Estados Unidos ya no existe [¿y por quién esperan en Puerto Rico?]

Política

alt(San Juan, 9:00 a.m.) Aparentemente nadie se ha enterado en Puerto Rico, que la metrópoli, los EE.UU. están al borde de una guerra civil, la cual tendrá severas implicaciones para Puerto Rico. Mientras la gobernadora de turno, Wanda Vázquez Garced, anda proclamando la independencia federal del 4 de julio, y por otro lado, inaugurando su comité de campaña, todo indica que nadie le ha puesto atención a la situación imperante en los EE.UU.

Allí reina una situación caótica, producto de los conflictos sociales que se originan con el asesinato de George Floyd, el pasado 25 de mayo de 2020, la cual ha generado múltiples reclamos por distintos sectores. Pero en todo caso, las revueltas sociales que aún siguen manifestándose a lo largo de todo el país, están ahora comenzando a caminar en la zona de la violencia, real o potencial, imaginada o inventada, pero sobre todas las cosas, violencia que continúa polarizando al país en distintas direcciones.

Con este cuadro, vemos como cada día que pasa la situación en los EE.UU. continúa escalando. En este sentido, y a manera de ejemplo, el sábado pasado, en la ciudad de Atlanta, Georgia, se dio una situación en la cual una niña de ocho años fue asesinada. La alcaldesa de la ciudad, la demócrata, Keisha Lance Bottoms, imploró un cese a la violencia. En este caso, se trató de violencia de parte de la comunidad afroamericana, la cual protestaba contra los asesinatos de los miembros de su comunidad, pese a que en este caso se desató un acto de violencia que culminó en la muerte de una infante.

La historia no es del todo clara, pero se trataba de una protesta contra la desigualdad, por parte de los grupos sociales, negros y blancos, lo cual culminó de forma equivocada. Ahora bien, la noticia tuvo un segundo componente, la cual no se ha hablado mucho. En particular porque la actividades de protesta combinaba una marcha de 200 hombres y mujeres negros, armados todos, los cuales salieron a la calle a "cazar" a blancos supremacistas, armados, que se le cruzaran en su camino. en este sentido, se trató de una manifestación adicional de la escalada del conflicto y de la violencia, real o simbólica.

Finalmente, lo que nadie sabe o se pregunta es qué pasaría con Puerto Rico, si los EE.UU. entran en una guerra. En particular, porque nadie sabe si dicha guerra nos compete a nosotros o la podemos obviar. Lo cierto es que todo cambiaría de la noche a la mañana, si los barcos de cabotaje se detienen, si no hay transferencias de fondos federales y más aún, si no hay fronteras que cruzar. Es un momento curioso el que vivimos. Nadie sabe cómo termina el verano del 2020. Pensemos.