sigue el eternamente joven Pedro Juan Serrano: “…la Mandataria "demostró que no su palabra no vale nada" porque anteriormente, aseguró que no firmaría la medida, presentada en primera instancia ante la Cámara de Representantes, si esta trastocaba derechos adquiridos.

"Vamos a examinarlo, con mucho cuidado. Como siempre he dicho, vamos a ver que ningún derecho logrado se vulnere en este nuevo Código Civil", mencionó la Gobernadora cuando el 14 de febrero se le cuestionó sobre el Código.

Hoy, en su conferencia de prensa desde el Palacio de Santa Catalina, dijo que tras dar lectura al proyecto, que se convertirá en ley en 180 días, no trastoca derecho alguno.

"La firma por la gobernadora Wanda Vázquez de este nuevo Código Civil —que vulnera derechos de las mujeres y las personas LGBTTIQ+— es nefasta. Este código invisibiliza a la comunidad LBGTTIQ+. No somos mencionados en ningún lugar. Eso es preocupante y alarmante. Peor aún, en un acto mezquino y ruin, eliminaron las prohibiciones a los discrímenes para no incluir la orientación sexual e identidad de género. Por sacarles los ojos a la gente LGBTTIQ+, le sacan los ojos a todo el mundo”, sentenció Serrano.

A esa voz se unió el Comité Amplio para la Búsqueda de la Equidad (CABE), que por voz de su portavoz Amarilis Pagan, aseguró que el paso dado por Vázquez Garced hoy, representaba un "retroceso histórico" en medio de la pandemia por coronavirus.

“Parece mentira que en el día que se comienza a celebrar el Mes de Orgullo LGBTTIQ+, la gobernadora convierta en ley un Código Civil que vulnera los derechos de las mujeres y la gente LGBTTIQ+. Es un ataque directo a la dignidad y la humanidad de las personas LGBTTIQ+. Por meses estuvimos alertando sobre las disposiciones lesivas a los derechos civiles de las mujeres y las personas LGBTTIQ+. Exigimos vistas públicas, ofrecimos recomendaciones, denunciamos lo que se tenía que corregir, pedimos que se vetara, pero fuimos ignorados. Este código representa un retroceso histórico a las conquistas de derechos humanos de las mujeres y la gente LGBTTIQ+”, aseveró Amarilis Pagan, portavoz de CABE.

Por su parte, la también portavoz, Carmen Milagros Vélez Vega, expuso que la medida "pone en peligro" el derecho de las personas trans.

“El nuevo Código Civil, con su lenguaje confuso y contradictorio, pone en peligro el derecho de las personas trans a atemperar su certificado de nacimiento, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, el derecho a formar una familia como pareja de hecho tanto heterosexual como LGBTTIQ+, no reconoce los discrímenes prohibidos, no prohíbe explícitamente el discrimen en el matrimonio y la adopción y para colmo, las personas LGBTTIQ+ no son mencionadas efectivamente invisibilizándonos”, sostuvo Vélez Vega.”

A todos ellos se une Pedro Juan Cabán Vales quien opina: "Atropellado, a destiempo y escasamente participativo. Así ha sido, en su etapa final, el proceso de aprobación del primer Código Civil verdaderamente puertorriqueño. El nuevo cuerpo legal nace con ese lastre y con otro aún más pernicioso: haber sido aprobado en medio de una crisis social, sanitaria y económica sin precedentes.

Peor aún, el nuevo código, una obra de más de cuatrocientas páginas y mil cuatrocientos artículos, entrará en vigor solo seis meses después de su aprobación. Durante ese escaso período, miles de juristas tendrán que reaprender al menos seis ramas del Derecho. Todo ello, en medio de la pandemia y observando normas de distanciamiento social con las dificultades de acceso a la información que esto acarrea. No quiero imaginar el caos que esto podría significar para el resto de la ciudadanía.

Los efectos negativos de la inoportuna aprobación de este código se extenderán también a los estudiantes de Derecho, pues entraría en vigor en noviembre de 2020. Esto requerirá cambios significativos en los programas de estudio a mitad del año académico. También se afectarán los aspirantes a la admisión de la práctica de la abogacía y de la notaría, debido a que cambia más de la mitad de las materias objeto de examen de reválida. Por estas razones, los países que han aprobado códigos civiles nuevos han pospuesto su vigencia más de un año y esto en escenarios propicios libres de pandemias.

No debe pasarse por alto que el código todavía vigente fue aprobado en 1889, hace más de ciento treinta años. En 1997, se inició el presente proceso de revisión con apoyo y participación tripartita y con plena consciencia de que se trataba de un proceso largo y complejo. Resulta injustificada su aprobación de manera apresurada y durante la peor emergencia de salud en un siglo.

Este panorama se complica porque el este código traerá cambios culturales profundos. A diferencia del vigente, cuyo contenido proviene en su inmensa mayoría de un solo país, España, muchas de las nuevas disposiciones se inspiraron en una multiplicidad de ordenamientos jurídicos, como: Perú, Quebec, Luisiana, Portugal, Cataluña, Holanda, Argentina o Italia. Esto implica que las fuentes de consulta para interpretarlo son diferentes de las utilizadas por más de cien años. Ello requerirá una gran inversión monetaria en bibliotecas, libros y bases de datos, asunto de difícil cumplimiento en solo seis meses en medio de la cuarentena.

Ya en otro orden cosas, muchos asuntos y, en particular, las últimas enmiendas no se discutieron en vistas públicas ni fueron documentados todos los cambios acogidos. Desde 2009, la revisión del código ha sido atendida de modo intermitente y sin publicar memoriales que detallen las fuentes consultadas y expliquen los motivos para aprobar el lenguaje seleccionado. Esto contrasta con etapas anteriores del proceso, particularmente entre 1997 y 2008, cuando sí se produjeron memoriales explicativos. De ahí que haya redundado en una obra jurídica desigual, y sin armonía de conjunto. Es lamentable porque la transparencia debe caracterizar todas las etapas del trámite de una ley nueva, especialmente un Código Civil."

A todos ellos me uno yo: Tuvo más fuerza en la Gobernadora la voz de los derechistas, de los religiosos, de los estadistas, de la gente de Trump, de las turbas republicanas que la voz de los humildes, de los oprimidos, de los sin-voz y cuyo voto no significa nada. En las palabra del ex-gobernador Pedro Rosselló: “Ahí les dejo ese desastre”. Wanda se limpia …