Tata y Tatito, dos acercamientos al mismo mal: la corrupción como oportunidad

Justicia Social

(San Juan, 12:00 p.m.) La controversial legisladora por el Partido Nuevo Progresista (PNP) María “Tata” Charbonier, fue acusada ayer de 13 cargos a nivel federal por promover la corrupción pública. Los cargos se basan en alegado soborno, lavado de dinero, y obstrucción a la justicia. Mientras, y luego del arresto, la respuesta del también representante aunque por el Partido Popular Democrático (PPD), Rafael “Tatito” Hernández.

Para Tatito Hernández, los casos de corrupción en la legislatura han proliferado desde que eliminaron las dietas y millajes, que eran una forma de compensar los gastos en que incurren los legisladores.  Tan torpe fue el comentario de Hernández, que en el día de hoy se retracto y alegó que fue malentendido.

Lo que sí es cierto es que el esquema de soborno se repite en la legislatura.  Tanto en el Senado de Puerto Rico como en la Cámara de Representantes, el esquema de recibir dineros a cambio de favores, es una constante que ha afectado la vida y milagros de Jorge de Castro Font, Héctor Martínez, Jaime Perelló, entre otros.  Por lo tanto, no es nada nuevo. Lo que denota es poco control y supervisión por parte de los presidente de ambos cuerpos legislativos.

Hay que resolver el problema de la corrupción. Tal parece que se trata de una constante con la cual vivimos a diario y de forma continua. No obstante, cuando uno se topa con situaciones como la de Tata Charbonier, y luego escucha lo que el portavoz del PPD en la cámara, Tatito Hernández, tienen que decir, es realmente revelador que nos encontramos ante una cultura de corrupción muy profunda.  Se vale to, diría el cantante Rene Pérez. Pensemos.