Espejito, espejito mágico ¿ser colonia me hace la más bonita?

Caribe Hoy

altTodos los días la bruja de Blanca Nieves, parada frente al espejo, le preguntaba al mago que habitaba dentro del reflejo quien era la mujer más bonita del reino. Siempre recibía la misma respuesta hasta que un día cambió. En Puerto Rico, por siglos llevamos mirándonos desde el reflejo del espejo del otro, primero España y luego Estados Unidos.

En ese reflejo el mago nos engaña, dejándonos creer que la ilusión de país al que miramos como modelo, es lo máximo y será nuestro príncipe azul, sobrino del tío Sam que nos regala fondos para sobrevivir porque de otro modo no podemos. Ese príncipe se proyecta como la mejor pareja, pero realmente es un explotador y un tirano. Sin embargo, estos días, en el Norte, tal vez por el calentamiento global, la situación se ha vuelto a trastocar, y el principado está de revuelta.

Estados Unidos está pasando por una guerra de guerrillas, tanto social y racial. Estas guerrillas vienen del conflicto racial que se arrastra desde las épocas de la colonias, la esclavitud y la eventual llamada liberación de los esclavos afroamericanos. Sin embargo, esa nación nunca ha podido aceptar la verdadera igualdad entre personas de distintas razas y etnias. Realmente lo que sucedió es que la esclavitud mutó y tomó otras formas para perpetuar el patriarcado, y el control de la persona blanca sobre la persona negra, hispana, china, indúa, árabe o de cualquier otra etnia que no aparentara ser “europeizada”.

El gobierno de Estados Unidos hizo legislaciones para privilegiar a los blancos y discriminar a negros e hispanos. Entre ellas el llamado red-linning donde no se aprobaban prestamos de vivienda a negros ni hispanos, ni etnias minoritarias, en ciertas áreas reservadas solo para blancos. Al día de hoy una nueva forma de control de la población afroamericana e hispana es la masificación carcelaria donde la esclavitud está presente. A parte del abuso del privilegio blanco, que entre otras cosas mira con sospecha a personas negras o hispanas, y sin el menor pudor las acusa sin causa, exponiéndola a las vejaciones de un sistema de justicia comprometido.

Entonces miro a mi isla, y me es claro que en muchos sentidos Estados Unidos nos maltrata igual que lo hace con sus afrodescendientes. Sin embargo, para acallarnos se nos da fondos para “diz que” ayudar a nuestro sostén, fondos que nos escalvizan más y nos hacen más co-dependientes. Pero, Estados Unidos no deja de mirarnos como incapaces y sigue latigándonos con la esclavitud del coloniaje.

Mirando a los ojos azules del norte, viendo su historia, su trayectoria actual; y las luchas raciales y sociales que se pelean hoy, me pregunto, ¿quiero ser yo la imagen de esa bruja que se ve en el espejo? ¿Es realmente Estados Unidos la mujer más bonita de Norte América o del mundo? ¿Porqué insistir unirse a un país racista y clasista? ¿Porqué tenemos miedo a mirar la belleza de quienes somos? ¿Porqué no romper las cadenas que nos esclavizan? Espejito, espejito mágico ¿quién es la colonia más bonita?