[Nota del curador de la sección Egidio Colon Archilla: Cuando lei por primera vez “Sirena Serena vestida de pena” no conocía a Mayra Santos Febres, pero me enamore de ella de su arrojo, de su desparpajo, de la forma rabiosa que tiene de comerse las palabras y devolvérmelas en un glorioso amasijo de cadencias tropicales. Armindo si la conocía y la había entrevistado en múltiples ocasiones.
El conserva como oro en paño el ejemplar de “El cuerpo correcto” que ella le dedico: “A Armindo, que siempre será mi Couto Seducción, besos”! Con el tiempo llegue a conocerla personalmente en la presentación de un libro de poesía en Casa Ruth en Rio Piedras. Vibraba exaltada al ritmo de la poesía de Lilliana Ramos Collado y nuevamente, me re-enamore de ella. Mi amor por esta Bendita Diosa se ha ido multiplicando con el tiempo. He devorado toda su literatura. Hoy les quiero compartir un microcuento que recién me regalo esta cómplice de mi amores].
Depresión tropical: Microcuento.
Ella le dijo a su marido que regresaba pronto, que iría al correo antes de que la tormenta pasara. Encontraron su carro quebrada abajo, volcado por un golpe de agua. Aún no aparece su cuerpo.
Ella no quiere que la encuentren nunca más.