(San Juan, 1:00 p.m.) 99 personas han muerto en Puerto Rico un término de 14 días de Covid-19. Es una estadística abominable. Ahora bien, esto se da en medio de una crisis constitucional, en cuanto al manejo del Código Electoral por para de la Comisión Estatal de Elecciones (CCE). En medio de esto surgen noticias asociadas el mundo de reguetón, las cuales nos entretienen y no resuelven los problemas nacionales.
De esta forma, los muertos del Covid-19, y la continuación de las primarias, pasan a un segundo plano. Nadie se pregunta cuál es el efecto real en nuestra economía sobre el costo público en la administración del Covid-19; más aún, nadie se pregunta tampoco de cual es el costo de la muerte, personas que ya no habrá de estar con nosotros y que dejan de aportar, tanto padres y madres, como médicos y enfermeras. Nadie se pregunta cual es el costo de reproducir las papeletas para este domingo, por segunda ocasión en algunos casos.
En fin, que mientras todo esto pasa, nos enteramos de que Tito el Bambino lo detienen en un vehículo todo terreno, donde había un arma de fuego ilegal. Alguien lo bendijo y salió bien, pues solo lo acusaron de estar en la vía pública de forma ilegal. Alguien se pregunta cuanto cuesta procesar a la “cara de María”, es decir el cantante de música urbana mas expuesto a publicidad luego del paso del huracán en el 2017.
Finalmente, a Raphy Pina lo andan buscando para arrestarlo por violar una disposición federal de no poseer armas de fuego, luego de una convicción, y peor aún ilegales. Entonces, nos entretenemos tanto con él como con Tito el Bambino, y todo el mundo se olvida de los muertos de la pandemia así como del fiasco de las primarias. Lo interesante es que la prensa comercial se presta a esto y vive del entretenimiento. Pensemos.