Nueva edición de The Puerto Ricans: a documentary history

Cultura

[Nota de la autora: The Puerto Ricans: A Documentary History.  Ed. Kal Wagenheim, Olga Jiménez de Wagenheim, y Luis Martínez-Fernández.  Princeton: Markus Wiener Publishers, Updated and Expanded Ed., 2020. 411 págs.]

(San Juan, 10:00 a.m.) Para 1973 cuando se publicó  Puerto Ricans: A Documentary History tanto los Estados Unidos como la isla de Puerto Rico convulsionaban ante graves problemas nacionales e internacionales que se convertirían en emblemas de una conflictiva década, marcada por protestas contra la Guerra de Vietnam, la invasión de Camboya, la intervención de la Guardia Nacional en universidades, el icónico caso de Kent State University, la crisis petrolera de 1973, el intervencionismo político en Chile y otros países, el escándalo de Watergate, la dimisión de Nixon y otros. En la isla, se recuerdan el fortalecimiento del bipartidismo, el fin de “Operación Manos a la Obra”, el surgimiento del Partido Socialista Puertorriqueño, la trágica muerte de Roberto Clemente, el regreso de un número significativo de puertorriqueños de Nueva York, huelgas laborales y universitarias, el aumento del desempleo, la masacre del Cerro Maravilla, además de una continuada presión por la descolonización. 

En el contexto académico y educativo continentales era frecuente el reclamo de textos y monografías, particularmente en inglés para suplir el mercado de los recién establecidos programas de estudios puertorriqueños que empezaban a proliferar y consolidarse, particularmente en el este del país. La recepción no se hizo esperar.  La acogida de The Puerto Ricans: A Documentary History en todos los círculos fue excelente.

La crítica exaltó la calidad, claridad y fluidez de la escritura, el formato, contenido (dividido en diez ciclos históricos), así como la ecuanimidad, balance, coherencia, objetividad y esclarecedoras transiciones que iban preparando al lector para los subsiguientes temas.  Se apreció la versatilidad para captar y trasmitir el lado humano y personal detrás de cada momento histórico-económico transformativo.  Raras veces la crítica y los lectores de historias antológicas reaccionan con tanto agradecimiento, calor y aprecio como la evidenciada durante la larga circulación de un referente en inglés que, si en un momento respondió a una llamada y necesidad generacional, sigue hoy entablando un diálogo con los descendientes y las nuevas generaciones de estudiantes, lectores e historiadores de la diáspora y de la isla.

Como era de esperarse, se convirtió en lectura obligatoria o recomendada en cursos universitarios de varias generaciones.  Se re-editó en 2008, y con algunas revisiones volvió a publicarse en 2013. Este año resurge como edición actualizada y aumentada.  La pregunta inmediata es si su publicación representa una continuación, una puesta al día, o una revisión del pasado y presente históricos, reflejando la voluminosa producción epistemológica de los últimos cuarenta años. ¿Qué aporta un texto cuyas lecturas, cuidadosamente seleccionadas y emsambladas, se ha instalado en el mundo anglosajón como un “clásico”? 

Esta nueva edición sorprende por varias razones.  El consenso autorial reúne la colaboración de tres autoridades.  Kal Wagenheim, escritor, traductor, y ex profesor de periodismo, cuya amplia producción incluye una biografía de Babe Ruth, memorias, ficción y obras de teatro.  En 1964 con Augusto Font publicaron The San Juan Review(1964-1966), fue corresponsal del New York Times, fundador y editor de Caribbean Update. Ha contribuido a la difusión de la literatura en inglés con para la traducción de la novela clásica naturalista La charca (The Pond, 1985) y Cuentos: An Anthology of Short Stories from Puerto Rico (1978, reditada en 2007 como Cuentos: Stories from Puerto Rico). Es autor de la biografía de Roberto Clemente (Clemente! 1973), A Survey of Puerto Ricans on the U.S. Mainland in the 1970s (1975), Puerto Rico: A Profile (1970) y Puerto Ricans in the U.S. (1982). La Dra. Olga Jiménez de Wagenheim, catedrática emérita de Rutgers-Newark, conocida por importantes contribuciones como El Grito de Lares: sus causas y sus hombres (1984; en traducción Puerto Rico’s Revolt for Independence: El Grito de Lares); Puerto Rico: An Interpretative History From Pre-- Columbian Times to 1900 (1998)), y Nationalist Heroines: Puerto Rican Women History Forgot, 1930s-1950s. A ellos se ha unido el profesor de historia,de la Universidad Central de la Florida, el Dr. Luis Martínez Fernández, a quien se le deben estudios significativos como Torn between Empires (1994),  Fighting Slavery in the Caribbean (1998), Protestantism and Political Conflict in the Nineteenth-Century Hispanic Caribbean (2002), Revolutionary Cuba: A History (2010) y Frontiers, Plantations, and Walled Cities: Essays on Society, Culture, and Politics in the Hispanic Caribbean (1800-1945) (2010) y  Key to the New World. A History of Early Colonial Cuba (2018).  Bajo su dirección, se añade el cambio más substantivo de esta edición, una última sección (Parte XI: “Puerto Rico in Crisis”) que comprende una introducción, trece nuevas lecturas portavoces de documentos primarios, artículos periodísticos y otros, que desglosan los acontecimientos más relevantes entre 2006 y el 2019.

Los diez nódulos temáticos originales de esta historia documental sobre los puertorriqueños combinan la elegancia, finura y claridad del estilo periodístico de Kal Wagenheim, con pertinentes breves notas y sugerentes introducciones. Organizado cronológicamente, prevalece desde el inicio un perspectivismo marcado por la presentación de divergentes miradas del sujeto aborigen y del proceso de su forzada inserción a una dominación foránea que le convierte en un subordinado marginal, para ir desapareciendo y/o fundiéndose con los dominadores o recién llegados esclavos (“Discovery and Conquest”, “The Colonization”).  Le sigue la formación de un nuevo pueblo y sus esparcidos reclamos de libertad y autonomía (“The Spirit of Nationhood”), la Guerra Hispanoamericana y una nueva soberanía (“Manifest Destiny”), el proceso de americanización (“Citizens of Porto Rico”, “American Citizenship”), seguidos de relevantes documentos que muestran la transformación de la economía, agricultura, los efectos del monocultivo, así como el re-surgimiento del nacionalismo, resistencia y violencia (“The Grim Years”).  La repercusión del nuevo Partido Popular, vida y obra de Muñoz Marín, la forjación del Ela, el establecimiento de la Constitución y la revuelta de Jayuya son algunos de los tópicos de “¡Jalda Arriba!” La migración de puertorriqueños a los Estados Unidos, sus desafíos, discriminaciones y experiencias en Nueva York son el centro de “The Exodus”.  La décima sección (“The Divided Nation”) abarca los acontecimientos que en las últimas décadas del siglo veinte evidencian la desigualdad, la indefinición del estatus del ser y territorios puertorriqueños a través de representativos casos legales, los reclamos de los Young Lords, las luchas pro cese de la presencia militar en la isla de Vieques, y el acceso a las carpetas secretas del FBI sobre los puertorriqueños. El enfoque histórico se enmarca dentro de la reconocida secuencia tradicional de lo colonial, el nacionalismo y siglo diecinueve y la época contemporánea (siglos XX y lo nuevo, el siglo XXI), proveyendo una visión panorámica de su historia.                      

Es encomiable la mesura y objetividad en la presentación y selección.  Se deja que documentos enuncien y se pronuncien sobre las percepciones del paisaje, el entorno, semblante y perfil de los puertorriqueños, los importantes acontecimientos pilares y marcadores de cambios y de un antes y después (Grito de Lares, 1898, la Constitución, etc.), las plataformas de diversas personalidades del quehacer político de la isla y de visitantes extranjeros que discurren sobre distintos aspectos del estado de la isla, la personalidad de sus habitantes, o informan de cómo en Washington, DC arguyen sobre el estatus político y otros asuntos. El ensamblaje de un mosaico de posturas y conclusiones divergentes es uno de los aportes del libro.  La yuxtaposición de distintas y contrapuestas posiciones e intereses, los de adentro y los de afuera, los en contra o en favor, exponen de manera enriquecedora la complejidad del sujeto en cuestión, revelando los diversos y conflictivos intereses imperiales con respecto al territorio. Eso es evidente, por ejemplo, en la presentación de 1898 donde se contraponen las expectativas de líderes simpatizantes de los pronunciamientos democráticos de una nación, que según Hubert Herring venía a traer las ventajas y bendiciones de una “civilización ilustrada” con los procesos instalados. Su agenda, administración y ejecución contravienen lo anunciado y como delatan los documentos, se persiguen intereses menos ultraístas, se procura la consolición de una posición geográfica y militarmente estratégica en el Caribe y se impone un sistema económicamente beneficioso solo para los nuevos dominadores. Esa contrapuntística técnica se continúa en la caracterización de los perfiles del abogado de Harvard, lider nacionalista Pedro Albizu Camps y el bardo Luis Muñoz Marín, arquitecto de la Constitución del ELA.  En lo político, el hilo conductor es la prevalente dependencia colonial, siempre acompañada de instancias contestatarias.

La inclusión de una selección de An Account of the Present State of the Island of Porto Rico (1834) de George Dawson Flinter, además de la revelancia por el contenido, registra la utilización del nombre de la isla como Porto Rico a una fecha anterior al 1898. Es lugar común en las redes aseveraciones de que los norteamericanos anglicanizaron Puerto Rico en 1898. Aunque es cierto que a partir del 1898 ellos lo adoptaron oficialmente en todos los asuntos porque así figuraba en el Tratado de París y el nombre en inglés legitimaba una posesión territorial ahora bajo un poder distinto al español. Sin embargo, su uso y existencia en inglés se remonta a una tradición que data de siglos anteriores.  La publicación de la obra de Samuel Purchas (1575-1626), Hakluytus posthumus or Purchas his Pilgrimes (1613, edición de 1625), a su vez una continuación del legado de las importantes traducciones de los viajes, exploraciones y descubrimientos de españoles y portugueses bajo la iniciativa del geógrafo y promotor de la colonización de Norte América,  Richard Hakluyut (1553-1616), que circularon entre 1582-1589 ya incluía el término de Porto Rico.  En el recuento de su ataque a la isla en 1598, después del de Raleigh (1584) y Francis Drake (1595), el Conde de Cumberland, George Clifford, se refiere a la isla con el nombre de Saint John de Porto Rico.  El capítulo diecisiete, “A Draft of the West End of the Island of Porto Rico,” de The English Pilot. The fourth book. Describing the West-India navigation, from Hudson’s-Bay to the River Amazones. (1689) de John Thornton (1641-1708) y William Fisher (1669-1691), que en el siglo dieciocho alcanzó por lo menos cuatro ediciones, contribuyó a la difusión y normalización del nombre como Porto Rico en el mundo anglosajón.  Los norteamericanos solo seguían una tradición británica.

Toda recopilación antológica por virtud de su propia naturaleza se expone al señalamiento de omisiones, normales en todo proceso de selectividad. Por ejemplo, si en la sección dedicada al “éxodo ”se incorporaron textos testimoniales y de creación literaria, como de Jaime Carrero, Piri Thomas, y otros, el espacio dedicado a la colonia se hubiese beneficiado con la inclusión del principio de Los infortunios de Alonso Ramírez (1690) de Carlos Siguenza y Góngora, donde el carpintero puertorriqueño Alonso Ramírez se convierte en pionero literario del puertorriqueño que abandona la isla por razones económicas, textualizando así una experiencia siempre presente en la precaria vida de la isla. Del siglo diecinueve se observa la ausencia de las “Instrucciones” a Ramón Power y Giralt para las Cortes de Cádiz (1810-12), así como la caracterización del puertorriqueño en el famoso “El retrato” de El Gíbaro (1845) de Manuel Alonso. Del siglo XX, notamos la ausencia de la resolución conjunta para cambiar el nombre oficialmente de Porto Rico a Puerto Rico el 17 de mayo de 1932 (Congreso de los Estados Unidos, Capítulo 190) y algo sobre la legislación y las prácticas culturales bajo la gobernación de Muñoz Marín, así como referencias a estudios recientes sobre las últimas investigaciones de las culturas precolombinas en la isla y el Caribe, la esclavitud y las intersecciones de clase, raza y género y luchas obreras. 

La nueva sección XI (“Crisis in Puerto Rico”) a cargo del Dr. Martínez es responsable de actualizar la trayectoria histórica del puertorriqueño. Reúne trece documentos reveladores (fuentes primarias, artículos periodísticos, ensayos eruditos, papeleta del plebiscito de 2012 y otros), que proveen una síntesis de los acaecimientos que desde el 2006 han minado la vida social, económica y política de los puertorriqueños. Cuando el profesor Martínez Fernández cataloga este periodo histórico como uno en “crisis” no exagera.  Los serios desastres económicos y políticos, aliados desafortunamente a fenómenos atmosféricos recientes, emblemáticamente pusieron de relieve todos los males de la isla, subrayando sobretodo la fragilidad de todo su andamiaje infraestructural y estado colonial.  El profesor Martínez enmarca esas calamidades, que la antropóloga Yarimar Bonilla denomina un enjambre de desastres o la colonialidad del desastre, como catástrofes generadas algunas por la propia naturaleza y otras, por los políticos y gobernantes.  Entre los acontecimientos más relevantes se encuentran la eliminación de la Sección 936, incluyendo una importante aportación que desmitifica el anunciado debacle tras su erradicación, la continuación del interminable debate político sobre el estatus, la crisis de la impagable deuda económica de 2015, la imposición desde 2016 de una junta fiscalizadora de la deuda y presupuesto, el desastre post Huracán María y su impacto, el éxodo de puertorriqueños a la Florida y la participación femenina en la revuelta pacífica de julio 2019 contra el gobernador Ricardo Roselló.

El profesor Martínez continúa, como las partes anteriores de los Wagenheim, una narrativa caracterizada por un elegante y claro estilo, y su recopilación de documentos, va acompañada de valiosas notas y una importante bibliografía.

De estimable valor educativo es que los tres editores, a través de los documentos seleccionados, han sabido captar como la determinación, resiliencia y creatividad de un pueblo, siempre definiéndose, ha sabido responder estratégica y artísticamente contra el coloniaje, la ineptitud, inmoralidad y corrupción de los políticos y servidores públicos, especuladores y sus agregados, para sobrevivir la “furia” de tantos tipos de “huracanes” a través de su historia.