(San Juan, 9:00 a.m.) Anoche un espectáculo. Todo listo para la acumulación del capital mediático y sistemas de entretenimiento en Puerto Rico: las primarias son un espectáculo que permite que se vendan anuncios, que los candidatos (todos blancos y blancas) participen en un show y de repente por dos horas uno se queda pegado frente al televisor (durante el toque de queda del domingo). Todos felices en Puerto Rico.
Las primarias del próximo domingo 9 de agosto son parte del ejercicio de la democracia electoral que se vive en Puerto Rico. Los dos principales partidos políticos, es decir los que nutren económicamente a los sistemas de prensa y mediáticos, van a la contienda. Sea cierto o falso, estos partidos logran atraer un fuerte contingente de personas. El país se mueve a partir de lo que los candidatos dicen.
Lo interesante es verlos hablar anoche en la programación local, dentro de un programa local. Así las cosas estos hablan de sus iniciativas en distintas áreas del país.
Lo interesante es que cada vez que hablan de ser autosuficientes o de promover un sentido de nación, la reacción del llamado “jurado” era decir que estaban politizando la cosa, y por otro lado, afirmando un sentido soberanista y politiquero. Es decir, que ser autosuficiente es malo; que promover la soberanía nacional, es malo; y que afirmar la nación también es malo.
De esta forma, entonces debemos ponderar porque la independencia o la soberanía no avanzan. Tal vez concluir, en función de la experiencia mas reciente en el programa de la noche de ayer, que el concierto está organizado para que de forma consistente cada vez que alguien lo invoca, se le manda a callar. Se invisibiliza el asunto. Terrible. Pensemos.