(San Juan, 10:00 a.m.) Ya muchas personas están corriendo con sus rutinas diarias con las ediciones hechas por el Covid-19. Para bien o para mal, así lo ha dictado la crisis económica en manos del gobierno liderado por Wanda Vázquez Garced. Para las personas pertenecientes a la comunidad educativa; el reto es grande. Para todas pero hoy les hablo sobre la relación de mutuo beneficio entre profesoras(es) y estudiantes.
El recinto de Humacao del sistema de educación superior pública del país UPR suele resaltar por lo motivada que se ve la comunidad universitaria. Actividades sociales, culturales y educativas son parte del diario de estas personas. Esto solía ser porque nos veíamos para reír, llorar y aprender día a día. Hasta que llego el Covid-19.
Para esas personas que recuerdan solo lo presencial el ambiente virtual suena excelente. No es lo mismo llamar al diablo que-. Aunque la modalidad en línea es de cierta ayuda para la comunidad de profesores y estudiantes, el coronavirus no permite disfrutar de una liberación de carga. Si quienes necesitan aprender están estresadas(os); imagínate esas(os) que representan la cabeza de sus familias y una pieza vital en la formación de quienes serán y son integrantes de la clases trabajadora del país.
Tienes madres que saben lo que pasan sus hijos y no pueden dejar de ver la necesidad humana de sus estudiantes. Profesoras y profesores que están más que conscientes de la falla gubernamental intentan seguir sonriendo para que la educación rompa la barrera de la pandemia como con la de la distancia porque aquí en la isla somos más presenciales todavía. Personas que están estudiando un mundo tecnológico no tan conocido si conocido era; luchan para pasar las gotitas del saber de un océano que la ansiedad, depresión y angustia pone en sequía.