En defensa de la niñez, el DRD introduce nuevo reglamento

Crítica Deportiva
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(San Juan, 2:00 p.m.)  Se anuncia hoy que el Departamento de Recreación y Deportes (DRD) ha finalizado un reglamento dirigido a proteger los menores de edad que practiquen los   deportes organizados. El reglamento se limita a los menores de 13-14 anos.
Quizás ha debido de incluir a los menores de 13 años y los mayores de 14 hasta los 18 para hacer el reglamento más  abarcador, pero como decía un coach que tuve de niño “algo es algo”. La pena es que me lo decía cuando bateaba un rola de out. Era su manera de felicitarme por haber hecho contacto con la bola de béisbol (así de malango era yo como atleta).

El reglamento provee una carta de derechos para los jóvenes atletas y un registro de lesiones que sufre cada atleta. También limita el tiempo de entrenamiento a una hora.

¿Cómo se va a implementar este reglamento dada la pequeña plantilla de empleados del DRD? No se, pero no hay duda para mi que el reglamento, que entra en vigor este sábado, es un acto de buena fe. La secretaria de este departamento, Adriana Sánchez Pares, expresó que se  admitirían cambios al reglamento en la marcha.

Para confeccionar este documento se hicieron varias vistas públicas. Confieso que pensé que todo eso iba quedar en nada, pero su confección refuerza la conciencia sobre la fragilidad de un cuerpo que todavía le falta por madurar físicamente. Hay tantos niños que sufren lesiones en la práctica y el entrenamiento de los deportes. A veces los adultos involucrados no se dan cuenta que los niños son niños; no todos son atletas de alto rendimiento. De hecho, este documento establece una excepción para los jóvenes  atletas que participan al nivel de alto rendimiento, lo que para mí representa ser parte de un equipo que representa a Puerto Rico o un atleta cuyo talento le permite aspirar a eso.

Para mi, el gran problema comienza con los padres que empujan a sus hijos e hijas a ser excelentes o casi perfectos en el deporte. He vivido el ver a un padre pegándole a un hijo por no sobresalir en una competencia. Aún de niño quedaba estupefacto al presenciar este abuso, probablemente perpetrado por un padre que vivía vicariamente la participación de sus niños en una competencias. Probablemente, fueron un fracaso en el deporte cuando estaban creciendo. Hace unos meses vi un vídeo que mostraba un motín de adultos en un juego de pequeñas ligas. Al parecer diferían con coraje del umpire por cantar un strike.

Por mi parte, traté mi suerte en varios deportes organizados como niño y adolescente. De más está decir que nunca fui atleta de alto rendimiento. Mi padre, que me llegaba a estos eventos deportivos siempre me decía que lo importante era participar. A veces él llevaba un libro a estos juegos y competencias para pasar el rato. Yo digo lo mismo. El niño también se desgasta. Hay que dejar que los niños sean niños.